• Raden había limpiado y ordenado muy bien el sótano de la tienda, un espacio amplio que casi siempre permanecía cerrado y oscuro. Sin embargo, hoy daba la bienvenida a sus dos nuevas inquilinas. En la pared más despejada, destacaba una pizarra enorme, donde las palabras 'REGLAS DE LA CASA' estaban escritas con una caligrafía impecable.

    — Bienvenidas, pequeñas traviesas ~ —su voz fue un suave arrullo, pero sus ojos, de un azul demasiado intenso, recorrían a Mococo Abyssgard y Fuwawa Abyssgard con la curiosidad de una coleccionista ante dos piezas potencialmente peligrosas— espero que encuentren este... refugio, a su gusto. He hecho los arreglos personalmente, uhum.

    Con un movimiento fluido, giró sobre sus tacones y se plantó frente a la pizarra. El abanico, como una extensión natural de su gestualidad, se cerró para apuntar con un extremo a la primera regla de la pizarra.

    — Ahora, hablemos de las normas. Son pocas, pero... cruciales para la armonía. Y para su seguridad, jeje ~ ...

    1. Tratar con sumo cuidado las reliquias. La tienda no es un parque de atracciones. Cada objeto tiene una historia... y la mayoría, un temperamento.

    2. Mantener el orden.

    3. Los clientes son... clientes. Si alguno baja y las ve, una sonrisa y un 'la propietaria no está' bastará. Nada de travesuras que los asusten. Ahem, aunque algunos se lo merezcan.

    4. Prohibidas las peleas en la tienda. Los duelos a muerte, si son estrictamente necesarios, se reservan para el sótano. El sofá es vintage, por favor, no manchen la tapicería...

    5. Nada de invitados indeseados. Traer problemas externos aquí es de pésimo gusto. Yo ya tengo los míos propios.

    6. ¡Y LA MAS IMPORTANTE!... —aquí, su voz bajó a un susurro dramático— No tocar, jugar, romper o, por todos los abismos, beber de mis objetos o reliquias. ¡Prohibido!

    Hizo una pausa, dejando que el silencio las dejara procesar la advertencia. Luego, de repente, lanzó sus manos hacia adelante con los dedos curvados como garras, haciendo una mueca exagerada.

    — ¡Grrr! ¡Porque si lo hacen, los objetos podrían molestarse, despertar... y ATACAR! —soltó una risita, como si fuera una broma adorable.

    Era broma. Aunque no era del todo improbable que algo así pudiera ocurrir.

    —En fin ~ —continuó, recuperando su compostura y abriendo el abanico de nuevo con un gesto elegante— El incumplimiento de alguna de estas reglas conllevará a... hm... —se llevó la punta del abanico a la barbilla, pensativa. Sus ojos se iluminaron con un destello púrpura— ¡Ah, ya sé! Me veré en la obligación de llamar a Shiori. Sí, ella será la adulta responsable de ustedes...

    Era inevitable para Raden ver a las dos chicas como si fueran dos niñas traviesas, por lo cual hacia falta algún adulto responsable. Y ella era adulta, claro, pero no responsable.

    — Y... creo que es todo, si, ¿alguna pregunta, mis pequeñas futuras causas de canas?
    Raden había limpiado y ordenado muy bien el sótano de la tienda, un espacio amplio que casi siempre permanecía cerrado y oscuro. Sin embargo, hoy daba la bienvenida a sus dos nuevas inquilinas. En la pared más despejada, destacaba una pizarra enorme, donde las palabras 'REGLAS DE LA CASA' estaban escritas con una caligrafía impecable. — Bienvenidas, pequeñas traviesas ~ —su voz fue un suave arrullo, pero sus ojos, de un azul demasiado intenso, recorrían a [haze_peridot_bat_137] y [Inu_blue_1] con la curiosidad de una coleccionista ante dos piezas potencialmente peligrosas— espero que encuentren este... refugio, a su gusto. He hecho los arreglos personalmente, uhum. Con un movimiento fluido, giró sobre sus tacones y se plantó frente a la pizarra. El abanico, como una extensión natural de su gestualidad, se cerró para apuntar con un extremo a la primera regla de la pizarra. — Ahora, hablemos de las normas. Son pocas, pero... cruciales para la armonía. Y para su seguridad, jeje ~ ... 1. Tratar con sumo cuidado las reliquias. La tienda no es un parque de atracciones. Cada objeto tiene una historia... y la mayoría, un temperamento. 2. Mantener el orden. 3. Los clientes son... clientes. Si alguno baja y las ve, una sonrisa y un 'la propietaria no está' bastará. Nada de travesuras que los asusten. Ahem, aunque algunos se lo merezcan. 4. Prohibidas las peleas en la tienda. Los duelos a muerte, si son estrictamente necesarios, se reservan para el sótano. El sofá es vintage, por favor, no manchen la tapicería... 5. Nada de invitados indeseados. Traer problemas externos aquí es de pésimo gusto. Yo ya tengo los míos propios. 6. ¡Y LA MAS IMPORTANTE!... —aquí, su voz bajó a un susurro dramático— No tocar, jugar, romper o, por todos los abismos, beber de mis objetos o reliquias. ¡Prohibido! Hizo una pausa, dejando que el silencio las dejara procesar la advertencia. Luego, de repente, lanzó sus manos hacia adelante con los dedos curvados como garras, haciendo una mueca exagerada. — ¡Grrr! ¡Porque si lo hacen, los objetos podrían molestarse, despertar... y ATACAR! —soltó una risita, como si fuera una broma adorable. Era broma. Aunque no era del todo improbable que algo así pudiera ocurrir. —En fin ~ —continuó, recuperando su compostura y abriendo el abanico de nuevo con un gesto elegante— El incumplimiento de alguna de estas reglas conllevará a... hm... —se llevó la punta del abanico a la barbilla, pensativa. Sus ojos se iluminaron con un destello púrpura— ¡Ah, ya sé! Me veré en la obligación de llamar a Shiori. Sí, ella será la adulta responsable de ustedes... Era inevitable para Raden ver a las dos chicas como si fueran dos niñas traviesas, por lo cual hacia falta algún adulto responsable. Y ella era adulta, claro, pero no responsable. — Y... creo que es todo, si, ¿alguna pregunta, mis pequeñas futuras causas de canas?
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    //Viéndome de nuevo el último capi de SNK, me estoy dando cuenta de lo realmente injusta que es la pelea para Valentino Big V Maximilian 阿兹 Azrael Morningstar 亡 ㊄ y Alastor Dëmøń. Lucifer 𝕾𝖆𝖒𝖆𝖊𝖑 𝕸𝖔𝖗𝖓𝖎𝖓𝖌𝖘𝖙𝖆𝖗 lo difícil va a ser que perdamos eso sí, es una putada de narrar para mí (?)
    //Viéndome de nuevo el último capi de SNK, me estoy dando cuenta de lo realmente injusta que es la pelea para [stellar_platinum_wolf_339] [Maxi8] [D3ADaz] y [Dem0n]. [LuciHe11] lo difícil va a ser que perdamos 🙃 eso sí, es una putada de narrar para mí (?)
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  • Estos días estuve muy ocupado por la empresa, las peleas empresariales son insoportables pero debo ser un jefe bueno y tener la mejor imagen posible
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  • Una noche de recuerdos
    Fandom Devil May Cry
    Categoría Drama
    La noche caía pesada sobre la ciudad. La lluvia resbalaba por los ventanales del pequeño bar como si quisiera entrar, como si supiera que allí dentro se ocultaba un demonio con rostro humano.

