• Comiencen...

    ~ Entonces, un grito de guerra y el ejército de Orochi avanzó hacia la aldea enemiga. La tierra temblaba bajo sus pies, y el cielo se oscurecía.

    Mientras ella, con una sonrisa macabra y sus ojos ofidios, observaba la destrucción que sus lacayos imponían. El fuego devoraba las casas de la aldea, y los gritos de los aldeanos llenaban el aire de horror y dolor, mezclándose con el rugido de los combatientes. Los soldados de Orochi eliminaban a cualquier enemigo que se interpusiera en su camino o a cualquiera que tan solo movía un dedo.


    El suelo se cubría de cenizas, cadáveres, sangre y escombros, y la aldea enemiga se desmoronaba ante el ataque violento. El humo se levantaba como un atalaya que avisaba de la masacre ocurrirda.

    Orochi sabía que su dominio se consolidaba aún más, y que cada victoria fortalecía su posición en el peligroso mundo en el que reinaba> ~

    Su venganza se cobró más de 880 vidas inocentes...
    🌺 Comiencen... ~ Entonces, un grito de guerra y el ejército de Orochi avanzó hacia la aldea enemiga. La tierra temblaba bajo sus pies, y el cielo se oscurecía. Mientras ella, con una sonrisa macabra y sus ojos ofidios, observaba la destrucción que sus lacayos imponían. El fuego devoraba las casas de la aldea, y los gritos de los aldeanos llenaban el aire de horror y dolor, mezclándose con el rugido de los combatientes. Los soldados de Orochi eliminaban a cualquier enemigo que se interpusiera en su camino o a cualquiera que tan solo movía un dedo. El suelo se cubría de cenizas, cadáveres, sangre y escombros, y la aldea enemiga se desmoronaba ante el ataque violento. El humo se levantaba como un atalaya que avisaba de la masacre ocurrirda. Orochi sabía que su dominio se consolidaba aún más, y que cada victoria fortalecía su posición en el peligroso mundo en el que reinaba> ~ 🧧Su venganza se cobró más de 880 vidas inocentes...
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  • — Alguna vez dejo de lado todos los disfraces; salgo tal cual soy. Cabello largo, una chaqueta
    de terciopelo, que me recuerda épocas pasadas, y un par de anillos de esmeraldas en la mano
    derecha. Y echo a andar con paso decidido por entre la multitud del centro de la ciudad, de
    esta encantadora y corrupta ciudad sureña; o deambulo lentamente por las playas de arenas
    blancas como la luna, respirando la cálida brisa.
    Nadie se queda mirándome más de un segundo. Hay demasiadas cosas inexplicables a
    nuestro alrededor: horrores, amenazas, misterios que atraen, y que luego inevitablemente
    desencantan. Y se regresa a lo previsible y a lo rutinario. El príncipe nunca va a llegar, todo el
    mundo lo sabe, y, además, quizá la Bella Durmiente esté muerta. ~
    — Alguna vez dejo de lado todos los disfraces; salgo tal cual soy. Cabello largo, una chaqueta de terciopelo, que me recuerda épocas pasadas, y un par de anillos de esmeraldas en la mano derecha. Y echo a andar con paso decidido por entre la multitud del centro de la ciudad, de esta encantadora y corrupta ciudad sureña; o deambulo lentamente por las playas de arenas blancas como la luna, respirando la cálida brisa. Nadie se queda mirándome más de un segundo. Hay demasiadas cosas inexplicables a nuestro alrededor: horrores, amenazas, misterios que atraen, y que luego inevitablemente desencantan. Y se regresa a lo previsible y a lo rutinario. El príncipe nunca va a llegar, todo el mundo lo sabe, y, además, quizá la Bella Durmiente esté muerta. ~
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    Busco a alguien afín a mis gustos, el dark romance, temáticas ligadas al horror, a su vez los temas en los que este puede desglosarse y son de mi particular interés; canibalismo, obsesión, juegos psicológicos, manipulación, terror analógico, etc.

