• Angela me dejó frente al portal hace media hora. Iba a tomar café con su amiga. Tiempo justo para que yo viniera a buscar unos papeles, ropa, la Glock con silenciador y poco más. También coger a Lunetta

    Entro como siempre, viendo todo en orden. Cierro la puerta, dejo el abrigo en el perchero, me recojo el pelo en una coleta rápida y voy directo al dormitorio. Saco la caja de munición de la estantería y la meto en la bolsa negra. Me agacho para buscar la pistola detrás del doble fondo de la cómoda.

    Y entonces escucho el sonido. Una respiración.

    Me congelo y me levanto despacio girándome. Lo veo.

    Está en el pasillo.
    Apoyado en la pared como si fuera su puta casa.

    Mi padre.

    Más delgado, con la barba sucia, los ojos más hundidos, pero igual.
    La misma mirada.

    —¿No vas a saludar, bambina?

    No digo nada ni me muevo. Él da un paso. Yo otro hacia atrás.

    —Te tomaste tu tiempo —escupo.
    —Tú también —dice él—. Doce años es mucho, ¿no crees?

    —Te lo merecías.

    Sonríe. Esa sonrisa ladeada que me dan ganas de borrarle de un puñetazo.

    —Me entregaste. A los doce. ¿Te acuerdas?
    —No me olvido de lo que hice bien.

    Él asiente despacio. Se saca un cuchillo pequeño del bolsillo del abrigo.

    —No vengo a matarte aún. Solo quería que supieras que estoy de vuelta.
    —Te metiste solo en ese agujero. Yo solo abrí la puerta.

    —Y ahora te la vengo a cerrar —dice.

    Se me lanza encima antes de que reaccione. Me cubro el costado pero el cuchillo me roza por debajo de la costilla izquierda. No es profundo, pero me quema al instante. Me echo hacia atrás, le doy una patada en la rodilla, lo desestabilizo, cojo la lámpara de la mesita y se la estampo en la cabeza. No lo dejo caer. Le clavo la rodilla en el pecho y él se ríe con la sangre en los labios.

    —Esto es solo el principio.

    Se levanta como puede. Cojea, pero sale por la ventana de la cocina. La dejó semiabierta, el muy desgraciado.

    Respiro agitada. Me miro la camiseta. Rota y manchada de rojo.
    La herida no es grave, pero sangra. Me limpio como puedo vendándome el torso y me pongo una camisa nueva encima. Todo limpio.