    Dante estaba sentado en la barra, inclinado hacia delante, jugueteando con el borde del vaso entre sus dedos enguantados. No había pedido whisky… ni cerveza. Sólo agua. Algo extraño para alguien como él, pero esa noche no estaba buscando pelea, distracción ni alcohol.
    Esa noche buscaba silencio.

    El neón rojizo del letrero del local se reflejaba sobre su chaqueta carmesí, y cada destello parecía hacer más vivos los recuerdos que intentaba ahogar: la sonrisa de su madre, la sombra de su padre, la voz de su hermano… las tres cosas que más odiaba recordar.

    —Tsk… vaya forma de torturarme —murmuró apretando la mandíbula.

    El bar estaba casi vacío, apenas un par de clientes borrachos que no se atrevían a acercarse demasiado. Dante emanaba ese tipo de presencia que decía “no molestes” sin necesidad de palabras.

    El bartender lo observó con cautela.
    —¿Todo bien, chico de rojo? —preguntó limpiando un vaso.

    Dante sonrió apenas, esa sonrisa ladeada que nunca llegaba a los ojos.
    —Depende de tu definición de “bien”.

    Fuera, un trueno retumbó. Dentro, Dante hundió un poco más la mirada, dejando que el peso de sus recuerdos lo jalara.

    Algo estaba por romper la calma.
    Alguien estaba por acercarse… quizá tú, quizá un extraño, quizá un enemigo.
    La noche caía pesada sobre la ciudad. La lluvia resbalaba por los ventanales del pequeño bar como si quisiera entrar, como si supiera que allí dentro se ocultaba un demonio con rostro humano. Dante estaba sentado en la barra, inclinado hacia delante, jugueteando con el borde del vaso entre sus dedos enguantados. No había pedido whisky… ni cerveza. Sólo agua. Algo extraño para alguien como él, pero esa noche no estaba buscando pelea, distracción ni alcohol. Esa noche buscaba silencio. El neón rojizo del letrero del local se reflejaba sobre su chaqueta carmesí, y cada destello parecía hacer más vivos los recuerdos que intentaba ahogar: la sonrisa de su madre, la sombra de su padre, la voz de su hermano… las tres cosas que más odiaba recordar. —Tsk… vaya forma de torturarme —murmuró apretando la mandíbula. El bar estaba casi vacío, apenas un par de clientes borrachos que no se atrevían a acercarse demasiado. Dante emanaba ese tipo de presencia que decía “no molestes” sin necesidad de palabras. El bartender lo observó con cautela. —¿Todo bien, chico de rojo? —preguntó limpiando un vaso. Dante sonrió apenas, esa sonrisa ladeada que nunca llegaba a los ojos. —Depende de tu definición de “bien”. Fuera, un trueno retumbó. Dentro, Dante hundió un poco más la mirada, dejando que el peso de sus recuerdos lo jalara. Algo estaba por romper la calma. Alguien estaba por acercarse… quizá tú, quizá un extraño, quizá un enemigo.
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  • "Día de caza, es bueno volver a casa..."
    Fandom The Walking Dead
    Categoría Acción
    ㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤ" Hogᥲr ᥒo ᥱs ᥙᥒ ᥣᥙgᥲr,
    ㅤㅤㅤㅤsoᥒ ᥣᥲs ρᥱrsoᥒᥲs qᥙᥱ tᥱ ιmρortᥲᥒ"
    ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑
    ㅤㅤㅤㅤ˹ 𝑨𝘼𝑹𝙊𝑵 ᴬᵁ



    ㅤㅤㅤㅤㅤNo había imaginado, cuando sus pasos la llevaban de un lado a otro con Miko, Connie, Kelly, Luke y Bernie, que algún día encontraría un lugar donde establecerse realmente. Un lugar fuerte, un lugar lleno de buenas personas que los acogieron y los trataron como familia desde que los conocieron. Nunca imaginó que otras personas le importarían tanto como aquellos compañeros de viaje con los que había compartido años de andanzas, peleas y combates. Había tenido que recorrer muchos kilómetros pero ahora, cada mañana que despertaba en Hilltop, se sentía… en casa.