    No soy de poner requisitos, pues e cuanto a líneas me dan igual siempre y cuando sean de aporte al desarrollo del rp mismo, la única aclaración que creo es importante es que no soy una persona paciente, decir que puedo esperar un día o dos por una respuesta sería mentira, comprendo los tiempos de todos y que sus vidas van más allá, pero por lo mismo busco a quien valore también mi tiempo

    Por mi parte ofrezco lo que pido y un detallito más, lineas coherentes qué aporten a la trama, buena memoria, buena disponibilidad, buena comunicación y si me da la inspiración una qué otra escena dibujada (me gusta dibujar y no se me dan tan mal, so) :>

    Eso sería todo, cualquier interesado porfavor de señal de vida o no c, que me tire un camarón aunque sea xd
    Busco a alguien afín a mis gustos, el dark romance, temáticas ligadas al horror, a su vez los temas en los que este puede desglosarse y son de mi particular interés; canibalismo, obsesión, juegos psicológicos, manipulación, terror analógico, etc. No soy de poner requisitos, pues e cuanto a líneas me dan igual siempre y cuando sean de aporte al desarrollo del rp mismo, la única aclaración que creo es importante es que no soy una persona paciente, decir que puedo esperar un día o dos por una respuesta sería mentira, comprendo los tiempos de todos y que sus vidas van más allá, pero por lo mismo busco a quien valore también mi tiempo Por mi parte ofrezco lo que pido y un detallito más, lineas coherentes qué aporten a la trama, buena memoria, buena disponibilidad, buena comunicación y si me da la inspiración una qué otra escena dibujada (me gusta dibujar y no se me dan tan mal, so) :> Eso sería todo, cualquier interesado porfavor de señal de vida o no c, que me tire un camarón aunque sea xd
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  • ʿ𝅄❀؏°.  𝗚𝖺𝖻𝗋𝗂𝖾𝗅  ૮ ˕ʿ⊹࠭


    " Castiga a los traidores y de fé falsa, pues no son útiles ante la presencia del Dios omnipotente. "

    - Hace poco estuvo frente un hombre, cuya vida tenía un buen plan de Dios, sin embargo, éste no lo creyó posible y dudó en pasar las pruebas que sobre él caerían, negándose al plan celestial. Por lo tanto, fue castigado con la falta de visión, ya que no tuvo creencia en las palabras del señor. Gabriel al ser el ángel de las revelaciones y portador de la voluntad de Dios, sintió en carne propia el sentimiento de horror y desesperación del hombre al quedarse ciego repentinamente, más no tuvo expresión de arrepentimiento. Gabriel fue maldecido por el hombre al haberlo castigado, por lo tanto, le otorgó vida corta y desdichada y luego desapareció.

    Los humanos que creían que su vida era de ellos, eran los más débiles, ya que se dejaban consumir por sus emociones y ambiciones, sin prestarle atención a su destino luego de la muerte.

    Era un poco lamentable como la humanidad abandonaba a los humanos poco a poco. -

    #angel #oc
    ʿ𝅄❀؏°.  𝗚𝖺𝖻𝗋𝗂𝖾𝗅  ૮ ˕ʿ⊹࠭ " Castiga a los traidores y de fé falsa, pues no son útiles ante la presencia del Dios omnipotente. " - Hace poco estuvo frente un hombre, cuya vida tenía un buen plan de Dios, sin embargo, éste no lo creyó posible y dudó en pasar las pruebas que sobre él caerían, negándose al plan celestial. Por lo tanto, fue castigado con la falta de visión, ya que no tuvo creencia en las palabras del señor. Gabriel al ser el ángel de las revelaciones y portador de la voluntad de Dios, sintió en carne propia el sentimiento de horror y desesperación del hombre al quedarse ciego repentinamente, más no tuvo expresión de arrepentimiento. Gabriel fue maldecido por el hombre al haberlo castigado, por lo tanto, le otorgó vida corta y desdichada y luego desapareció. Los humanos que creían que su vida era de ellos, eran los más débiles, ya que se dejaban consumir por sus emociones y ambiciones, sin prestarle atención a su destino luego de la muerte. Era un poco lamentable como la humanidad abandonaba a los humanos poco a poco. - #angel #oc
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  • En plena madrugada, Khan sintió la cercanía de la muerte antes de oírla. Un presentimiento atravesó su entendimiento. El grito lejano, horror y pánico, confirmó lo que ya sabía: algo oscuro había cruzado los límites del pueblo.

