• Muy buenas a todos. Ya queda poco para la llegada del invierno y el frio y la nieve ya están a la vuelta de la esquina. En casa, no pasaremos frio. Mi esposo se asegura que nadie pase frio, bueno, a él no le importa, lógico.
    Muy buenas a todos. Ya queda poco para la llegada del invierno y el frio y la nieve ya están a la vuelta de la esquina. En casa, no pasaremos frio. Mi esposo se asegura que nadie pase frio, bueno, a él no le importa, lógico.
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  • Dentro de no mucho tiempo, Elfhame se volverá a llenar de nieve.
    Dentro de no mucho tiempo, Elfhame se volverá a llenar de nieve.
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  • La nieve cae lenta, el espacio contiene el aliento, no hay viento ni brisa en este amanecer.

    Entre las lápidas cubiertas de escarcha, avanza en silencio, envuelto en un abrigo remendado que apenas contiene el frío. Más grande que muchos hombres, más pesado y fuerte que cualquiera de ellos. Sus huellas son profundas, disparejas, pesadas y lentas.

    𝘌𝘭 𝘣𝘰𝘴𝘲𝘶𝘦 𝘺𝘢 𝘯𝘰 𝘦𝘹𝘪𝘴𝘵𝘦.

    Allí donde antes anidaban aves y corrían arroyos, ahora se alzan columnas de humo y ladrillo. Las bestias han huido; los hombres, en cambio, se multiplican como gusanos enfermos que devoran todo lo bello de esta tierra.

    Y el Monstruo, si es que merece este nombre más que los otros, encontró refugio entre los muertos.

    Los muertos, al menos, no gritan.
    No insultan.
    No disparan.
    No lastiman.

    Al llegar al centro de la parcela, se encuentra con ella tal y como en cada amanecer desde que llegó al cementerio; un ángel de mármol, alas extendidas, mirada perdida, cubierto por una fina capa de escarcha blanca, mil diamantes que no hacen justicia a la belleza de la talla.

    El rostro es sereno, con los labios entreabiertos como si aún susurrara una plegaria, como si la piedra orara con amor.
    Él se queda mirándola hasta que la neblina del alba empieza a teñirse de rosa.

    ▬▬▬ 𝙴𝚛𝚎𝚜 𝚑𝚎𝚛𝚖𝚘𝚜𝚊… ▬▬▬murmura, la voz ronca suena temerosa de romper el silencio▬▬▬ 𝚃𝚊𝚗 𝚋𝚎𝚕𝚕𝚊… 𝚚𝚞𝚎 𝚍𝚞𝚎𝚕𝚎... 𝚖𝚒𝚛𝚊𝚛𝚝𝚎...

    Tiende una mano, sus largos dedos tiemblan y las yemas rozan el mármol helado como mil noches anhelo tocar la tibia piel de una mujer.
    Por un instante, el frío le parece calor.
    Por un instante, cree que aquel ángel lo ve.

    ▬▬▬ 𝚂𝚒 𝚕𝚘𝚜 𝚑𝚘𝚖𝚋𝚛𝚎𝚜 𝚝𝚒𝚎𝚗𝚎𝚗 𝚊𝚕𝚖𝚊𝚜… ▬▬▬susurra▬▬▬, 𝚚𝚞𝚒𝚣á𝚜 𝚝ú 𝚐𝚞𝚊𝚛𝚍𝚎𝚜 𝚕𝚊 𝚖í𝚊... 𝙻𝚊 𝚚𝚞𝚎 𝚖𝚒 𝚌𝚛𝚎𝚊𝚍𝚘𝚛 𝚘𝚕𝚟𝚒𝚍ó 𝚍𝚊𝚛𝚖𝚎.

    Un repentino soplo de viento le arrebata la capucha y la nieve arde sobre su piel.
    Entre los cristales de hielo, un hilo de luz acaricia la estatua.
    El ángel sigue orando.

