• ------ Días antes de la estación de tren -------


    Niko o Nikolaou como era conocido, no era el típico Don Juan que se estableciera en un solo lugar, un alma libre y errante entre esos cabellos de fuego tan característicos de él, dicho motivo y por líos de faldas terminaba vetado de algunos lugares.

    Está no había sido la excepción, el jefe de tenencia le puso precio a su cabeza por haber robado la inocencia de su hija ( 30 años, nada agraciada (?)) y de paso besarse con su mujer, Damian no descriminaba, el que usarán faldas y tuvieran unos pechos para el pelirrojo, eran candidatas para un poco de amor.

    - Vaya susto me dió ese viejo... Lo bueno que cene delicioso (?).

    Después de unos minutos caminando un auto le dió un aventón al siguiente pueblo, en dónde pasaría un par de días antes de llegar a su objetivo, muy amable pago el servicio al ajeno con una sonrisa.

    - Gracias viejo, Dios te lo pagué en abundancia y belleza.(?)

    Su estómago arrojó, un gran gruñido que le llevó a poner la zurda en el mismo, realizando una mueca de dolor.

    - Lo se amigo, no tienes que gruñir tan fuerte, busquemos algo para desayunar.

    Vendedores ambulantes en el espació del que imaginó sería el centró del pueblo, bajo carpas de plástico y manta, caminaba manteniendo los ojos en algún alimento que le llamará la atención.

    - No, no, talvez, no, no.



    ------ Días antes de la estación de tren ------- Niko o Nikolaou como era conocido, no era el típico Don Juan que se estableciera en un solo lugar, un alma libre y errante entre esos cabellos de fuego tan característicos de él, dicho motivo y por líos de faldas terminaba vetado de algunos lugares. Está no había sido la excepción, el jefe de tenencia le puso precio a su cabeza por haber robado la inocencia de su hija ( 30 años, nada agraciada (?)) y de paso besarse con su mujer, Damian no descriminaba, el que usarán faldas y tuvieran unos pechos para el pelirrojo, eran candidatas para un poco de amor. - Vaya susto me dió ese viejo... Lo bueno que cene delicioso (?). Después de unos minutos caminando un auto le dió un aventón al siguiente pueblo, en dónde pasaría un par de días antes de llegar a su objetivo, muy amable pago el servicio al ajeno con una sonrisa. - Gracias viejo, Dios te lo pagué en abundancia y belleza.(?) Su estómago arrojó, un gran gruñido que le llevó a poner la zurda en el mismo, realizando una mueca de dolor. - Lo se amigo, no tienes que gruñir tan fuerte, busquemos algo para desayunar. Vendedores ambulantes en el espació del que imaginó sería el centró del pueblo, bajo carpas de plástico y manta, caminaba manteniendo los ojos en algún alimento que le llamará la atención. - No, no, talvez, no, no.
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  • —Tras haber arreglado el alboroto que había en el hotel no pudo dormir y tampoco es como si quisiera sentía que si cerraba los ojos algo pasaría y debía estar atento ni siquiera para un muñeco vudú podía invocar la falta de alimento si que le estaba cobrando factura y más aún habiendo otro mornigstar
    malhumorado siguio su rutina —
    —Tras haber arreglado el alboroto que había en el hotel no pudo dormir y tampoco es como si quisiera sentía que si cerraba los ojos algo pasaría y debía estar atento ni siquiera para un muñeco vudú podía invocar la falta de alimento si que le estaba cobrando factura y más aún habiendo otro mornigstar malhumorado siguio su rutina —
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  • El amor es un alimento que da alegría al alma y al corazón
    El amor es un alimento que da alegría al alma y al corazón 💕✨
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  • -Por qué sin tu aliento muero... Por qué de este me alimento, pues no preciso de otro anhelo. De tu pensamiento nazco, sabiendo que si algún día dejas de pensar en mí, no quiero estar en los recuerdos de nadie más, por qué tú eres la razón por la sangro. Cada amanecer que despierto, viéndote a mí lado, aún lo tengo más claro. Fuí creado para venerarte, amarte... Para amar como nunca otra vez he amado.-

    𝑬𝒍𝒊𝒛𝒂𝒃𝒆𝒕𝒉 ✴ 𝑩𝒍𝒐𝒐𝒅𝒇𝒍𝒂𝒎𝒆
    -Por qué sin tu aliento muero... Por qué de este me alimento, pues no preciso de otro anhelo. De tu pensamiento nazco, sabiendo que si algún día dejas de pensar en mí, no quiero estar en los recuerdos de nadie más, por qué tú eres la razón por la sangro. Cada amanecer que despierto, viéndote a mí lado, aún lo tengo más claro. Fuí creado para venerarte, amarte... Para amar como nunca otra vez he amado.- [Liz_bloodFlame]
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  • «¿Quieres oír un dato interesante sobre los osos?