    Dejó la masa a medio hacer, se sacudió las manos y tomó el abrigo que colgaba junto a la puerta de la panadería. Sus pasos lo guiaron hacia el bosque. El viento frío apenas rozaba su piel endurecida por siglos de batallas. No necesitó buscar el camino; la energía de la muerte era una guía tan clara como un sendero trazado en la tierra.

    Cuando llegó al límite del bosque, lo que vio confirmó sus sospechas. Esparcidos entre hojas y tierra, yacían los restos de una persona, un zapato, una mano. No había necesidad de examinar de cerca para saber que aquello no había sido obra de un animal. Las marcas en la carne y los huesos hablaban de una fuerza brutal.

    Khan respiró hondo, llenando sus pulmones con el hedor de la sangre y la energía que impregnaba el aire. Había algo más: un rastro leve de magia, antiguo pero mal usado, corrupto. Se concentró en el rastro. Un destello, una sombra, un eco. No era un depredador ordinario, era un intruso, uno que pronto descubriría que este pueblo no estaba desprotegido.

    Kalhi NigDurgae
    En plena madrugada, Khan sintió la cercanía de la muerte antes de oírla. Un presentimiento atravesó su entendimiento. El grito lejano, horror y pánico, confirmó lo que ya sabía: algo oscuro había cruzado los límites del pueblo. Dejó la masa a medio hacer, se sacudió las manos y tomó el abrigo que colgaba junto a la puerta de la panadería. Sus pasos lo guiaron hacia el bosque. El viento frío apenas rozaba su piel endurecida por siglos de batallas. No necesitó buscar el camino; la energía de la muerte era una guía tan clara como un sendero trazado en la tierra. Cuando llegó al límite del bosque, lo que vio confirmó sus sospechas. Esparcidos entre hojas y tierra, yacían los restos de una persona, un zapato, una mano. No había necesidad de examinar de cerca para saber que aquello no había sido obra de un animal. Las marcas en la carne y los huesos hablaban de una fuerza brutal. Khan respiró hondo, llenando sus pulmones con el hedor de la sangre y la energía que impregnaba el aire. Había algo más: un rastro leve de magia, antiguo pero mal usado, corrupto. Se concentró en el rastro. Un destello, una sombra, un eco. No era un depredador ordinario, era un intruso, uno que pronto descubriría que este pueblo no estaba desprotegido. [kalh1]
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  • «POV: Boyka»

    Negocio terminado... Sin éxito. Salí de la bodega con gran decepción, yo en serio quería hacer las cosas por las buenas y sin hacer tanto escándalo. —Bueno, se hizo lo que se pudo y aún así salí ganando... ¿Y la gente? —El bar está muerto; ni siquiera quedaron los bartenders, ni hablemos de la clientela. La policía es aterradora para los ineptos.

    Seguía decepcionado cuando salí del bar, dejando un local maltrecho a mis espaldas. Ahora debería buscar a otro proveedor, o hacerlo yo mismo... y ganarme una cita con los peces gordos de la ciudad. Es un asunto muy delicado, no debería ser tan imprudente.

    La ventisca fría de la noche hizo que, por un instante, olvidara mis asuntos. Hubiese permanecido así de no ser por las melodiosas sirenas de la policía, el grito de la gente y una pronunciada columna de humo que se alzaba hasta el cielo a cuatro cuadras desde donde estoy.

    ...

    «POV: Narrador externo»

    Tráfico abundante, calles saturadas en vehículos, un desfile de bocinas que podrían escucharse a cuadras de distancia. Era de esperarse, después de todo nadie quiere perderse las ofertas navideñas. Tantos autos, tantas familias y tantas historias sin contar. No te molesta si nos centramos en una de ellas, ¿verdad?