    Él sonríe, apenas, con una ternura imposible en un rostro tan remendado.

    ▬▬▬ 𝚂𝚒 𝚙𝚞𝚍𝚒𝚎𝚛𝚊 𝚜𝚘ñ𝚊𝚛… 𝚜𝚘ñ𝚊𝚛í𝚊 𝚌𝚘𝚗𝚝𝚒𝚐𝚘... ¿𝙲𝚘𝚗 𝚚𝚞é 𝚜𝚞𝚎ñ𝚊𝚗 𝚕𝚘𝚜 á𝚗𝚐𝚎𝚕𝚎𝚜... 𝚎𝚗 𝚎𝚕 𝚌𝚒𝚎𝚕𝚘?
    La nieve cae lenta, el espacio contiene el aliento, no hay viento ni brisa en este amanecer. Entre las lápidas cubiertas de escarcha, avanza en silencio, envuelto en un abrigo remendado que apenas contiene el frío. Más grande que muchos hombres, más pesado y fuerte que cualquiera de ellos. Sus huellas son profundas, disparejas, pesadas y lentas. 𝘌𝘭 𝘣𝘰𝘴𝘲𝘶𝘦 𝘺𝘢 𝘯𝘰 𝘦𝘹𝘪𝘴𝘵𝘦. Allí donde antes anidaban aves y corrían arroyos, ahora se alzan columnas de humo y ladrillo. Las bestias han huido; los hombres, en cambio, se multiplican como gusanos enfermos que devoran todo lo bello de esta tierra. Y el Monstruo, si es que merece este nombre más que los otros, encontró refugio entre los muertos. Los muertos, al menos, no gritan. No insultan. No disparan. No lastiman. Al llegar al centro de la parcela, se encuentra con ella tal y como en cada amanecer desde que llegó al cementerio; un ángel de mármol, alas extendidas, mirada perdida, cubierto por una fina capa de escarcha blanca, mil diamantes que no hacen justicia a la belleza de la talla. El rostro es sereno, con los labios entreabiertos como si aún susurrara una plegaria, como si la piedra orara con amor. Él se queda mirándola hasta que la neblina del alba empieza a teñirse de rosa. ▬▬▬ 𝙴𝚛𝚎𝚜 𝚑𝚎𝚛𝚖𝚘𝚜𝚊… ▬▬▬murmura, la voz ronca suena temerosa de romper el silencio▬▬▬ 𝚃𝚊𝚗 𝚋𝚎𝚕𝚕𝚊… 𝚚𝚞𝚎 𝚍𝚞𝚎𝚕𝚎... 𝚖𝚒𝚛𝚊𝚛𝚝𝚎... Tiende una mano, sus largos dedos tiemblan y las yemas rozan el mármol helado como mil noches anhelo tocar la tibia piel de una mujer. Por un instante, el frío le parece calor. Por un instante, cree que aquel ángel lo ve. ▬▬▬ 𝚂𝚒 𝚕𝚘𝚜 𝚑𝚘𝚖𝚋𝚛𝚎𝚜 𝚝𝚒𝚎𝚗𝚎𝚗 𝚊𝚕𝚖𝚊𝚜… ▬▬▬susurra▬▬▬, 𝚚𝚞𝚒𝚣á𝚜 𝚝ú 𝚐𝚞𝚊𝚛𝚍𝚎𝚜 𝚕𝚊 𝚖í𝚊... 𝙻𝚊 𝚚𝚞𝚎 𝚖𝚒 𝚌𝚛𝚎𝚊𝚍𝚘𝚛 𝚘𝚕𝚟𝚒𝚍ó 𝚍𝚊𝚛𝚖𝚎. Un repentino soplo de viento le arrebata la capucha y la nieve arde sobre su piel. Entre los cristales de hielo, un hilo de luz acaricia la estatua. El ángel sigue orando. Él sonríe, apenas, con una ternura imposible en un rostro tan remendado. ▬▬▬ 𝚂𝚒 𝚙𝚞𝚍𝚒𝚎𝚛𝚊 𝚜𝚘ñ𝚊𝚛… 𝚜𝚘ñ𝚊𝚛í𝚊 𝚌𝚘𝚗𝚝𝚒𝚐𝚘... ¿𝙲𝚘𝚗 𝚚𝚞é 𝚜𝚞𝚎ñ𝚊𝚗 𝚕𝚘𝚜 á𝚗𝚐𝚎𝚕𝚎𝚜... 𝚎𝚗 𝚎𝚕 𝚌𝚒𝚎𝚕𝚘?
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  • Decidi salir a caminar por la nieve, ya que llevaba dias sin poder descansar, de la universidad, pudiendo ya por fik tener un descanso merecido-