    Después de salir de la hibernación, los osos son incapaces de comer por varios días. Muchos de ellos, aún adormilados y entorpecidos, son más lentos, menos agresivos.

    Esto crea una falsa sensación de seguridad entre los cazadores y senderistas novatos. La época en la que los osos salen de hibernación, piensan algunos, se puede bajar un poco la guardia.

    Pero es una trampa.

    Ocasionalmente, existen osos que no entran en hibernación. El desbalance hormonal y la escasez de alimento los convierte en bestias extremadamente peligrosas y temperamentales. Un monstruo dentro del bosque.

    Algunas culturas antiguas tienen un nombre especial para esta clase de osos. Algunos creían que eran demonios en forma de animal, dioses iracundos que venían a castigar al hombre por su arrogancia, su irrespeto por el bosque.

    Oh, pero hay más.

    Si un oso que no hiberna llega a probar la carne humana, se rehusará a comer otra cosa en lo que le reste de vida. Como si perdiera el miedo por el ser humano, o como si ese miedo nunca existiese en primer lugar. Un monstruo, un dios iracundo, enviado a recordarnos nuestra verdadera fragilidad.

    En casos extremos, en el que uno de estos monstruos ha comido una cantidad incontable de humanos, esa dieta irregular tiene un efecto particulamente lúgubre en el animal.

    Infundido todo su ser por cantidades anormales de adrenalina y hormonas, la carne y la sangre del oso se vuelven una toxina, veneno puro».
    «¿Quieres oír un dato interesante sobre los osos? Después de salir de la hibernación, los osos son incapaces de comer por varios días. Muchos de ellos, aún adormilados y entorpecidos, son más lentos, menos agresivos. Esto crea una falsa sensación de seguridad entre los cazadores y senderistas novatos. La época en la que los osos salen de hibernación, piensan algunos, se puede bajar un poco la guardia. Pero es una trampa. Ocasionalmente, existen osos que no entran en hibernación. El desbalance hormonal y la escasez de alimento los convierte en bestias extremadamente peligrosas y temperamentales. Un monstruo dentro del bosque. Algunas culturas antiguas tienen un nombre especial para esta clase de osos. Algunos creían que eran demonios en forma de animal, dioses iracundos que venían a castigar al hombre por su arrogancia, su irrespeto por el bosque. Oh, pero hay más. Si un oso que no hiberna llega a probar la carne humana, se rehusará a comer otra cosa en lo que le reste de vida. Como si perdiera el miedo por el ser humano, o como si ese miedo nunca existiese en primer lugar. Un monstruo, un dios iracundo, enviado a recordarnos nuestra verdadera fragilidad. En casos extremos, en el que uno de estos monstruos ha comido una cantidad incontable de humanos, esa dieta irregular tiene un efecto particulamente lúgubre en el animal. Infundido todo su ser por cantidades anormales de adrenalina y hormonas, la carne y la sangre del oso se vuelven una toxina, veneno puro».
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  • Un amor para Dos Capt 9
    Fandom Tenebra
    Categoría Romance
    -Al finalizar la semana Aran ya tenia un plan organizado para empezar en aquella nueva ciudad, no seria fácil dejar a sus amistades ,su familia y amigos , menos por el sueño de alguien mas. pero aunque fuese egoísta de su parte ella también lograría cosas por aparte como abrir otro café y terminar su carrera.
    aprovecho un descuido de Hank que se encontraba descansando en el sofá y llego ante el para darle mimos y caricias , además su noticia esperada .
    Hank tendría que traer mas alimentos para la alacena ya que la visita de Arant seria por lo pronto indefinida . ya habría tiempo para comentarles a los familiares de este cambio en la rutina
    -Al finalizar la semana Aran ya tenia un plan organizado para empezar en aquella nueva ciudad, no seria fácil dejar a sus amistades ,su familia y amigos , menos por el sueño de alguien mas. pero aunque fuese egoísta de su parte ella también lograría cosas por aparte como abrir otro café y terminar su carrera. aprovecho un descuido de Hank que se encontraba descansando en el sofá y llego ante el para darle mimos y caricias , además su noticia esperada . Hank tendría que traer mas alimentos para la alacena ya que la visita de Arant seria por lo pronto indefinida . ya habría tiempo para comentarles a los familiares de este cambio en la rutina
    Tipo
    Individual
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
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  • *Me quedé dormido leyendo, y tuve un sueño demasiado lúcido.*