    Una Honda Odyssey, el vehículo ideal para las familias. De un brillante color rojizo, destacando fuertemente entre el resto de automóviles que poco variaban entre el azul o el negro. Allí van los Jhonson, una feliz familia de cuatro integrantes; Mark, un hombre trabajador y padre de dos adorables niños; Sarah, una madre amorosa y ama de casa; Emily, una niña brillante que ama las aves; y por último, pero no menos importante, Tobias, un chiquillo hiperactivo que adora los deportes de contacto.

    Todo eran risas, todo era felicidad. Luego de un ajetreado día de compras, ya solo faltaba ir por el árbol de navidad que habían encargado hace un día atrás. Lo único que los interrumpe es el tráfico, pero era una oportunidad perfecta para cantar villancicos navideños... y mantener entretenido a Tobias.

    Mark acomoda el espejo retrovisor, dando un fugaz vistazo al par de bendiciones que juegan en los asientos de atrás. Tal vez llegaban a ser problemáticos, berrinchudos y algo malcriados; pero son sus hijos, no podía evitar mirarlos con amor.

    Sus ojos giran en otra dirección, encontrando así la dulce mirada de la mujer que dio a luz a esos niños y le permitió ser el hombre más feliz del mundo; su mujer, su querida esposa. Su último deseo fue que ese breve segundo durara para toda la vida, que fuese eterno para nunca tener que abandonar ese bello sentimiento de satisfacción y plenitud.

    Claro que se cumplió. Por supuesto que se volvió real. Las bocinas, los gritos de los conductores quejumbrosos, las emisoras que debían hacer del embotellamiento algo más pasajero, fueron interrumpidos abruptamente por el estruendoso sonido del acero siendo aplastado, arrancado y arañado.

    Vuelan restos escarlatas sobre los parabrisas cercanos, de ambiguo origen; pintura o sangre, era difícil diferenciarlo entre la confusión.

    Su negrura podría perderse fácilmente en la oscuridad de aquella noche sin luna, sin estrellas, repletas de nubes oscuras. Pero la luz de los faros hacían notable su presencia, perceptible a la vista horrorizada del mundo; allí estaba, aplastando una Honda Odyssey bajo sus negras pezuñas, usando gruesas y puntiagudas garras para trocear poco a poco el capó rojizo del vehículo. Era como un niño inquieto tratando de abrir una bolsa de papas fritas.

    En su mirada no parece haber arrepentimiento, ya que carece de ojos que expresen su infinita angustia. Sin embargo, de aquellas cuencas vacías, derrama un líquido tan negro como el petróleo, no para de salir y manchan cada centímetro de ese blanquecino cráneo donde la carne está ausente. Continúa con su violento actuar, desmantelando el vehículo hasta dar con los pasajeros que perecieron por la mano del monstruo.

    El crujir de la carne y el salpicar de la sangre, eso fue más que suficiente para que la gente reaccionara. Huyen como gallinas, despavoridas empujan a quien sea que tengan enfrente con tal de que su destino no sean las frías fauces de la bestia con los cuernos color carbón.

    Su interés parecía dirigido únicamente a los restos de lo que alguna vez fue una bonita historia de amor, ahora mancillada por sus grises y oscuras zarpas.

    ...

    Noche de desastre. Noche de desgracia. Noche de penas. El rugido de las pistolas y su aliento a pólvora hicieron acto de presencia en la avenida, en el escenario donde se lleva a cabo la tragedia, liberando una lluvia de plomo contra aquello que no comprenden, eso que recibe heridas por doquier y ni siquiera así se detiene.

    Salta de un auto a otro, los aplasta con la inmensa fuerza que ejerce para lanzarse y el peso aterrador de su cuerpo que cae sin remordimientos sobre los techos hasta hacer chillar a los pobres amortiguadores. Tan veloz como el viento, tan decidido como un depredador, la bestia termina atravesando una tormenta de disparos hasta abalanzarse sobre uno de los policías; no hace falta decir que no sobrevivió.

    Los oficiales se dispersan, aterrados e impotentes ante la brutalidad de lo desconocido. Ni siquiera la letalidad de su equipo les permite tener una pizca de calma, pues el monstruo que salió de la nada permanece igual de hambriento e igual de feroz. Los persigue, arrastra sus pezuñas con pesados pasos en busca de las alimañas de las que ansía alimentarse.