    Brrr hace frio
    Decidi salir a caminar por la nieve, ya que llevaba dias sin poder descansar, de la universidad, pudiendo ya por fik tener un descanso merecido- Brrr hace frio
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  • Si alguna vez me preguntaran como es sentirme enamorado yo diría: Desde el día en que conocí en la nieve a Hael Alistair, fue el día en el que me enamoré de por vida, mi corazón desde ese día tiene solo su nombre, el es mi dueño y asi como es mi dueño también soy dueño de él y lo amo con todo mi ser, porque Hael es lo mas magnífico que me pudo haber pasado, solo el logró que mi corazón se sintiera cálido y bien Hael Alistair
    Si alguna vez me preguntaran como es sentirme enamorado yo diría: Desde el día en que conocí en la nieve a Hael Alistair, fue el día en el que me enamoré de por vida, mi corazón desde ese día tiene solo su nombre, el es mi dueño y asi como es mi dueño también soy dueño de él y lo amo con todo mi ser, porque Hael es lo mas magnífico que me pudo haber pasado, solo el logró que mi corazón se sintiera cálido y bien [quasar_cyan_panda_189]
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  • Aquel día en la nieve se veía tan hermoso el carrusel con la nieve y quería plasmarlo para ti mi vida, este globo de nieve es todo tuyo Sora Kaidou
    Aquel día en la nieve se veía tan hermoso el carrusel con la nieve y quería plasmarlo para ti mi vida, este globo de nieve es todo tuyo [tempest_turquoise_horse_895]
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  • -El menor miraba como la nieve caía, su cabello tenía varios copos de nieve y sonreía suavemente al ver el carrusel acomodó su bufanda y se sentó un momento bebiendo un poco de chocolate caliente-
    -El menor miraba como la nieve caía, su cabello tenía varios copos de nieve y sonreía suavemente al ver el carrusel acomodó su bufanda y se sentó un momento bebiendo un poco de chocolate caliente-
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  • El viento gélido soplaba suavemente, haciendo que la luz azul de las runas en su traje se intensificara. Éste reaccionaba al frío de la aldea Rito, canalizando su energía elemental, pero Link permanecía absorto en lo que aparecía en su Purah Pad, ajeno al clima gracias al elixir de Safflina que había tomado antes de salir.

    Revisaba con detenimiento los puntos que había marcado para localizar el templo que su sensor había detectado, trazando la ruta más eficiente entre senderos y acantilados nevados. Su objetivo era combinar la exploración con la recolección de gemas bubul y minerales, asegurándose de que cada hallazgo contribuyera a mejorar sus armas y armaduras, aprovechando al máximo cada tramo de su recorrido.

    Antes de dirigirse al establo, un par de hojas que se movían extrañamente entre la nieve le recordaron que los Koroks también podrían estar observando, aunque no era momento de detenerse.

    Determinado, guardó el Purah Pad y se encaminó hacia su confiable caballo, dejando que la luz azul del traje iluminara suavemente los senderos mientras comenzaba su travesía hacia donde estimaba que estaba el templo, asegurándose que su visión no se viese comprometida por la ligera bruma de las montañas.