    Pienso en llamar a Angela. No sé si debería contárselo, así que espero a que acabe y me recoja. Ya decidiré si se lo digo o no.
    Angela me dejó frente al portal hace media hora. Iba a tomar café con su amiga. Tiempo justo para que yo viniera a buscar unos papeles, ropa, la Glock con silenciador y poco más. También coger a Lunetta Entro como siempre, viendo todo en orden. Cierro la puerta, dejo el abrigo en el perchero, me recojo el pelo en una coleta rápida y voy directo al dormitorio. Saco la caja de munición de la estantería y la meto en la bolsa negra. Me agacho para buscar la pistola detrás del doble fondo de la cómoda. Y entonces escucho el sonido. Una respiración. Me congelo y me levanto despacio girándome. Lo veo. Está en el pasillo. Apoyado en la pared como si fuera su puta casa. Mi padre. Más delgado, con la barba sucia, los ojos más hundidos, pero igual. La misma mirada. —¿No vas a saludar, bambina? No digo nada ni me muevo. Él da un paso. Yo otro hacia atrás. —Te tomaste tu tiempo —escupo. —Tú también —dice él—. Doce años es mucho, ¿no crees? —Te lo merecías. Sonríe. Esa sonrisa ladeada que me dan ganas de borrarle de un puñetazo. —Me entregaste. A los doce. ¿Te acuerdas? —No me olvido de lo que hice bien. Él asiente despacio. Se saca un cuchillo pequeño del bolsillo del abrigo. —No vengo a matarte aún. Solo quería que supieras que estoy de vuelta. —Te metiste solo en ese agujero. Yo solo abrí la puerta. —Y ahora te la vengo a cerrar —dice. Se me lanza encima antes de que reaccione. Me cubro el costado pero el cuchillo me roza por debajo de la costilla izquierda. No es profundo, pero me quema al instante. Me echo hacia atrás, le doy una patada en la rodilla, lo desestabilizo, cojo la lámpara de la mesita y se la estampo en la cabeza. No lo dejo caer. Le clavo la rodilla en el pecho y él se ríe con la sangre en los labios. —Esto es solo el principio. Se levanta como puede. Cojea, pero sale por la ventana de la cocina. La dejó semiabierta, el muy desgraciado. Respiro agitada. Me miro la camiseta. Rota y manchada de rojo. La herida no es grave, pero sangra. Me limpio como puedo vendándome el torso y me pongo una camisa nueva encima. Todo limpio. Pienso en llamar a Angela. No sé si debería contárselo, así que espero a que acabe y me recoja. Ya decidiré si se lo digo o no.
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  • — Hay algo en manejar de noche que te obliga a pensar en todo lo que no quieres. La carretera se estira como un hilo de recuerdos, y el viento entra como voces que ya no están. Cada faro que se cruza conmigo es una historia que no viví, una vida que no fue. Y mientras el mundo duerme, yo me hundo en mi cabeza, en lo que perdí, en lo que fui… en lo que no supe ser. El motor ruge como si intentara callar los pensamientos, pero no puede. Porque en la noche, no hay distracciones, no hay mentiras. Solo estás tú, el camino, y los demonios que llevas sentados atrás. A veces creo que si manejo lo suficiente, si no me detengo, voy a dejar todo eso atrás. Pero sé que no es cierto. Lo único que realmente se mueve es el velocímetro. El pasado… ese siempre viaja conmigo.
    — Hay algo en manejar de noche que te obliga a pensar en todo lo que no quieres. La carretera se estira como un hilo de recuerdos, y el viento entra como voces que ya no están. Cada faro que se cruza conmigo es una historia que no viví, una vida que no fue. Y mientras el mundo duerme, yo me hundo en mi cabeza, en lo que perdí, en lo que fui… en lo que no supe ser. El motor ruge como si intentara callar los pensamientos, pero no puede. Porque en la noche, no hay distracciones, no hay mentiras. Solo estás tú, el camino, y los demonios que llevas sentados atrás. A veces creo que si manejo lo suficiente, si no me detengo, voy a dejar todo eso atrás. Pero sé que no es cierto. Lo único que realmente se mueve es el velocímetro. El pasado… ese siempre viaja conmigo.
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  • Gods & Sorcerers - Men's Darkest Darkness.
    Fandom Jujutsu Kaisen/Bleach.
    Categoría Acción
    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀Ciudad de Karakura, 00:33 hs
    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀Gakuenchō.

    ⠀⠀Era tarde, demasiado para la gente, pero no para los espíritus. El olor de cemento hervido ausente, como si hubiese sido pulverizado, pero que realmente jamás ocurrió, era extraño, pero parecía que ecos de un pasado no acatado recorrían su nariz. Siempre fue bueno para oler lo paranormal, así que su mirada solo podía centrarse en cierta institución, a la distancia, estaba oscurecida por una negrura inexplicable, más allá del manto nocturno que la cubría, en esa escuela, no había una sola estrella por encima.
    ⠀⠀Pero el maleficio era fuerte, algo se formaba, poco a poco. Notaba su movimiento, pero no era una maldición esta vez, o más bien creía que era una especie muy extraña... algo sombrío poco a poco comenzó a tomar forma a sus ojos. Se restregó los párpados, y ya no estaba.

    ⠀⠀En la inmensa oscuridad, sus ojos de un exótico color violeta era lo único que brillaba, adicional a las tenues farolas de calles desoladas.
    ⠀⠀La oscuridad que se instaló en esta ciudad era antigua, pero probablemente nunca tan profunda sino hasta hace poco. Parecían haber vivido algo espantoso, una fisura espiritual que dejó cicatrices, y estaban tardando en sanar.