    Ellos intentan escapar, escondiéndose entre las patrullas que poco demoran en salir volando ante el violento agarre de la fiera. Gradualmente la tragedia fue decorada con caos; vehículos maltrechos, algunos incendiados, cuerpos inertes de personas que soñaban con un mañana y el fuego de la gasolina fugada por los ataques fieros e inhumanos.
    «POV: Boyka» Negocio terminado... Sin éxito. Salí de la bodega con gran decepción, yo en serio quería hacer las cosas por las buenas y sin hacer tanto escándalo. —Bueno, se hizo lo que se pudo y aún así salí ganando... ¿Y la gente? —El bar está muerto; ni siquiera quedaron los bartenders, ni hablemos de la clientela. La policía es aterradora para los ineptos. Seguía decepcionado cuando salí del bar, dejando un local maltrecho a mis espaldas. Ahora debería buscar a otro proveedor, o hacerlo yo mismo... y ganarme una cita con los peces gordos de la ciudad. Es un asunto muy delicado, no debería ser tan imprudente. La ventisca fría de la noche hizo que, por un instante, olvidara mis asuntos. Hubiese permanecido así de no ser por las melodiosas sirenas de la policía, el grito de la gente y una pronunciada columna de humo que se alzaba hasta el cielo a cuatro cuadras desde donde estoy. ... «POV: Narrador externo» Tráfico abundante, calles saturadas en vehículos, un desfile de bocinas que podrían escucharse a cuadras de distancia. Era de esperarse, después de todo nadie quiere perderse las ofertas navideñas. Tantos autos, tantas familias y tantas historias sin contar. No te molesta si nos centramos en una de ellas, ¿verdad? Una Honda Odyssey, el vehículo ideal para las familias. De un brillante color rojizo, destacando fuertemente entre el resto de automóviles que poco variaban entre el azul o el negro. Allí van los Jhonson, una feliz familia de cuatro integrantes; Mark, un hombre trabajador y padre de dos adorables niños; Sarah, una madre amorosa y ama de casa; Emily, una niña brillante que ama las aves; y por último, pero no menos importante, Tobias, un chiquillo hiperactivo que adora los deportes de contacto. Todo eran risas, todo era felicidad. Luego de un ajetreado día de compras, ya solo faltaba ir por el árbol de navidad que habían encargado hace un día atrás. Lo único que los interrumpe es el tráfico, pero era una oportunidad perfecta para cantar villancicos navideños... y mantener entretenido a Tobias. Mark acomoda el espejo retrovisor, dando un fugaz vistazo al par de bendiciones que juegan en los asientos de atrás. Tal vez llegaban a ser problemáticos, berrinchudos y algo malcriados; pero son sus hijos, no podía evitar mirarlos con amor. Sus ojos giran en otra dirección, encontrando así la dulce mirada de la mujer que dio a luz a esos niños y le permitió ser el hombre más feliz del mundo; su mujer, su querida esposa. Su último deseo fue que ese breve segundo durara para toda la vida, que fuese eterno para nunca tener que abandonar ese bello sentimiento de satisfacción y plenitud. Claro que se cumplió. Por supuesto que se volvió real. Las bocinas, los gritos de los conductores quejumbrosos, las emisoras que debían hacer del embotellamiento algo más pasajero, fueron interrumpidos abruptamente por el estruendoso sonido del acero siendo aplastado, arrancado y arañado. Vuelan restos escarlatas sobre los parabrisas cercanos, de ambiguo origen; pintura o sangre, era difícil diferenciarlo entre la confusión. Su negrura podría perderse fácilmente en la oscuridad de aquella noche sin luna, sin estrellas, repletas de nubes oscuras. Pero la luz de los faros hacían notable su presencia, perceptible a la vista horrorizada del mundo; allí estaba, aplastando una Honda Odyssey bajo sus negras pezuñas, usando gruesas y puntiagudas garras para trocear poco a poco el capó rojizo del vehículo. Era como un niño inquieto tratando de abrir una bolsa de papas fritas. En su mirada no parece haber arrepentimiento, ya que carece de ojos que expresen su infinita angustia. Sin embargo, de aquellas cuencas vacías, derrama un líquido tan negro como el petróleo, no para de salir y manchan cada centímetro de ese blanquecino cráneo donde la carne está ausente. Continúa con su violento actuar, desmantelando el vehículo hasta dar con los pasajeros que perecieron por la mano del monstruo. El crujir de la carne y el salpicar de la sangre, eso fue más que suficiente para que la gente reaccionara. Huyen como gallinas, despavoridas empujan a quien sea que tengan enfrente con tal de que su destino no sean las frías fauces de la bestia con los cuernos color carbón. Su interés parecía dirigido únicamente a los restos de lo que alguna vez fue una bonita historia de amor, ahora mancillada por sus grises y oscuras zarpas. ... Noche de desastre. Noche de desgracia. Noche de penas. El rugido de las pistolas y su aliento a pólvora hicieron acto de presencia en la avenida, en el escenario donde se lleva a cabo la tragedia, liberando una lluvia de plomo contra aquello que no comprenden, eso que recibe heridas por doquier y ni siquiera así se detiene. Salta de un auto a otro, los aplasta con la inmensa fuerza que ejerce para lanzarse y el peso aterrador de su cuerpo que cae sin remordimientos sobre los techos hasta hacer chillar a los pobres amortiguadores. Tan veloz como el viento, tan decidido como un depredador, la bestia termina atravesando una tormenta de disparos hasta abalanzarse sobre uno de los policías; no hace falta decir que no sobrevivió. Los oficiales se dispersan, aterrados e impotentes ante la brutalidad de lo desconocido. Ni siquiera la letalidad de su equipo les permite tener una pizca de calma, pues el monstruo que salió de la nada permanece igual de hambriento e igual de feroz. Los persigue, arrastra sus pezuñas con pesados pasos en busca de las alimañas de las que ansía alimentarse. Ellos intentan escapar, escondiéndose entre las patrullas que poco demoran en salir volando ante el violento agarre de la fiera. Gradualmente la tragedia fue decorada con caos; vehículos maltrechos, algunos incendiados, cuerpos inertes de personas que soñaban con un mañana y el fuego de la gasolina fugada por los ataques fieros e inhumanos.
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  • ¿Por qué sigo vivo Padre? ¿Qué más esperas de mi? LES DI CADA PEDAZO DE MI A TI, A ELLOS, LES ENTREGUE TODO Y MIRA LO QUE HAN HECHO. Este horrendo cadáver hinchado, podrido y en decadencia no es guiado por la razón y la esperanza, es guiado por el horror, el odio y la ignorancia. Deberíamos haber ardido en las llamas de la ambición de Horus antes que vivir para ver esto.

