**Recibí una notificación de que el viejo tío Adam había muerto, y como yo era su pariente más cercano recibí la noticia de que había heredado su casa y todas sus pertenencias en la lejana ciudad de Insmouth.**
**Cuando era niña mi madre vivía ahí, pero sus padres decidieron irse y dejar al tío Adam solo. Mi madre tuvo su vida normal sin acordarse de él más que de vez en cuando, y ahora ella ya era de avanzada edad y con dificultades recordaba algo de ese pariente lejano, así que me correspondía a mí ir allá a arreglar los asuntos pendientes.**
**Al planear la visita me encontré que era un pueblo remoto cerca de la costa, y pensaba que lo mejor sería vender las propiedades, porque mi vida estaba con mi amada a su lado, además que en pocos meses nos casariamos. Ella insistió en acompañarme, así que la visita se transformó en una pequeña excursión donde estaríamos a solas los dos, por lo que decidí que iría manejando por la carretera.**
**Sin embargo, la carretera era vieja y se evidenciaba que casi nadie visitaba aquel lugar. Cerca de llegar, según el mapa, encontramos campos abandonados y vestigios de lo que habría sido una ciudad agrícola en otro tiempo, pero hoy ya un lugar olvidado. Había un hombre viejo que parecía un jornalero, al cuál decidí acercarme sin bajar del auto.**
—Buen día, buen hombre.
**Aquel hombre parecía demasiado viejo y cansado. Sería un crimen que un hombre así todavía tuviera que trabajar el campo, pero era el único que podía decirnos algo.**
—¿Esta es la ciudad de Insmouth, verdad?
**Me incomodaba un poco su forma de mirarnos, en especial a mi novia, pero cuando mencioné la ciudad el horror se dibujó en su cara.**
—¿Vas a... Entrar a Insmouth? No hablas en serio, ¿O sí?
—Pues... Un viejo familiar murió y recibí una notificación de que heredaría sus propiedades...
**Entonces sacó una especie de pergamino de su bolso y me lo dió.**
—La festividad de la diosa está cerca... No deberías ir ahora... Porque...
**Su pánico se acentuó y yo comencé a sentir miedo también.**
—¿Se encuentra bien?
—Sh... Shub-Niggurath... Ellos van a... No!!!!?
**Con una mueca de verdadero terror se dió la vuelta, y con una agilidad forzada emprendió la huida como si corriera por su vida.**
—¡Espere!
**Puse en marcha el auto, con intenciones de seguirlo, pero se metió entre la maleza bastante crecida y supe que era mejor entrar a la ciudad al fin.
Mi cariño estaba tan desconcertada como yo.
—¿Qué es ese papel?
**Dijo ella. Entonces abrí el pergamino y ambos lo miramos.**
—¿Qué es esto?
**Recibí una notificación de que el viejo tío Adam había muerto, y como yo era su pariente más cercano recibí la noticia de que había heredado su casa y todas sus pertenencias en la lejana ciudad de Insmouth.**
**Cuando era niña mi madre vivía ahí, pero sus padres decidieron irse y dejar al tío Adam solo. Mi madre tuvo su vida normal sin acordarse de él más que de vez en cuando, y ahora ella ya era de avanzada edad y con dificultades recordaba algo de ese pariente lejano, así que me correspondía a mí ir allá a arreglar los asuntos pendientes.**
**Al planear la visita me encontré que era un pueblo remoto cerca de la costa, y pensaba que lo mejor sería vender las propiedades, porque mi vida estaba con mi amada a su lado, además que en pocos meses nos casariamos. Ella insistió en acompañarme, así que la visita se transformó en una pequeña excursión donde estaríamos a solas los dos, por lo que decidí que iría manejando por la carretera.**
**Sin embargo, la carretera era vieja y se evidenciaba que casi nadie visitaba aquel lugar. Cerca de llegar, según el mapa, encontramos campos abandonados y vestigios de lo que habría sido una ciudad agrícola en otro tiempo, pero hoy ya un lugar olvidado. Había un hombre viejo que parecía un jornalero, al cuál decidí acercarme sin bajar del auto.**
—Buen día, buen hombre.
**Aquel hombre parecía demasiado viejo y cansado. Sería un crimen que un hombre así todavía tuviera que trabajar el campo, pero era el único que podía decirnos algo.**
—¿Esta es la ciudad de Insmouth, verdad?
**Me incomodaba un poco su forma de mirarnos, en especial a mi novia, pero cuando mencioné la ciudad el horror se dibujó en su cara.**
—¿Vas a... Entrar a Insmouth? No hablas en serio, ¿O sí?
—Pues... Un viejo familiar murió y recibí una notificación de que heredaría sus propiedades...
**Entonces sacó una especie de pergamino de su bolso y me lo dió.**
—La festividad de la diosa está cerca... No deberías ir ahora... Porque...
**Su pánico se acentuó y yo comencé a sentir miedo también.**
—¿Se encuentra bien?
—Sh... Shub-Niggurath... Ellos van a... No!!!!?
**Con una mueca de verdadero terror se dió la vuelta, y con una agilidad forzada emprendió la huida como si corriera por su vida.**
—¡Espere!
**Puse en marcha el auto, con intenciones de seguirlo, pero se metió entre la maleza bastante crecida y supe que era mejor entrar a la ciudad al fin.
Mi cariño estaba tan desconcertada como yo.
—¿Qué es ese papel?
**Dijo ella. Entonces abrí el pergamino y ambos lo miramos.**
—¿Qué es esto?