    Las cosas en la colonia funcionaban. Poco a poco. Tras la caída del Reino había muchas más bocas que alimentar y las heladas del invierno habían destruido gran parte de las cosechas. La comida guardada en el almacén no duraría eternamente, por lo que las raciones se habían reducido considerablemente. Además, con las fronteras limitadas por culpa de Alpha y sus normas restrictivas cada vez costaba más encontrar caza con la que alimentar a tantas personas. Por suerte, no estaban solos. Contaban con ayuda de Alejandría y de Oceanside. Un par de carros de cada comunidad llegaban al menos una vez al mes para ayudar. A cambio, Hilltop proporcionaba armas, clavos, artículos de herrería, todo lo que Alden y Earl pudieran construir y manufacturar. Afilaban armas, cuchillos, fabricaban herraduras. Y todo esto era enviado a ambas comunidades al menos una vez al mes.

    La pérdida de los seres queridos tras la feria en El Reino aun creaba una enorme brecha de ausencia, el ambiente era… extraño. Enid, Tara, Tammy Rose, DJ… cada uno de esos nombres era un hueco enorme en las mesas a la hora de comer, en las conversaciones, en los corazones. Todos en la colonia sobre la colina intentaban sobreponerse a la tristeza, esa que todavia perduraba. Y, para huir de ese ambiente y cambiar de aires, Magna había decidido unirse a la comitiva que llevaría un par de carros a Alejandría. Miko no estaba demasiado contenta con aquella decisión por parte de Magna, había mucho que arreglar en Hilltop, decía.
    -Si no salgo de aquí, al menos un par de dias, me pegaré un tiro, Miko…- expresó Magna mientras preparaba una mochila como improvisado equipaje.

    -Buena suerte, no tenemos balas, ¿recuerdas? -le dijo la morena mientras Magna ya cerraba y aseguraba las hebillas de la mochila.

    Magna, por su parte, rodó los ojos y giró el rostro para mirar a su novia.

    -Te prometo que volveré antes de que tengas tiempo de echarme de menos… Además, tendrás la cama para ti sola. Yo probablemente tenga que compartir cuarto con Judith -bromeó Magna.

    Miko sonrió, le había hecho gracia el comentario.

    -Por suerte te entiendes bien con los niños… -respondió mientras llevaba una mano a la mejilla de Magna- Una semana, es el máximo de tiempo que te doy. Si no vuelves antes, saldré para traerte de la oreja.

    Magna negó con la cabeza y se acercó a besar a la morena.

    -Me tendrás aquí en menos tiempo, prometido.



    ㅤㅤㅤ▬▬▬ Un día después la comitiva de Hilltop formada por Ezekiel, Marco, Cal, Magna, Luke y Marlene llegaba a las puertas de Alejandría donde Scott les abrió la puerta, saludándolos efusivamente, contento de verlos de nuevo. Aun recordaba la primera vez que atravesó las puertas de aquella comunidad. Habían peleado con los muertos durante todo un día, estaban exhaustos y Miko herida cuando Judith los encontró. Una inevitable sonrisa de divertida nostalgia asomó a sus labios casi visualizando aquel día. Las miradas incomodas, el Consejo, Michonne y su propia terquedad que casi les cuesta la expulsión. Ahora podía reírse de aquello con las personas implicadas. Ahora eran familia. Nombres que antes eran desconocidos como Aaron, Gabriel, Michonne, Laura, Siddiq o Judith, ahora simbolizaban hogar. Un lugar al que volver y saber que serias recibido con los brazos abiertos.

    Saludaron rápidamente a Scott sin descender de los carros antes de que estos pasaran hasta el interior de la comunidad. Los alejandrinos que trabajaban en huertos, carpintería o herrería se detenían a mirarlos al pasar y los saludaban con camaradería desde sus puestos de trabajo. Definitivamente aquello era un poco de paz en mitad de todo el caos del mundo exterior… Un oasis.

    Antes de descender del carro, Magna divisó a Aaron, Judith y Gracie acercándose a los carros. Las dos niñas corrían entusiasmadas hacia los carros y Aaron los saludaba con su mano diestra.

    -¡Hola, Magna! -saludó Judith con entusiasmo cuando los pies de la pelirroja pisaron el suelo. Inmediatamente la niña se abrazó a su cintura.

    -¡Jud! ¡Caramba! Cada día estás más alta -respondió Magna rodeando a Judith con un brazo- Hola, Gracie -saludó a la niña rubia parada delante de ella- Os he traído un regalo recién recogido de Hilltop.

    Judith se apartó y Magna internó una mano en una de las cestas para sacar algunos melocotones. Dio uno a cada niña, y aquel regalo fue respondido en forma de agradecimientos entusiasmados y abrazos.

    -Ahora, ayudad a Luke a bajar las cajas. ¿Creéis que podréis? -preguntó Magna.

    -¡Si! -respondió Judith.

    -¡Vamos, Jud! -exclamó Gracie y ambas corrieron al final del carro.

    Magna alzó la mirada hacia Aaron.