    #SeductiveSunday
    El viento gélido soplaba suavemente, haciendo que la luz azul de las runas en su traje se intensificara. Éste reaccionaba al frío de la aldea Rito, canalizando su energía elemental, pero Link permanecía absorto en lo que aparecía en su Purah Pad, ajeno al clima gracias al elixir de Safflina que había tomado antes de salir. Revisaba con detenimiento los puntos que había marcado para localizar el templo que su sensor había detectado, trazando la ruta más eficiente entre senderos y acantilados nevados. Su objetivo era combinar la exploración con la recolección de gemas bubul y minerales, asegurándose de que cada hallazgo contribuyera a mejorar sus armas y armaduras, aprovechando al máximo cada tramo de su recorrido. Antes de dirigirse al establo, un par de hojas que se movían extrañamente entre la nieve le recordaron que los Koroks también podrían estar observando, aunque no era momento de detenerse. Determinado, guardó el Purah Pad y se encaminó hacia su confiable caballo, dejando que la luz azul del traje iluminara suavemente los senderos mientras comenzaba su travesía hacia donde estimaba que estaba el templo, asegurándose que su visión no se viese comprometida por la ligera bruma de las montañas. #SeductiveSunday
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  • Lo mas podrable es que mi corazon siempre .... quedara congerado y frio como la nieve.
    Lo mas podrable es que mi corazon siempre .... quedara congerado y frio como la nieve.
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  • Al fin había comenzado el invierno, justo empezó a caer la primera nevada. Después de un rato de observar el blanco paisaje a través de su ventana, se animó a tomar su abrigo y salir a dar una vuelta por la ciudad. Despidiéndose de sus dos consentidos gatos, empezó su andanza por las calles, observando cada luz, cada ventana, cada hoja de árbol siendo cubierta por los pequeños copos de nieve, por un momento se olvidó de la gente a su alrededor, ignoró las miradas, solo eran él y el paisaje. El invierno era de sus estaciones favoritas, lo hacía sentir más cálido, más cerca de sí mismo y de los pocos buenos recuerdos que guardaba en el fondo de su mente.
    Cruzando por las calles y girando en las esquinas sin un rumbo definido al principio, decidió que pasaría por alguna tienda para comprarle algo a sus gatos, algunos ingredientes para nuevas recetas, chocolate en cantidades considerables y una buena botella de vino. El día era maravilloso para él, se sentía a gusto, hoy se encontraba feliz. Se sorprendió a sí mismo al encontrarse pensando en que el día sería mejor si tuviera con quién pasarlo y compartir; hacía tiempo que no sentía ese extraño vacío dentro de él, tan antinatural, algo que por mucho tiempo ha intentado rechazar con fuerza.
    Al fin había comenzado el invierno, justo empezó a caer la primera nevada. Después de un rato de observar el blanco paisaje a través de su ventana, se animó a tomar su abrigo y salir a dar una vuelta por la ciudad. Despidiéndose de sus dos consentidos gatos, empezó su andanza por las calles, observando cada luz, cada ventana, cada hoja de árbol siendo cubierta por los pequeños copos de nieve, por un momento se olvidó de la gente a su alrededor, ignoró las miradas, solo eran él y el paisaje. El invierno era de sus estaciones favoritas, lo hacía sentir más cálido, más cerca de sí mismo y de los pocos buenos recuerdos que guardaba en el fondo de su mente. Cruzando por las calles y girando en las esquinas sin un rumbo definido al principio, decidió que pasaría por alguna tienda para comprarle algo a sus gatos, algunos ingredientes para nuevas recetas, chocolate en cantidades considerables y una buena botella de vino. El día era maravilloso para él, se sentía a gusto, hoy se encontraba feliz. Se sorprendió a sí mismo al encontrarse pensando en que el día sería mejor si tuviera con quién pasarlo y compartir; hacía tiempo que no sentía ese extraño vacío dentro de él, tan antinatural, algo que por mucho tiempo ha intentado rechazar con fuerza.
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