    ⠀⠀⸻ "Esto es espantoso, no pude encontrar ni un condenado hotel." ⸻ Se acomodó su gabardina, habló solo. Ni siquiera la más minúsculas de las almas se acercaba.

    ⠀⠀Y cuando sintió una anormal presencia detrás de él, notó porqué. No es que estaba solo, algo que no podía percibir con claridad... lo estaba acechando.
    ⠀⠀Natural, su habilidad controlando el maleficio y su sexto sentido para percibir las almas, aquel tenía un ánima jugosa para toda clase de seres oscuros: y este hollow a sus espaldas la codiciaba.

    ⠀⠀Ni lento ni perezoso, la mirada del brujo se enfocó donde sentía la mayor hostilidad. El vacío nocturno, apuntando a la bóveda celeste que yacía apagada, la imagen de la bestia era cada vez más clara a medida que estaba en la cercanía, ¿por qué? Para cuando se dio cuenta, la extremidad difuminada estaba a centímetros de su cara. Y el de ojos malva, esquivó mediante un par de saltos controlados.
    ⠀⠀⸻ "Oh- ¡Bueno, parece que el mago quiere jugar!" ⸻ Arrancó de un salto hacia las alturas.

    ⠀⠀Contra todo pronóstico, el impulso y el impacto del puñetazo que le propinó a aquel hueco fue bien recibido. La máscara se agrietó y el daño en el entorno fue evidente con su caída.
    ⠀⠀Aún no lo veía del todo, pero al descender, se daba cuenta que esta <maldición> era diferente. Cuando la golpeó, como se dijo, él puede sentir el contorno de las almas, e incluso las mismas maldiciones tienen una al ser seres conscientes, sin embargo, cuando hizo contacto, sintió un alma <humana>, esto lo confundía aún más.

    ⠀⠀El hollow comenzó a llorar, y sus llantos llegaban a los oídos del extranjero, era estridente.
    ⠀⠀⸻ "¡¿En serio vas a llorar?!" ⸻ Ya no sabía cómo reaccionar. Pero le estaba irritando.

    ⠀⠀Y luego... otra presencia, obviamente tampoco una maldición, pero ni siquiera era parecida a la que acaba de agredir. Mostró una sonrisa torcida, provocativa.
    ⠀⠀⸻ "¿Vienes a ayudar a tu amiguito?" ⸻ Miró hacia el cielo otra vez, ahora el contorno era femenino, y portaba un extraño kimono negro. No podía percibir maleficio de ella, esto era muy extraño.

    ⠀⠀Sabía que esta ciudad era foco de actividad paranormal extraña, pero vamos, ¿qué eran estos seres...?