    -Para ti también hay regalo, papá -sonrió ella lanzándole suavemente un melocotón y acercándose luego a abrazarle. Tuvo que ponerse de puntillas para poder llegar a su cuello ya que Aaron era un tío enorme- Hola -sonrió- Earl quiere que os diga que estas son sus últimas herraduras…-informó al separarse- No habrá herraduras nuevas hasta que encontremos más chatarra. Alden queria salir hoy a aquel centro comercial cerca de la autopista… -se percató entonces de que en su prótesis zurda llevaba su lucero del alba, así que lo señaló con una mano- ¿Vas a salir? ¿Quieres que te acompañe? Quizás podemos encontrar algo de caza…


    #Personajes3D #3D #Comunidad3D #TheWalkingDead

    psd: psd 53 by tuschen
    ㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ" Hogᥲr ᥒo ᥱs ᥙᥒ ᥣᥙgᥲr, ㅤㅤㅤㅤsoᥒ ᥣᥲs ρᥱrsoᥒᥲs qᥙᥱ tᥱ ιmρortᥲᥒ" ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 ㅤㅤㅤㅤ˹ [AAR0N] ㅤㅤㅤㅤㅤNo había imaginado, cuando sus pasos la llevaban de un lado a otro con Miko, Connie, Kelly, Luke y Bernie, que algún día encontraría un lugar donde establecerse realmente. Un lugar fuerte, un lugar lleno de buenas personas que los acogieron y los trataron como familia desde que los conocieron. Nunca imaginó que otras personas le importarían tanto como aquellos compañeros de viaje con los que había compartido años de andanzas, peleas y combates. Había tenido que recorrer muchos kilómetros pero ahora, cada mañana que despertaba en Hilltop, se sentía… en casa. Las cosas en la colonia funcionaban. Poco a poco. Tras la caída del Reino había muchas más bocas que alimentar y las heladas del invierno habían destruido gran parte de las cosechas. La comida guardada en el almacén no duraría eternamente, por lo que las raciones se habían reducido considerablemente. Además, con las fronteras limitadas por culpa de Alpha y sus normas restrictivas cada vez costaba más encontrar caza con la que alimentar a tantas personas. Por suerte, no estaban solos. Contaban con ayuda de Alejandría y de Oceanside. Un par de carros de cada comunidad llegaban al menos una vez al mes para ayudar. A cambio, Hilltop proporcionaba armas, clavos, artículos de herrería, todo lo que Alden y Earl pudieran construir y manufacturar. Afilaban armas, cuchillos, fabricaban herraduras. Y todo esto era enviado a ambas comunidades al menos una vez al mes. La pérdida de los seres queridos tras la feria en El Reino aun creaba una enorme brecha de ausencia, el ambiente era… extraño. Enid, Tara, Tammy Rose, DJ… cada uno de esos nombres era un hueco enorme en las mesas a la hora de comer, en las conversaciones, en los corazones. Todos en la colonia sobre la colina intentaban sobreponerse a la tristeza, esa que todavia perduraba. Y, para huir de ese ambiente y cambiar de aires, Magna había decidido unirse a la comitiva que llevaría un par de carros a Alejandría. Miko no estaba demasiado contenta con aquella decisión por parte de Magna, había mucho que arreglar en Hilltop, decía. -Si no salgo de aquí, al menos un par de dias, me pegaré un tiro, Miko…- expresó Magna mientras preparaba una mochila como improvisado equipaje. -Buena suerte, no tenemos balas, ¿recuerdas? -le dijo la morena mientras Magna ya cerraba y aseguraba las hebillas de la mochila. Magna, por su parte, rodó los ojos y giró el rostro para mirar a su novia. -Te prometo que volveré antes de que tengas tiempo de echarme de menos… Además, tendrás la cama para ti sola. Yo probablemente tenga que compartir cuarto con Judith -bromeó Magna. Miko sonrió, le había hecho gracia el comentario. -Por suerte te entiendes bien con los niños… -respondió mientras llevaba una mano a la mejilla de Magna- Una semana, es el máximo de tiempo que te doy. Si no vuelves antes, saldré para traerte de la oreja. Magna negó con la cabeza y se acercó a besar a la morena. -Me tendrás aquí en menos tiempo, prometido. ㅤㅤㅤ▬▬▬ Un día después la comitiva de Hilltop formada por Ezekiel, Marco, Cal, Magna, Luke y Marlene llegaba a las puertas de Alejandría donde Scott les abrió la puerta, saludándolos efusivamente, contento de verlos de nuevo. Aun recordaba la primera vez que atravesó las puertas de aquella comunidad. Habían peleado con los muertos durante todo un día, estaban exhaustos y Miko herida cuando Judith los encontró. Una inevitable sonrisa de divertida nostalgia asomó a sus labios casi visualizando aquel día. Las miradas incomodas, el Consejo, Michonne y su propia terquedad que casi les cuesta la expulsión. Ahora podía reírse de aquello con las personas implicadas. Ahora eran familia. Nombres que antes eran desconocidos como Aaron, Gabriel, Michonne, Laura, Siddiq o Judith, ahora simbolizaban hogar. Un lugar al que volver y saber que serias recibido con los brazos abiertos. Saludaron rápidamente a Scott sin descender de los carros antes de que estos pasaran hasta el interior de la comunidad. Los alejandrinos que trabajaban en huertos, carpintería o herrería se detenían a mirarlos al pasar y los saludaban con camaradería desde sus puestos de trabajo. Definitivamente aquello era un poco de paz en mitad de todo el caos del mundo exterior… Un oasis. Antes de descender del carro, Magna divisó a Aaron, Judith y Gracie acercándose a los carros. Las dos niñas corrían entusiasmadas hacia los carros y Aaron los saludaba con su mano diestra. -¡Hola, Magna! -saludó Judith con entusiasmo cuando los pies de la pelirroja pisaron el suelo. Inmediatamente la niña se abrazó a su cintura. -¡Jud! ¡Caramba! Cada día estás más alta -respondió Magna rodeando a Judith con un brazo- Hola, Gracie -saludó a la niña rubia parada delante de ella- Os he traído un regalo recién recogido de Hilltop. Judith se apartó y Magna internó una mano en una de las cestas para sacar algunos melocotones. Dio uno a cada niña, y aquel regalo fue respondido en forma de agradecimientos entusiasmados y abrazos. -Ahora, ayudad a Luke a bajar las cajas. ¿Creéis que podréis? -preguntó Magna. -¡Si! -respondió Judith. -¡Vamos, Jud! -exclamó Gracie y ambas corrieron al final del carro. Magna alzó la mirada hacia Aaron. -Para ti también hay regalo, papá -sonrió ella lanzándole suavemente un melocotón y acercándose luego a abrazarle. Tuvo que ponerse de puntillas para poder llegar a su cuello ya que Aaron era un tío enorme- Hola -sonrió- Earl quiere que os diga que estas son sus últimas herraduras…-informó al separarse- No habrá herraduras nuevas hasta que encontremos más chatarra. Alden queria salir hoy a aquel centro comercial cerca de la autopista… -se percató entonces de que en su prótesis zurda llevaba su lucero del alba, así que lo señaló con una mano- ¿Vas a salir? ¿Quieres que te acompañe? Quizás podemos encontrar algo de caza… #Personajes3D #3D #Comunidad3D #TheWalkingDead psd: psd 53 by tuschen ㅤ
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  • +estando un poco aburrido habría buscado un lugar de entrenamiento en el infierno, por lo cual un demonio al ver los movimientos de Michael, le pidió si podría entrenar con este a lo que el ángel dijo de forma tranquila que si, por lo cual ambos se enfrascaron en una pelea esto le servía a el para poder entrenar un poco, por lo cual ambos estábamos enfrascando en una pelea, mas que nada era para no bajar su rendimiento al estar si entrenar por sus paseos por el infierno+