    —¡¿Hacer saltar el Reginlief?! ¡¿Estás loco, Shinn?!
    —Es la única manera si queremos llegar a tiempo a que nos recojan al área...
    —¡Pero es un terreno pantanoso! ¡Además, por la gravedad de este planeta los girostatos se dañarían!
    —Al menos tenemos que intentarlo. Debemos agotar nuestras opciones, Eugene. ¿O quieres ser alimento para las chinches?

    *Miré el radar.*

    —No hay rastros de tocino frito. Y sabemos que las chinches no son anfibias... Si cruzamos a salto de rana creo que podemos lograrlo. ¿Acaso no recuerdas los ejercicios en la básica?

    *Sabía que en la infantería móvil siempre se lucha hasta el final. Pero la idea de convertirme en un resto radiactivo en Klendathu no me agradaba. Eugene tenía razón, los girostatos podían dañarse... Pero si lo conseguíamos, cruzaríamos tan solo diez metros de pantano antes que tener que dar un rodeo de varios kilómetros en el área plagada de esos malditos aliens...*

    —Mmm... ¿Qué?

    *Y desperté, sintiéndome raro. Hace tiempo que no escuchaba la voz de Eugene...*
    *Me quedé dormido leyendo, y tuve un sueño demasiado lúcido.* —¡¿Hacer saltar el Reginlief?! ¡¿Estás loco, Shinn?! —Es la única manera si queremos llegar a tiempo a que nos recojan al área... —¡Pero es un terreno pantanoso! ¡Además, por la gravedad de este planeta los girostatos se dañarían! —Al menos tenemos que intentarlo. Debemos agotar nuestras opciones, Eugene. ¿O quieres ser alimento para las chinches? *Miré el radar.* —No hay rastros de tocino frito. Y sabemos que las chinches no son anfibias... Si cruzamos a salto de rana creo que podemos lograrlo. ¿Acaso no recuerdas los ejercicios en la básica? *Sabía que en la infantería móvil siempre se lucha hasta el final. Pero la idea de convertirme en un resto radiactivo en Klendathu no me agradaba. Eugene tenía razón, los girostatos podían dañarse... Pero si lo conseguíamos, cruzaríamos tan solo diez metros de pantano antes que tener que dar un rodeo de varios kilómetros en el área plagada de esos malditos aliens...* —Mmm... ¿Qué? *Y desperté, sintiéndome raro. Hace tiempo que no escuchaba la voz de Eugene...*
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  • El sol brillaba intenso en el cielo azul, bañándolo con su cálida luz.

    Los pétalos bailaban a un ritmo suave, orquestado por el viento primaveral, y esparciendo su perfume dulce por todo el jardín.

    En el espacio resonaban los ladridos de Sebastián, creando un eco cada vez más cercano.

    De repente, el canino emergió de los arbustos con una rama en la boca.

    Ciel soltó una risa cantarina y feliz.

    —¡Buen perro! —lo felicitó con un par de palmaditas en la cabeza.

    Le sacudió las hojas que se le habían pegado en el pelaje durante su búsqueda, y tomando la rama, la volvió a lanzar con todas sus fuerzas lo más lejos posible.

    —¡Ve a por ella! —ordenó con firmeza, obligándose a contener una sonrisa para que el perro lo tomara en serio.

    Obedeciendo la orden de su pequeño amo, el perro negro volvió a correr, metiéndose nuevamente por los arbustos y yendo más allá del límite de los árboles del bosque que bordeaba la mansión.

    Pero Ciel no pudo seguir prestándole atención, porque unos pasos detrás suyo revelaron la abrupta aparición de sus padres.

    —Ciel —lo llamó su madre con una sonrisa hermosa.

    Ella era hermosa.

    La luz caía sobre ella y parecía etérea.

    —Es hora de entrar —le dijo amorosamente, dándole una caricia en la cabeza.

    Su padre asintió, su sonrisa era sutil pero igual de afectuosa.

    —Ven —añadió él, ofreciéndole la mano.

    Ciel sonrió y alargó la propia, sus manos a punto de tocarse...