    -Guilliman tomo asiento en su trono de mármol blanco mientras pensaba en sus palabras las cuales no eran más que un cascarón vacío ya que, el no podía creerlas, el sabe que tiene la llama de la esperanza ardiendo a pesar de la adversidad. El hijo más leal del maestro de la humanidad, la herramienta perfecta para repartir dicha llama por el Imperio y devolverle así la gloria que su Padre se encargo de encender en algún momento.-
    ¿Por qué sigo vivo Padre? ¿Qué más esperas de mi? LES DI CADA PEDAZO DE MI A TI, A ELLOS, LES ENTREGUE TODO Y MIRA LO QUE HAN HECHO. Este horrendo cadáver hinchado, podrido y en decadencia no es guiado por la razón y la esperanza, es guiado por el horror, el odio y la ignorancia. Deberíamos haber ardido en las llamas de la ambición de Horus antes que vivir para ver esto. -Guilliman tomo asiento en su trono de mármol blanco mientras pensaba en sus palabras las cuales no eran más que un cascarón vacío ya que, el no podía creerlas, el sabe que tiene la llama de la esperanza ardiendo a pesar de la adversidad. El hijo más leal del maestro de la humanidad, la herramienta perfecta para repartir dicha llama por el Imperio y devolverle así la gloria que su Padre se encargo de encender en algún momento.-
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  • Si supieras el horror precioso que es el Feywild, no estarias tan ansiosa de cruzar ese portal. No te enojes cuando te diga "te lo dije".
    Si supieras el horror precioso que es el Feywild, no estarias tan ansiosa de cruzar ese portal. No te enojes cuando te diga "te lo dije".
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  • Es hora de que conozcan al creador

    * murmuró Jack, casi para sí mismo, mientras ajustaba el último cartucho, la cruz grabada en el cañón brilló como si respondiera a su determinación.