    bueno movimiento pero no debes bajar tu defensa o me da pie para esto!

    +dijo Michael antes de lanzarle una patada a su costado al chico con el cual estaba entrenando+
    +estando un poco aburrido habría buscado un lugar de entrenamiento en el infierno, por lo cual un demonio al ver los movimientos de Michael, le pidió si podría entrenar con este a lo que el ángel dijo de forma tranquila que si, por lo cual ambos se enfrascaron en una pelea esto le servía a el para poder entrenar un poco, por lo cual ambos estábamos enfrascando en una pelea, mas que nada era para no bajar su rendimiento al estar si entrenar por sus paseos por el infierno+ bueno movimiento pero no debes bajar tu defensa o me da pie para esto! +dijo Michael antes de lanzarle una patada a su costado al chico con el cual estaba entrenando+
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  • -Escena de rol con Kazuo -

    "Entre la desesperación y el bosque"

    Por supuesto que no podía transcurrir ni una semana tranquila en su vida, no con la cantidad de problemas que ocasionaba el trabajo y las adicciones de su pobre madre. Aún así solía lidiar con estas cosas como mejor podía y más o menos lo llevaba bajo control. Dentro de lo posible.

    Ya habían pasado un par de horas desde que salió del trabajo y al llegar a casa tomó una ducha, se aseguró de que sus plantas estuvieran bien, a las cuales mimaba y les hablaba con ternura, y finalmente decidió relajarse leyendo. Parecía un día tranquilo hasta que llegó un mensaje de su progenitora. ¿Otra vez estaría corta de dinero? ¿Quizá se pasó consumiendo y estaba en el hospital?
    ...
    "AYUDA"

    Un mensaje conciso y directo, no hizo falta más para que Ren saliera corriendo de su casa con lo puesto, ni siquiera se puso los zapatos, pues un mensaje así significaba que algo jodido estaba pasando. Ya se podía hacer a la idea.

    Corrió desesperado, por suerte la casa de su madre quedaba a escasos 10 minutos andando ya que, aunque no quería vivir con ella por obvias razones, no podía alejarse demasiado por si acaso.
    Llegó al edificio, subió aquellas escaleras exteriores para dar con el pasillo de puertas de entrada a las casas y vio que, la de su madre, estaba entreabierta. Se escuchó un grito.
    No dudó ni un segundo en entrar y se encontró a su madre golpeada, con la ropa desgarrada y un hombre fuera de control intentando asfixiarla en el suelo. Sin pensarlo dos veces se abalanzó a golpearlo con todas sus fuerzas.

    -¡Déjala, hijo de puta!- Gritó mientras se aferraba al cuello ajeno desde la espalda de este para apartarlo.

    Ese sujeto estaba claramente drogado, además que quedó rastro de varias jeringuillas vacías esparcidas por el suelo. ¿Por qué mierdas su madre aceptaba este tipo de clientes?
    Ese hombre, grande y corpulento, opuso mucha resistencia, logró zafarse del agarre de Ren y empezó a golpearlo. Mientras la madre gritaba y lloraba agazapada en una esquina de aquel pequeño y sucio lugar.

    Los vecinos no hacían nada, sabían de sobras que se trataba de un barrio conflictivo y no se iban a meter en problemas ajenos.

    -¡Maldita puta! ¡¿A quién coño has llamado para que te salve el culo?! ¡¿EH?!- Cada vez que el sujeto buscaba volver a arremeter contra la mujer, tras zafarse del chico, Ren arremetía de nuevo.

    Por desgracia la pelea no iba bien, le dio un buen golpe en la cabeza al muchacho, contra el borde de una mesa de madera, que lo dejó noqueado unos segundos. Aprovechó ese momento para coger un enorme y viejo jarrón que pensaba usar para golpear la cabeza de la madre del chico.

    -No... N-No... Ngh...- Reunió fuerzas y la adrenalina y el pánico hicieron el resto del trabajo. -¡No la toques!- Desplegó sus garras y se lanzó a rajarle la garganta al hombre.

    La sangre salpicó por todos lados en lo que ese tipejo empezaba a caer al suelo mientras moría desangrado rápidamente.
    Ren respiraba agitado, las manos y las piernas le temblaban. Mierda... ¿Qué había hecho? Su madre estaba en estado de shock, aunque tal vez lo olvidaría todo al día siguiente a causa de las drogas.

    -Yo me... Me haré cargo de esto. Mierda no... No se cómo pero lo haré. Solo esperemos un poco, ¿vale?- Estaba confuso, en estado de pánico.

    Acababa de matar a alguien, nunca había llegado a tanto, nunca se salieron tanto de control estas situaciones.