    Pero abrió los ojos.

    Parpadeó con pesadez, despertando lentamente, los rostros de sus padres perdiéndose en los rincones más recónditos de su mente.

    Había estado soñando sobre tiempos felices otra vez.

    —¿Undertaker? —preguntó, su propia voz sintiéndose débil como su cuerpo.

    De todas formas Ciel intentó sentarse, lográndolo con dificultad.

    Luego, mirando la habitación e identificándola como su dormitorio, miró hacia el sepulturero, quien se encontraba sobre aquella máquina que lograba mantener a Ciel nutrido de su alimento.

    Sin ella, no sería posible que este cuerpo pudiera 'ser'.

    —Conde —dijo él suavemente—, vuelva a dormir.

    No quería.

    Pero terminó cerrando los ojos.

    Hundiéndose nuevamente en el mar de sueños.

    Una sonrisa dibujándose en su rostro dormido.
    El sol brillaba intenso en el cielo azul, bañándolo con su cálida luz. Los pétalos bailaban a un ritmo suave, orquestado por el viento primaveral, y esparciendo su perfume dulce por todo el jardín. En el espacio resonaban los ladridos de Sebastián, creando un eco cada vez más cercano. De repente, el canino emergió de los arbustos con una rama en la boca. Ciel soltó una risa cantarina y feliz. —¡Buen perro! —lo felicitó con un par de palmaditas en la cabeza. Le sacudió las hojas que se le habían pegado en el pelaje durante su búsqueda, y tomando la rama, la volvió a lanzar con todas sus fuerzas lo más lejos posible. —¡Ve a por ella! —ordenó con firmeza, obligándose a contener una sonrisa para que el perro lo tomara en serio. Obedeciendo la orden de su pequeño amo, el perro negro volvió a correr, metiéndose nuevamente por los arbustos y yendo más allá del límite de los árboles del bosque que bordeaba la mansión. Pero Ciel no pudo seguir prestándole atención, porque unos pasos detrás suyo revelaron la abrupta aparición de sus padres. —Ciel —lo llamó su madre con una sonrisa hermosa. Ella era hermosa. La luz caía sobre ella y parecía etérea. —Es hora de entrar —le dijo amorosamente, dándole una caricia en la cabeza. Su padre asintió, su sonrisa era sutil pero igual de afectuosa. —Ven —añadió él, ofreciéndole la mano. Ciel sonrió y alargó la propia, sus manos a punto de tocarse... Pero abrió los ojos. Parpadeó con pesadez, despertando lentamente, los rostros de sus padres perdiéndose en los rincones más recónditos de su mente. Había estado soñando sobre tiempos felices otra vez. —¿Undertaker? —preguntó, su propia voz sintiéndose débil como su cuerpo. De todas formas Ciel intentó sentarse, lográndolo con dificultad. Luego, mirando la habitación e identificándola como su dormitorio, miró hacia el sepulturero, quien se encontraba sobre aquella máquina que lograba mantener a Ciel nutrido de su alimento. Sin ella, no sería posible que este cuerpo pudiera 'ser'. —Conde —dijo él suavemente—, vuelva a dormir. No quería. Pero terminó cerrando los ojos. Hundiéndose nuevamente en el mar de sueños. Una sonrisa dibujándose en su rostro dormido.
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  • ⸺ Tendida y dormida entre caricias nocturnas
    vi a mi amor inclinarse sobre mi triste lecho,
    pálida como el fruto y la hoja del lirio más oscuro,
    rasa, despojada y sombría, con el cuello desnudo, listo para ser mordido,
    demasiado blanca para el rubor y demasiado ardiente para estar inmaculada,
    pero del color perfecto, ausente de blanco y rojo.
    Y sus labios se entreabrieron tiernamente, y dijo
    —en una sola palabra— placer.