    Rukia
    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀Ciudad de Karakura, 00:33 hs ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀Gakuenchō. ⠀ ⠀⠀Era tarde, demasiado para la gente, pero no para los espíritus. El olor de cemento hervido ausente, como si hubiese sido pulverizado, pero que realmente jamás ocurrió, era extraño, pero parecía que ecos de un pasado no acatado recorrían su nariz. Siempre fue bueno para oler lo paranormal, así que su mirada solo podía centrarse en cierta institución, a la distancia, estaba oscurecida por una negrura inexplicable, más allá del manto nocturno que la cubría, en esa escuela, no había una sola estrella por encima. ⠀⠀Pero el maleficio era fuerte, algo se formaba, poco a poco. Notaba su movimiento, pero no era una maldición esta vez, o más bien creía que era una especie muy extraña... algo sombrío poco a poco comenzó a tomar forma a sus ojos. Se restregó los párpados, y ya no estaba. ⠀⠀En la inmensa oscuridad, sus ojos de un exótico color violeta era lo único que brillaba, adicional a las tenues farolas de calles desoladas. ⠀⠀La oscuridad que se instaló en esta ciudad era antigua, pero probablemente nunca tan profunda sino hasta hace poco. Parecían haber vivido algo espantoso, una fisura espiritual que dejó cicatrices, y estaban tardando en sanar. ⠀⠀⸻ "Esto es espantoso, no pude encontrar ni un condenado hotel." ⸻ Se acomodó su gabardina, habló solo. Ni siquiera la más minúsculas de las almas se acercaba. ⠀⠀Y cuando sintió una anormal presencia detrás de él, notó porqué. No es que estaba solo, algo que no podía percibir con claridad... lo estaba acechando. ⠀⠀Natural, su habilidad controlando el maleficio y su sexto sentido para percibir las almas, aquel tenía un ánima jugosa para toda clase de seres oscuros: y este hollow a sus espaldas la codiciaba. ⠀⠀Ni lento ni perezoso, la mirada del brujo se enfocó donde sentía la mayor hostilidad. El vacío nocturno, apuntando a la bóveda celeste que yacía apagada, la imagen de la bestia era cada vez más clara a medida que estaba en la cercanía, ¿por qué? Para cuando se dio cuenta, la extremidad difuminada estaba a centímetros de su cara. Y el de ojos malva, esquivó mediante un par de saltos controlados. ⠀⠀⸻ "Oh- ¡Bueno, parece que el mago quiere jugar!" ⸻ Arrancó de un salto hacia las alturas. ⠀⠀Contra todo pronóstico, el impulso y el impacto del puñetazo que le propinó a aquel hueco fue bien recibido. La máscara se agrietó y el daño en el entorno fue evidente con su caída. ⠀⠀Aún no lo veía del todo, pero al descender, se daba cuenta que esta <maldición> era diferente. Cuando la golpeó, como se dijo, él puede sentir el contorno de las almas, e incluso las mismas maldiciones tienen una al ser seres conscientes, sin embargo, cuando hizo contacto, sintió un alma <humana>, esto lo confundía aún más. ⠀⠀El hollow comenzó a llorar, y sus llantos llegaban a los oídos del extranjero, era estridente. ⠀⠀⸻ "¡¿En serio vas a llorar?!" ⸻ Ya no sabía cómo reaccionar. Pero le estaba irritando. ⠀⠀Y luego... otra presencia, obviamente tampoco una maldición, pero ni siquiera era parecida a la que acaba de agredir. Mostró una sonrisa torcida, provocativa. ⠀⠀⸻ "¿Vienes a ayudar a tu amiguito?" ⸻ Miró hacia el cielo otra vez, ahora el contorno era femenino, y portaba un extraño kimono negro. No podía percibir maleficio de ella, esto era muy extraño. ⠀⠀Sabía que esta ciudad era foco de actividad paranormal extraña, pero vamos, ¿qué eran estos seres...? ⠀ [illusion_amethyst_frog_150]
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  • El murmullo y el Príncipe
    Fandom OC, Helluva Boss
    Categoría Drama
    Stolas ᎶᎧᏋᏖᎥᏗ

    La noche en el palacio no era especialmente distinta. Las sombras eran largas y ornamentadas, vestidas con la misma elegancia que los tapices y mármoles de las paredes. Había silencio, sí, pero no el de la calma. Algo había invadido dicho palacio.

    Y entonces, algo… se curva.

    No se abre una puerta, no se quiebra un cristal, no se escucha un paso. Pero en algún rincón del salón aparece una figura. No es sólida. Pero se haya ahí, esperando ser captada por el ojo de quien busca. No hubo ruido. No hubo entrada triunfal. No hubo ninguna escena siniestra previa a su aparición.

    Simplemente apareció.

    Una silueta humanoide, que emanaba trazos negros finos. Inestable, temblorosa. Sin facciones claras más que unos pequeños ojos totalmente blancos dentro de su oscuridad.

    La criatura no invade, no se mueve con prisa ni amenaza. Está. Como si siempre hubiese estado.
    No emite sonido, pero su voz vibra en la habitación.

    —Una grieta, una historia.—

    El susurro no se desplaza por el aire. Suena tras el oído ajeno, como si naciera ahí mismo.