    Decidido, ocultó la pistola bajo su abrigo y camino hacia la negrura que lo llamaba, no buscaba gloria o riqueza, solo cumplir con un propósito: purgar la noche de los horrores para obtener la redención que le prometieron*
    Es hora de que conozcan al creador * murmuró Jack, casi para sí mismo, mientras ajustaba el último cartucho, la cruz grabada en el cañón brilló como si respondiera a su determinación. Decidido, ocultó la pistola bajo su abrigo y camino hacia la negrura que lo llamaba, no buscaba gloria o riqueza, solo cumplir con un propósito: purgar la noche de los horrores para obtener la redención que le prometieron*
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  • La sala estaba fría, impregnada de un silencio cargado, como si incluso el aire temiera moverse. Las sombras de las serpientes se proyectaban en las paredes, danzando con el parpadeo tenue de las antorchas, mientras el reflejo del bronce en sus brazaletes brillaba como ojos atentos.

    —Soy lo que hicieron de mí.

    Sus palabras flotaron en el aire, un murmullo cargado de un doloroso veneno. Mientras hablaba, sus dedos rozaron la superficie de una estatua rota: una figura masculina petrificada, el gesto de horror aún congelado en su rostro.

    —Dijeron que era un monstruo, pero no nací siendo una. Ellos me arrebataron la suavidad de mis días. Ellos hicieron de mi piel una trinchera y de mis lágrimas un arma.

    Se giró, sus ojos dorados buscando algo en la penumbra, como si hablara con una presencia que no estaba allí, o con los fragmentos de quien solía ser.

    —¿Crees que me alegra el destino que cargo? Cada criatura que yace inmóvil ante mí es un eco de mi propia condena. Pero no pido compasión. No la quiero. Es un lujo que ya no entiendo.

    Las serpientes en su cabeza siseaban suavemente, como si compartieran su tristeza, su furia contenida. Dando un paso hacia adelante, su sombra creció en la pared, imponente y casi divina.

    —El mundo no comprende lo que teme. Así que lo destruye... O lo convierte en un arma. Y si debo ser esa arma, que así sea. Pero la sangre de mis víctimas no está en mis manos...
    La sala estaba fría, impregnada de un silencio cargado, como si incluso el aire temiera moverse. Las sombras de las serpientes se proyectaban en las paredes, danzando con el parpadeo tenue de las antorchas, mientras el reflejo del bronce en sus brazaletes brillaba como ojos atentos. —Soy lo que hicieron de mí. Sus palabras flotaron en el aire, un murmullo cargado de un doloroso veneno. Mientras hablaba, sus dedos rozaron la superficie de una estatua rota: una figura masculina petrificada, el gesto de horror aún congelado en su rostro. —Dijeron que era un monstruo, pero no nací siendo una. Ellos me arrebataron la suavidad de mis días. Ellos hicieron de mi piel una trinchera y de mis lágrimas un arma. Se giró, sus ojos dorados buscando algo en la penumbra, como si hablara con una presencia que no estaba allí, o con los fragmentos de quien solía ser. —¿Crees que me alegra el destino que cargo? Cada criatura que yace inmóvil ante mí es un eco de mi propia condena. Pero no pido compasión. No la quiero. Es un lujo que ya no entiendo. Las serpientes en su cabeza siseaban suavemente, como si compartieran su tristeza, su furia contenida. Dando un paso hacia adelante, su sombra creció en la pared, imponente y casi divina. —El mundo no comprende lo que teme. Así que lo destruye... O lo convierte en un arma. Y si debo ser esa arma, que así sea. Pero la sangre de mis víctimas no está en mis manos...
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