    Y toda su cara era miel para mi boca,
    y todo su cuerpo era alimento para mis ojos;
    Sus largos y aéreos brazos y sus manos más ardientes que el fuego
    sus extremidades palpitando, el olor de su cabello austral,
    sus pies ligeros y brillantes, sus muslos elásticos y generosos
    y los brillantes párpados daban deseo a mi alma.⸺

    Algernon Charles Swinburne (1837-1909)
    ⸺ Tendida y dormida entre caricias nocturnas vi a mi amor inclinarse sobre mi triste lecho, pálida como el fruto y la hoja del lirio más oscuro, rasa, despojada y sombría, con el cuello desnudo, listo para ser mordido, demasiado blanca para el rubor y demasiado ardiente para estar inmaculada, pero del color perfecto, ausente de blanco y rojo. Y sus labios se entreabrieron tiernamente, y dijo —en una sola palabra— placer. Y toda su cara era miel para mi boca, y todo su cuerpo era alimento para mis ojos; Sus largos y aéreos brazos y sus manos más ardientes que el fuego sus extremidades palpitando, el olor de su cabello austral, sus pies ligeros y brillantes, sus muslos elásticos y generosos y los brillantes párpados daban deseo a mi alma.⸺ Algernon Charles Swinburne (1837-1909)
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  • Reflejo, Manantial Escarchado

    Fondo musical: https://www.youtube.com/watch?v=prsjaKLq53k

    Espero, en este reciente pasado. Mis principios afines captan hebras, palabras calmadas que derriten la mantequilla de un miedo celestial que se cala en el interior de mis huesos.

    Crisálidas. Ingenio de amatista. Famosa. Como una duquesa imperial cual simple carroza reducida bajo el solariego espejismo. Anuncio vivo. Emperador de peligros, sobre tus hombros descanso. Imponente. Belleza, apariencia más allá de lo físico. Ofrecido en matrimonio, como una nobiliaria familia. Firmeza.

    Calma.

    Respiro una promesa rota.

    Reemplazo tu voz. Áspero sollozo. Sabes quién soy. Valiente intriga. Emisario enamorado que segregas regalos, pus con aroma a vainilla. Venidera mil veces, desde una deshonra, horrorizado por el compromiso, desapareces, indócil, sereno, a la distancia.

    Terrenal venia, una tormenta de este espacio de claroscuros pintan mensajes escritos en el silencio proceder de tus mejillas. Celda de humedad sonrosada, batalla que en solitaria arma abre al pesado sueño de cielo líquido. Una tierna noche que reflexiona, en tu fidelidad.

    Desesperado rezo.

    Sesga con tus manos, la fascinante frustración, esa rabia que mana como una rosa cargada de espinas. Promesa rota.

    Sin alimento, te resistes al aislamiento. Expresas ternura, bebes el cáliz. Ese bálsamo para tu alma. Responde a mis oraciones.

    Conmueves la fe de mis palabras. No comprendes mi fragilidad.

    Oración. Oración. Labras historias. Mitos. Leyendas.
    Oración. Oración. Labras historias. Mitos. Leyendas.
    Oración. Oración. Labras historias. Mitos. Leyendas.

    Esta es una oración a tu bendición. Oficial del cielo.
    Reflejo, Manantial Escarchado Fondo musical: https://www.youtube.com/watch?v=prsjaKLq53k Espero, en este reciente pasado. Mis principios afines captan hebras, palabras calmadas que derriten la mantequilla de un miedo celestial que se cala en el interior de mis huesos. Crisálidas. Ingenio de amatista. Famosa. Como una duquesa imperial cual simple carroza reducida bajo el solariego espejismo. Anuncio vivo. Emperador de peligros, sobre tus hombros descanso. Imponente. Belleza, apariencia más allá de lo físico. Ofrecido en matrimonio, como una nobiliaria familia. Firmeza. Calma. Respiro una promesa rota. Reemplazo tu voz. Áspero sollozo. Sabes quién soy. Valiente intriga. Emisario enamorado que segregas regalos, pus con aroma a vainilla. Venidera mil veces, desde una deshonra, horrorizado por el compromiso, desapareces, indócil, sereno, a la distancia. Terrenal venia, una tormenta de este espacio de claroscuros pintan mensajes escritos en el silencio proceder de tus mejillas. Celda de humedad sonrosada, batalla que en solitaria arma abre al pesado sueño de cielo líquido. Una tierna noche que reflexiona, en tu fidelidad. Desesperado rezo. Sesga con tus manos, la fascinante frustración, esa rabia que mana como una rosa cargada de espinas. Promesa rota. Sin alimento, te resistes al aislamiento. Expresas ternura, bebes el cáliz. Ese bálsamo para tu alma. Responde a mis oraciones. Conmueves la fe de mis palabras. No comprendes mi fragilidad. Oración. Oración. Labras historias. Mitos. Leyendas. Oración. Oración. Labras historias. Mitos. Leyendas. Oración. Oración. Labras historias. Mitos. Leyendas. Esta es una oración a tu bendición. Oficial del cielo.
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