    El murmullo observó la figura ajena con detenimiento, esperando su reacción. Nadie tendía a reaccionar bien a un claro allanamiento ¿Qué haría el príncipe en su situación?
    [Goet1aprince] La noche en el palacio no era especialmente distinta. Las sombras eran largas y ornamentadas, vestidas con la misma elegancia que los tapices y mármoles de las paredes. Había silencio, sí, pero no el de la calma. Algo había invadido dicho palacio. Y entonces, algo… se curva. No se abre una puerta, no se quiebra un cristal, no se escucha un paso. Pero en algún rincón del salón aparece una figura. No es sólida. Pero se haya ahí, esperando ser captada por el ojo de quien busca. No hubo ruido. No hubo entrada triunfal. No hubo ninguna escena siniestra previa a su aparición. Simplemente apareció. Una silueta humanoide, que emanaba trazos negros finos. Inestable, temblorosa. Sin facciones claras más que unos pequeños ojos totalmente blancos dentro de su oscuridad. La criatura no invade, no se mueve con prisa ni amenaza. Está. Como si siempre hubiese estado. No emite sonido, pero su voz vibra en la habitación. —Una grieta, una historia.— El susurro no se desplaza por el aire. Suena tras el oído ajeno, como si naciera ahí mismo. El murmullo observó la figura ajena con detenimiento, esperando su reacción. Nadie tendía a reaccionar bien a un claro allanamiento ¿Qué haría el príncipe en su situación?
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  • Me despierto con la alarma vibrando en el reloj, no en el móvil.
    Cuatro horas de sueño. Suficiente.

    El café ya está cargado en la cafetera italiana. Me visto sin pensarlo: pantalón negro, camiseta ajustada, chaqueta de cuero. Cojo la mochila, reviso mentalmente el equipo.
    Glock 19 con silenciador.
    Cuchillo táctico en la bota derecha.
    Documento falso.
    Guantes.

    El objetivo entra cada mañana a la misma hora en la misma cafetería. Se sienta solo, pide un espresso doble y hojea el periódico aunque no lo lea.

    Camino hasta allí como cualquier otra mujer de veintitantos, con paso firme, paso por la puerta, saludo al camarero con una inclinación de cabeza y me siento en la mesa del fondo. Desde ahí veo todo. Dos salidas, tres cámaras. Una bloqueada. Una ciega. Una visible. Tomo nota, aunque ya las había estudiado la noche anterior.
    El café llega. Saco un libro viejo, fingiendo que leo.

    Poco después lo veo entrar.

    Cara de empresario de mierda. Mira el móvil. No levanta la vista. Se sienta. Mis dedos se cierran en el gatillo oculto bajo la mesa, conectado a un arma silenciada escondida en un compartimento del bolso.
    Miro. Apunto.

    El sonido es mínimo. Un chasquido seco.
    Impacto limpio en la yugular. Parece que se atraganta con el café. Nadie reacciona aún.
    Cierro el libro. Me levanto. Salgo caminando tranquila. Como siempre.

    Me subo a la moto sin quitarme el casco.

    Trabajo hecho.
    Y mientras desaparezco entre el tráfico, pienso en que quizás esta noche, si todo va bien…
    me fume un cigarro con alguien entre las piernas.
    Me despierto con la alarma vibrando en el reloj, no en el móvil. Cuatro horas de sueño. Suficiente. El café ya está cargado en la cafetera italiana. Me visto sin pensarlo: pantalón negro, camiseta ajustada, chaqueta de cuero. Cojo la mochila, reviso mentalmente el equipo. Glock 19 con silenciador. Cuchillo táctico en la bota derecha. Documento falso. Guantes. El objetivo entra cada mañana a la misma hora en la misma cafetería. Se sienta solo, pide un espresso doble y hojea el periódico aunque no lo lea. Camino hasta allí como cualquier otra mujer de veintitantos, con paso firme, paso por la puerta, saludo al camarero con una inclinación de cabeza y me siento en la mesa del fondo. Desde ahí veo todo. Dos salidas, tres cámaras. Una bloqueada. Una ciega. Una visible. Tomo nota, aunque ya las había estudiado la noche anterior. El café llega. Saco un libro viejo, fingiendo que leo. Poco después lo veo entrar. Cara de empresario de mierda. Mira el móvil. No levanta la vista. Se sienta. Mis dedos se cierran en el gatillo oculto bajo la mesa, conectado a un arma silenciada escondida en un compartimento del bolso. Miro. Apunto. El sonido es mínimo. Un chasquido seco. Impacto limpio en la yugular. Parece que se atraganta con el café. Nadie reacciona aún. Cierro el libro. Me levanto. Salgo caminando tranquila. Como siempre. Me subo a la moto sin quitarme el casco. Trabajo hecho. Y mientras desaparezco entre el tráfico, pienso en que quizás esta noche, si todo va bien… me fume un cigarro con alguien entre las piernas.
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  • Parto infernal
    Fandom Hellaverse/Hazbin Hotel
    Categoría Otros
    Se había levantado bastante mareado y, aunque durmió bien, relativamente, se seguía sintiendo cansado.