    Dejó pasar algunas horas y la única solución que vio fue meter el cuerpo en un gran saco, hacer uso de todas sus fuerzas posibles e intentar remolcarlo hasta el inicio de bosque más cercano. Por suerte al ser de noche, un barrio de drogadictos y estar bastante cerca el destino, no supuso un problema.
    Ya allí excavó duramente con sus propias manos en el terreno, llorando e hiperventilando por la desesperación. ¿Ahora era un criminal? No pensaba ir a prisión por matar a ese desgraciado. No podía permitirlo... Toda su vida se arruinaría. ¿Y qué sería de su madre sin él?

    Finalmente pudo enterrar el cuerpo, aún dentro de la bolsa y se dispuso a dar media vuelta.
    Le temblaban mucho las piernas y las manos, la visión parecía algo borrosa quizá aún por el shock del momento. Estaba todo lleno de sangre, los pies descalzos, sucios y con alguna herida. El rostro y el cuerpo cubiertos de moretones, un poco de sangre propia y mucho de la ajena. Todo un espectáculo si alguien le viera.

    Empezó a andar y andar pero... ¿Por qué no encontraba la salida? Juraría que volvió por el mismo camino.

    -¿Dónde estoy? No me digas que ahora me he perdido... Esto es fantástico.- Estaba agotado física y mentalmente, solo le faltaba eso para colmar el vaso.
    -Escena de rol con [8KazuoAihara8] - "Entre la desesperación y el bosque" Por supuesto que no podía transcurrir ni una semana tranquila en su vida, no con la cantidad de problemas que ocasionaba el trabajo y las adicciones de su pobre madre. Aún así solía lidiar con estas cosas como mejor podía y más o menos lo llevaba bajo control. Dentro de lo posible. Ya habían pasado un par de horas desde que salió del trabajo y al llegar a casa tomó una ducha, se aseguró de que sus plantas estuvieran bien, a las cuales mimaba y les hablaba con ternura, y finalmente decidió relajarse leyendo. Parecía un día tranquilo hasta que llegó un mensaje de su progenitora. ¿Otra vez estaría corta de dinero? ¿Quizá se pasó consumiendo y estaba en el hospital? ... "AYUDA" Un mensaje conciso y directo, no hizo falta más para que Ren saliera corriendo de su casa con lo puesto, ni siquiera se puso los zapatos, pues un mensaje así significaba que algo jodido estaba pasando. Ya se podía hacer a la idea. Corrió desesperado, por suerte la casa de su madre quedaba a escasos 10 minutos andando ya que, aunque no quería vivir con ella por obvias razones, no podía alejarse demasiado por si acaso. Llegó al edificio, subió aquellas escaleras exteriores para dar con el pasillo de puertas de entrada a las casas y vio que, la de su madre, estaba entreabierta. Se escuchó un grito. No dudó ni un segundo en entrar y se encontró a su madre golpeada, con la ropa desgarrada y un hombre fuera de control intentando asfixiarla en el suelo. Sin pensarlo dos veces se abalanzó a golpearlo con todas sus fuerzas. -¡Déjala, hijo de puta!- Gritó mientras se aferraba al cuello ajeno desde la espalda de este para apartarlo. Ese sujeto estaba claramente drogado, además que quedó rastro de varias jeringuillas vacías esparcidas por el suelo. ¿Por qué mierdas su madre aceptaba este tipo de clientes? Ese hombre, grande y corpulento, opuso mucha resistencia, logró zafarse del agarre de Ren y empezó a golpearlo. Mientras la madre gritaba y lloraba agazapada en una esquina de aquel pequeño y sucio lugar. Los vecinos no hacían nada, sabían de sobras que se trataba de un barrio conflictivo y no se iban a meter en problemas ajenos. -¡Maldita puta! ¡¿A quién coño has llamado para que te salve el culo?! ¡¿EH?!- Cada vez que el sujeto buscaba volver a arremeter contra la mujer, tras zafarse del chico, Ren arremetía de nuevo. Por desgracia la pelea no iba bien, le dio un buen golpe en la cabeza al muchacho, contra el borde de una mesa de madera, que lo dejó noqueado unos segundos. Aprovechó ese momento para coger un enorme y viejo jarrón que pensaba usar para golpear la cabeza de la madre del chico. -No... N-No... Ngh...- Reunió fuerzas y la adrenalina y el pánico hicieron el resto del trabajo. -¡No la toques!- Desplegó sus garras y se lanzó a rajarle la garganta al hombre. La sangre salpicó por todos lados en lo que ese tipejo empezaba a caer al suelo mientras moría desangrado rápidamente. Ren respiraba agitado, las manos y las piernas le temblaban. Mierda... ¿Qué había hecho? Su madre estaba en estado de shock, aunque tal vez lo olvidaría todo al día siguiente a causa de las drogas. -Yo me... Me haré cargo de esto. Mierda no... No se cómo pero lo haré. Solo esperemos un poco, ¿vale?- Estaba confuso, en estado de pánico. Acababa de matar a alguien, nunca había llegado a tanto, nunca se salieron tanto de control estas situaciones. Dejó pasar algunas horas y la única solución que vio fue meter el cuerpo en un gran saco, hacer uso de todas sus fuerzas posibles e intentar remolcarlo hasta el inicio de bosque más cercano. Por suerte al ser de noche, un barrio de drogadictos y estar bastante cerca el destino, no supuso un problema. Ya allí excavó duramente con sus propias manos en el terreno, llorando e hiperventilando por la desesperación. ¿Ahora era un criminal? No pensaba ir a prisión por matar a ese desgraciado. No podía permitirlo... Toda su vida se arruinaría. ¿Y qué sería de su madre sin él? Finalmente pudo enterrar el cuerpo, aún dentro de la bolsa y se dispuso a dar media vuelta. Le temblaban mucho las piernas y las manos, la visión parecía algo borrosa quizá aún por el shock del momento. Estaba todo lleno de sangre, los pies descalzos, sucios y con alguna herida. El rostro y el cuerpo cubiertos de moretones, un poco de sangre propia y mucho de la ajena. Todo un espectáculo si alguien le viera. Empezó a andar y andar pero... ¿Por qué no encontraba la salida? Juraría que volvió por el mismo camino. -¿Dónde estoy? No me digas que ahora me he perdido... Esto es fantástico.- Estaba agotado física y mentalmente, solo le faltaba eso para colmar el vaso.
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  • "𝙀𝒔𝙩𝒐... 𝙥𝒂𝙧𝒆𝙘𝒆.. 𝒊𝙧𝒓𝙚𝒂𝙡... ¿𝙇𝒐 𝒆𝙨? ¿𝙀𝒔 𝒓𝙚𝒂𝙡?
    Fandom The Walking Dead
    Categoría Drama