    Apenas ponerse de pie, un dolor agudo lo dejó paralizado y sintió sus piernas empaparse, bajando apenas la mirada antes de que otro dolor le hiciera doblarse, aferrando las manos a su vientre.

    —¡Mierda...! Agh... n-no puede... ser...

    Las contracciones habían comenzado, haciéndolo terminar despertar del todo de golpe, sudando frío y respirando agitado, buscando desesperadamente su celular.

    —E-Espera... aguanta u-un poco más, bebé... Te estás... apresurando... ¡Agh!
    Se había levantado bastante mareado y, aunque durmió bien, relativamente, se seguía sintiendo cansado. Apenas ponerse de pie, un dolor agudo lo dejó paralizado y sintió sus piernas empaparse, bajando apenas la mirada antes de que otro dolor le hiciera doblarse, aferrando las manos a su vientre. —¡Mierda...! Agh... n-no puede... ser... Las contracciones habían comenzado, haciéndolo terminar despertar del todo de golpe, sudando frío y respirando agitado, buscando desesperadamente su celular. —E-Espera... aguanta u-un poco más, bebé... Te estás... apresurando... ¡Agh!
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  • ♥ ¿No estoy a caso tomándome las cosas muy a pecho? Debería parar con toda esta tontería... Después de todo ¿No estoy siendo injusto con ellos? Digo, no tienen nada que ver, más que el hecho de ser víctimas de mi falta de coherencia al reaccionar cuando me agreden.
    ¿Me habré pasado de la raya? Lo peor de todo es que ahora no sé distinguir entre lo que quiero y lo que es un mero capricho... Y si ¿Se enteraran? No, más bien si ¿Él se enterara? Además de una pelea innecesaria tendría a ese pollito con el corazón roto por mi culpa...
    ¿Es el frío? O... ¿Las noches aquí se están haciendo un poco... Insoportables?

    "Tu no aprendes más, Minjae", eso es lo que solías decirme todo el tiempo ¿Verdad? A estas alturas, creo que si alguien me llamara Minjae lo golpearía... O me enamoraría, lo cual no sé que es peor en mi caso... ¿En qué estaba pensando? Ah! Si... Esos chicos...

    Ay dios... Mi teoría siempre ha Sido " pues si quieren hablar, les daré de que hablar", pero ¿No me convierte eso, en efecto, en todas las cosas que dicen de mi? Es un poco gracioso... Maldito vicio...♥

    ♦ En aquella noche de divague, el cigarro de su mano se había consumido sin que lo tocara, fue como si el viento le hubiese hecho el favor de alejarlo de aquel vicio que ni siquiera podía recordar porque tenía... También apagó su cigarro, lo cual lo enojó bastante. ♦
    ♥ ¿No estoy a caso tomándome las cosas muy a pecho? Debería parar con toda esta tontería... Después de todo ¿No estoy siendo injusto con ellos? Digo, no tienen nada que ver, más que el hecho de ser víctimas de mi falta de coherencia al reaccionar cuando me agreden. ¿Me habré pasado de la raya? Lo peor de todo es que ahora no sé distinguir entre lo que quiero y lo que es un mero capricho... Y si ¿Se enteraran? No, más bien si ¿Él se enterara? Además de una pelea innecesaria tendría a ese pollito con el corazón roto por mi culpa... ¿Es el frío? O... ¿Las noches aquí se están haciendo un poco... Insoportables? "Tu no aprendes más, Minjae", eso es lo que solías decirme todo el tiempo ¿Verdad? A estas alturas, creo que si alguien me llamara Minjae lo golpearía... O me enamoraría, lo cual no sé que es peor en mi caso... ¿En qué estaba pensando? Ah! Si... Esos chicos... Ay dios... Mi teoría siempre ha Sido " pues si quieren hablar, les daré de que hablar", pero ¿No me convierte eso, en efecto, en todas las cosas que dicen de mi? Es un poco gracioso... Maldito vicio...♥ ♦ En aquella noche de divague, el cigarro de su mano se había consumido sin que lo tocara, fue como si el viento le hubiese hecho el favor de alejarlo de aquel vicio que ni siquiera podía recordar porque tenía... También apagó su cigarro, lo cual lo enojó bastante. ♦
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
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    AURORA VEIL

    "Luz que no se puede ocultar"

    Aurora Veil no solo camina la pasarela: la domina como si cada paso tejiera una historia. Su silueta es un susurro de elegancia, con facciones que evocan la quietud de una escultura clásica y la fuerza de una musa moderna. Hay en su mirada una dualidad magnética: inocencia y determinación, misterio y autenticidad.

    Descubierta entre luces suaves y atmósferas etéreas, Aurora representa la perfecta sinergia entre arte visual y presencia escénica. Su versatilidad la hace ideal para editoriales vanguardistas, campañas de alta costura y piezas que buscan narrativas profundas con impacto estético.

    Especialidades:
    - Moda de lujo y estética contemporánea
    - Expresiones faciales que transmiten emoción sutil
    Aurora Veil no es solo una modelo. Es un símbolo de lo intangible: esa belleza que se siente antes de entenderse.

    "El lujo no es solo lo que llevas, es cómo lo llevas. La moda es actitud, y el estilo... tu firma eterna."
    💫 AURORA VEIL "Luz que no se puede ocultar" Aurora Veil no solo camina la pasarela: la domina como si cada paso tejiera una historia. Su silueta es un susurro de elegancia, con facciones que evocan la quietud de una escultura clásica y la fuerza de una musa moderna. Hay en su mirada una dualidad magnética: inocencia y determinación, misterio y autenticidad. Descubierta entre luces suaves y atmósferas etéreas, Aurora representa la perfecta sinergia entre arte visual y presencia escénica. Su versatilidad la hace ideal para editoriales vanguardistas, campañas de alta costura y piezas que buscan narrativas profundas con impacto estético. 🎭 Especialidades: - Moda de lujo y estética contemporánea - Expresiones faciales que transmiten emoción sutil Aurora Veil no es solo una modelo. Es un símbolo de lo intangible: esa belleza que se siente antes de entenderse. "El lujo no es solo lo que llevas, es cómo lo llevas. La moda es actitud, y el estilo... tu firma eterna."
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  • - Me dijiste que me querías...¿Está es tu manera de amar?. ¿Me dices que me quieres para luego irte? - G
    - Tal vez...Mi límite para amarte sea este. No importa lo mucho que te quiera. Tal vez esto sea todo - J

    Entonces empezó a sonar...

    Probablemente no estoy en tus sueños,
    Probablemente no tengas recuerdo de nosotros, sin embargo, soy yo la que te ve
    Y las lágrimas vuelven a salir otra vez

    La palabra "amor" está en mi boca,
    Solo una vez más,
    Solo una vez más, extrañándote,

    Pienso en ti todos los días
    Mi corazón está afectado en estos días tristes,
    “Quiero verte”, está en mis labios,