    ㅤㅤㅤㅤ 𝙉𝙤 𝙨𝙚́ 𝙨𝙞 𝙥𝙤𝙙𝙧𝙚́ 𝙖𝙘𝙤𝙨𝙩𝙪𝙢𝙗𝙧𝙖𝙧𝙢𝙚 𝙖... 𝙚𝙨𝙩𝙤...
    ㅤㅤㅤㅤ𝙏𝙤𝙙𝙤 𝙥𝙖𝙧𝙚𝙘𝙚... 𝙣𝙤𝙧𝙢𝙖𝙡
    ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑
    ㅤㅤㅤㅤ˹ 𝑨𝘼𝑹𝙊𝑵 ᴬᵁ


    ㅤㅤㅤㅤ #𝑓l𝑎sℎf𝑜r𝑤a𝑟d #𝑠e𝑎s𝑜n5

    ㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤDespués de más de dos años dando tumbos por el estado de Georgia. Después de peleas, guerras y pérdidas sus pasos los habían llevado hasta Alexandria. Aquel lugar parecía totalmente irreal. Liv se sentía sacada de su propia vida, de nuevo. Otra vez, tenía la sensación que tuvo cuando salía de King County en el coche de Shane y dejaba atrás su vida y todo lo que conocía.

    Los ojos verdes de la hija del sheriff estaban perdidos en aquellas limpias calles, casi como viera el velo de un sueño sacado de su propia imaginación. Sus dedos se entretenían en retirar un hilo suelto de uno de sus guantes, como si sintiera que era demasiado imperfecto, demasiado sucio para un lugar como aquel. Llevaba haciéndolo desde que se había sentado en el sillón de la casa de Deanna y se había encontrado tan gris, tan sucia, tan cansada, en mitad de aquel salón tan elegante, tan limpio… Y había sentido que desentonaba por completo. Ni siquiera recordaba qué le había preguntado la líder de Alexandria y tampoco recordaba qué había respondido y si había sido coherente…

    Las entrevistas todavia continuaban con algunos de los miembros de su grupo, pero su padre le había comentado que les habían asignado dos de aquellas lujosas casas, por lo que mientras su gente se instalaba en el interior de una de ellas, Liv estaba sentada en las escaleras del porche sin encontrar su sitio todavia en aquel pueblo mientras esperaba a que Daryl saliera de la entrevista con Deanna.



    #Personajes3D #3D #Comunidad3D #TheWalkingDead

    credits: Pinterest y LovArt
    psd: tuschen psd 13
    ㅤ ㅤㅤㅤㅤ 𝙉𝙤 𝙨𝙚́ 𝙨𝙞 𝙥𝙤𝙙𝙧𝙚́ 𝙖𝙘𝙤𝙨𝙩𝙪𝙢𝙗𝙧𝙖𝙧𝙢𝙚 𝙖... 𝙚𝙨𝙩𝙤... ㅤㅤㅤㅤ𝙏𝙤𝙙𝙤 𝙥𝙖𝙧𝙚𝙘𝙚... 𝙣𝙤𝙧𝙢𝙖𝙡 ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 ㅤㅤㅤㅤ˹ [AAR0N] ㅤㅤㅤㅤ #𝑓l𝑎sℎf𝑜r𝑤a𝑟d #𝑠e𝑎s𝑜n5 ㅤ ㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤDespués de más de dos años dando tumbos por el estado de Georgia. Después de peleas, guerras y pérdidas sus pasos los habían llevado hasta Alexandria. Aquel lugar parecía totalmente irreal. Liv se sentía sacada de su propia vida, de nuevo. Otra vez, tenía la sensación que tuvo cuando salía de King County en el coche de Shane y dejaba atrás su vida y todo lo que conocía. Los ojos verdes de la hija del sheriff estaban perdidos en aquellas limpias calles, casi como viera el velo de un sueño sacado de su propia imaginación. Sus dedos se entretenían en retirar un hilo suelto de uno de sus guantes, como si sintiera que era demasiado imperfecto, demasiado sucio para un lugar como aquel. Llevaba haciéndolo desde que se había sentado en el sillón de la casa de Deanna y se había encontrado tan gris, tan sucia, tan cansada, en mitad de aquel salón tan elegante, tan limpio… Y había sentido que desentonaba por completo. Ni siquiera recordaba qué le había preguntado la líder de Alexandria y tampoco recordaba qué había respondido y si había sido coherente… Las entrevistas todavia continuaban con algunos de los miembros de su grupo, pero su padre le había comentado que les habían asignado dos de aquellas lujosas casas, por lo que mientras su gente se instalaba en el interior de una de ellas, Liv estaba sentada en las escaleras del porche sin encontrar su sitio todavia en aquel pueblo mientras esperaba a que Daryl saliera de la entrevista con Deanna. #Personajes3D #3D #Comunidad3D #TheWalkingDead credits: Pinterest y LovArt psd: tuschen psd 13
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    El caos después del caos

    Después de tanto tiempo sola…
    Después de tres años que en el mundo sólo fueron tres días…
    Mi propia existencia se ha vuelto un huracán.

    El idioma del Caos —el Tharésh'Kael— late detrás de cada pensamiento.
    Las palabras que aprendí en el Jardín de Sombras, los sellos, los contrasellos…
    Todo suena a eco dentro de mi cráneo como si tuviera un enjambre de voces peleando por hablar a través de mí.

    Arc.
    Veythra.
    La sombra.
    Mi sombra.

    Demasiado.

    Me duele la cabeza como si un filo de luna me cortara desde dentro, y lo único que deseo es desaparecer. No del mundo: de mí.

    Intento dormir, pero ni el día ni la noche me dan tregua.
    La luna se burla, menguante.
    Las sombras me llaman.
    El dragón me vigila.

    Y Akane…
    Akane ya no está.
    Ni siquiera en sueños logro alcanzarla.
    Ni viva ni dormida puedo tocarla.

    Mi único consuelo es la flor de loto sobre la mesita, brillando suavemente como si recordara a quién perteneció.
    Mi Renge.

    Salgo de casa.
    Sola.
    Como todo últimamente.

    En la distancia veo a Ryu.
    La loba solitaria que conoce mejor que nadie el vacío que me rasga el pecho.

    No dice nada.
    No viene.
    Sólo me observa con ese silencio que entiende demasiado.

    Yo me alejo.
    Porque si me acerco… me rompo.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷 El caos después del caos Después de tanto tiempo sola… Después de tres años que en el mundo sólo fueron tres días… Mi propia existencia se ha vuelto un huracán. El idioma del Caos —el Tharésh'Kael— late detrás de cada pensamiento. Las palabras que aprendí en el Jardín de Sombras, los sellos, los contrasellos… Todo suena a eco dentro de mi cráneo como si tuviera un enjambre de voces peleando por hablar a través de mí. Arc. Veythra. La sombra. Mi sombra. Demasiado. Me duele la cabeza como si un filo de luna me cortara desde dentro, y lo único que deseo es desaparecer. No del mundo: de mí. Intento dormir, pero ni el día ni la noche me dan tregua. La luna se burla, menguante. Las sombras me llaman. El dragón me vigila. Y Akane… Akane ya no está. Ni siquiera en sueños logro alcanzarla. Ni viva ni dormida puedo tocarla. Mi único consuelo es la flor de loto sobre la mesita, brillando suavemente como si recordara a quién perteneció. Mi Renge. Salgo de casa. Sola. Como todo últimamente. En la distancia veo a Ryu. La loba solitaria que conoce mejor que nadie el vacío que me rasga el pecho. No dice nada. No viene. Sólo me observa con ese silencio que entiende demasiado. Yo me alejo. Porque si me acerco… me rompo.
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    El caos después del caos

    Después de tanto tiempo sola…
    Después de tres años que en el mundo sólo fueron tres días…
    Mi propia existencia se ha vuelto un huracán.

    El idioma del Caos —el Tharésh'Kael— late detrás de cada pensamiento.
    Las palabras que aprendí en el Jardín de Sombras, los sellos, los contrasellos…
    Todo suena a eco dentro de mi cráneo como si tuviera un enjambre de voces peleando por hablar a través de mí.

    Arc.
    Veythra.
    La sombra.
    Mi sombra.

    Demasiado.

    Me duele la cabeza como si un filo de luna me cortara desde dentro, y lo único que deseo es desaparecer. No del mundo: de mí.

    Intento dormir, pero ni el día ni la noche me dan tregua.
    La luna se burla, menguante.
    Las sombras me llaman.
    El dragón me vigila.

    Y Akane…
    Akane ya no está.
    Ni siquiera en sueños logro alcanzarla.
    Ni viva ni dormida puedo tocarla.

    Mi único consuelo es la flor de loto sobre la mesita, brillando suavemente como si recordara a quién perteneció.
    Mi Renge.

    Salgo de casa.
    Sola.
    Como todo últimamente.

    En la distancia veo a Ryu.
    La loba solitaria que conoce mejor que nadie el vacío que me rasga el pecho.

    No dice nada.
    No viene.
    Sólo me observa con ese silencio que entiende demasiado.

    Yo me alejo.
    Porque si me acerco… me rompo.

    Ryuリュウ・イシュタル・ヨキン Ishtar Yokin
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    El caos después del caos

    Después de tanto tiempo sola…
    Después de tres años que en el mundo sólo fueron tres días…
    Mi propia existencia se ha vuelto un huracán.

    El idioma del Caos —el Tharésh'Kael— late detrás de cada pensamiento.
    Las palabras que aprendí en el Jardín de Sombras, los sellos, los contrasellos…
    Todo suena a eco dentro de mi cráneo como si tuviera un enjambre de voces peleando por hablar a través de mí.

    Arc.
    Veythra.
    La sombra.
    Mi sombra.

    Demasiado.

    Me duele la cabeza como si un filo de luna me cortara desde dentro, y lo único que deseo es desaparecer. No del mundo: de mí.

    Intento dormir, pero ni el día ni la noche me dan tregua.
    La luna se burla, menguante.
    Las sombras me llaman.
    El dragón me vigila.

    Y Akane…
    Akane ya no está.
    Ni siquiera en sueños logro alcanzarla.
    Ni viva ni dormida puedo tocarla.

    Mi único consuelo es la flor de loto sobre la mesita, brillando suavemente como si recordara a quién perteneció.
    Mi Renge.

    Salgo de casa.
    Sola.
    Como todo últimamente.

    En la distancia veo a Ryu.
    La loba solitaria que conoce mejor que nadie el vacío que me rasga el pecho.

    No dice nada.
    No viene.
    Sólo me observa con ese silencio que entiende demasiado.

    Yo me alejo.
    Porque si me acerco… me rompo.

    Ryuリュウ・イシュタル・ヨキン Ishtar Yokin
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