    Esa no porque lloró(?. Me acuerdo de Gu Jun Pyo corriendo detrás del bus por Jandi. Esas si eran las reales acciones. Se me va a meter una navaja en el cuello, jaja.
    - Me dijiste que me querías...¿Está es tu manera de amar?. ¿Me dices que me quieres para luego irte? - G - Tal vez...Mi límite para amarte sea este. No importa lo mucho que te quiera. Tal vez esto sea todo - J Entonces empezó a sonar... Probablemente no estoy en tus sueños, Probablemente no tengas recuerdo de nosotros, sin embargo, soy yo la que te ve Y las lágrimas vuelven a salir otra vez La palabra "amor" está en mi boca, Solo una vez más, Solo una vez más, extrañándote, Pienso en ti todos los días Mi corazón está afectado en estos días tristes, “Quiero verte”, está en mis labios, Esa no porque lloró(?. Me acuerdo de Gu Jun Pyo corriendo detrás del bus por Jandi. Esas si eran las reales acciones. Se me va a meter una navaja en el cuello, jaja.
    Me shockea
    Me entristece
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  • 𝑵𝒂𝒅𝒊𝒆 𝒄𝒐𝒏𝒐𝒄𝒆 𝒆𝒍 𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒈𝒖𝒆𝒓𝒓𝒂 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒚𝒐
    Fandom Dungeons anf Dragons
    Categoría Otros
    ㅤㅤㅤᅳ⧽ㅤ𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 𝐀𝐁𝐈𝐄𝐑𝐓𝐎.ㅤ━

    Si alguien en aquel mundo conocía bien el arte de la guerra era Anraste, apodada "Dama de la Guerra", allá donde había habido un enfrentamiento entre reinos, entre facciones y razas, allí había estado Anraste.

    Pocos eran los que recordaban su cabello rojo como la furia, y sus ojos en llamas como el fuego que se esparce por el campo de batalla, pocos recordaban su fuerza indómita y su voz que empujaba a los guerreros a batallar entre ellos.

    Aquella tarde cuando el anaranjado color del atardecer acariciaba las montañas, una guerra se libraba cerca de Anraste, una facción de guerreros batallaba por alguna razón contra una numerosa compañía de goblins, la pelirroja estaba disfrutando de los movimientos de la guerra de unos y otros, para ella no había "Bandos" solo había algún que otro guerrero que destacaba en la batalla y era lo que más le gustaba, encontrar un guerrero o una guerrera con el suficiente coraje como para ser "indultado" de la muerte, para ser llevado a los salones de la Corte de las Estrellas, y ser presentado como "Heroe de batalla".

    Anraste saltó de la rama del árbol donde estaba subida y entrando en furia tomó su larga espada, sus ojos parecían llamas, tenían el mismo resplandor sinuoso y caprichoso que el fuego de la guerra, su cabello otoñal ondeaba cual estandarte.

    Tras un grito de furia se lanzó a la batalla en busca del Héroe de Guerra que necesitaba,
    ㅤㅤㅤᅳ⧽ㅤ𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 𝐀𝐁𝐈𝐄𝐑𝐓𝐎.ㅤ━ Si alguien en aquel mundo conocía bien el arte de la guerra era Anraste, apodada "Dama de la Guerra", allá donde había habido un enfrentamiento entre reinos, entre facciones y razas, allí había estado Anraste. Pocos eran los que recordaban su cabello rojo como la furia, y sus ojos en llamas como el fuego que se esparce por el campo de batalla, pocos recordaban su fuerza indómita y su voz que empujaba a los guerreros a batallar entre ellos. Aquella tarde cuando el anaranjado color del atardecer acariciaba las montañas, una guerra se libraba cerca de Anraste, una facción de guerreros batallaba por alguna razón contra una numerosa compañía de goblins, la pelirroja estaba disfrutando de los movimientos de la guerra de unos y otros, para ella no había "Bandos" solo había algún que otro guerrero que destacaba en la batalla y era lo que más le gustaba, encontrar un guerrero o una guerrera con el suficiente coraje como para ser "indultado" de la muerte, para ser llevado a los salones de la Corte de las Estrellas, y ser presentado como "Heroe de batalla". Anraste saltó de la rama del árbol donde estaba subida y entrando en furia tomó su larga espada, sus ojos parecían llamas, tenían el mismo resplandor sinuoso y caprichoso que el fuego de la guerra, su cabello otoñal ondeaba cual estandarte. Tras un grito de furia se lanzó a la batalla en busca del Héroe de Guerra que necesitaba,
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