• Y has vuelto, con todo el resplandor de tu ser iluminando las vistas ajenas.
    Haciendo sentir el pasado con gusto a un presente incierto pero lleno de alegría.
    Vuelto a sacar sonrisas y llevar en tus hombros el peso de sus expectativas.
    Pero el brillo de tu ser, aquel que se vuelve a levantar después de una caída, el renacimiento de la nueva esperanza que has impuesto en todas aquellas manos solitarias.
    El nuevo comienzo para el nuevo peso que está dispuesto a cargar para creer que aún vale la pena.
    Ahora vale, vales mucho, vales más que cualquiera que quiera opacar tu brillo, vales más en este tiempo perfecto recibido con los brazos abiertos.
    Porque has denotado arrepentimiento y nostalgia, haciendo creer que aquí perteneces.. porque en realidad aquí siempre has pertenecido.
    Has crecido allá afuera, diario, momento a momento volviendo tu mente aquí y cuando nuevamente lo necesitas regresas a la guerra, regresas a la vida, regresas a tu origen con la espera de que todo vuelva a ser como perteneciste.
    Viva los renacimientos, viva el tener siempre un hogar a dónde regresar, viva la vida que un día te habías cansado de tener.
    Viva... Viva mucho... Y viva bien.

    Y has vuelto, con todo el resplandor de tu ser iluminando las vistas ajenas. Haciendo sentir el pasado con gusto a un presente incierto pero lleno de alegría. Vuelto a sacar sonrisas y llevar en tus hombros el peso de sus expectativas. Pero el brillo de tu ser, aquel que se vuelve a levantar después de una caída, el renacimiento de la nueva esperanza que has impuesto en todas aquellas manos solitarias. El nuevo comienzo para el nuevo peso que está dispuesto a cargar para creer que aún vale la pena. Ahora vale, vales mucho, vales más que cualquiera que quiera opacar tu brillo, vales más en este tiempo perfecto recibido con los brazos abiertos. Porque has denotado arrepentimiento y nostalgia, haciendo creer que aquí perteneces.. porque en realidad aquí siempre has pertenecido. Has crecido allá afuera, diario, momento a momento volviendo tu mente aquí y cuando nuevamente lo necesitas regresas a la guerra, regresas a la vida, regresas a tu origen con la espera de que todo vuelva a ser como perteneciste. Viva los renacimientos, viva el tener siempre un hogar a dónde regresar, viva la vida que un día te habías cansado de tener. Viva... Viva mucho... Y viva bien.
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  • Después de un largo día en la tierra, Mark decidió volver al hotel y descansar. La habitación era pequeña, casi austera, sin lujos ni adornos innecesarios. Una cama deshecha, una silla en el rincón junto a una mesa cubierta con papeles, y una ventana que dejaba pasar la luz tenue de un atardecer que se desvanecía rápidamente. Mark estaba solo, sin soldados que lo vigilasen, sin órdenes inmediatas que seguir. Era su último día en la Tierra, antes de regresar a su deber, y aún no estaba listo para partir.

    En la mochila que llevaba consigo, su mirada se detuvo por un instante en un objeto que no estaba relacionado con las batallas, las guerras ni la conquista: un libro. Simplemente lo sacó y lo dejó sobre la mesa, sus dedos rozando la cubierta como si estuviera tocando algo raro, algo ajeno a el. Había encontrado ese libro en su antiguo hogar, escondido en una caja de cartón encima de un armario viejo. Tenía entendido que los libros fueron escritos por su padre, pero nunca les prestó mayor interés. Pero ahora, en la quietud de la habitación, algo le impulsó a abrirlo.

    Lo hojeó por unos momentos hasta llegar a una página que captó su atención. El título en la parte superior decía: "Space Racer: El hombre con el arma INVENCIBLE". Sin querer, su rostro adoptó una ligera expresión de curiosidad. Se acomodó en la silla y comenzó a leer.

    —Buen titulo, papá. —Dijo el, mostrando una leve sonrisa.

    —"𝙋𝙤𝙘𝙤 𝙨𝙚 𝙨𝙖𝙗𝙞́𝙖 𝙨𝙤𝙗𝙧𝙚 𝙚𝙡 𝙎𝙥𝙖𝙘𝙚 𝙍𝙖𝙘𝙚𝙧. 𝙀𝙧𝙖 𝙪𝙣 𝙢𝙞𝙨𝙩𝙚𝙧𝙞𝙤, 𝙪𝙣𝙖 𝙛𝙞𝙜𝙪𝙧𝙖 𝙡𝙚𝙜𝙚𝙣𝙙𝙖𝙧𝙞𝙖. 𝙎𝙪𝙨 𝙝𝙞𝙨𝙩𝙤𝙧𝙞𝙖𝙨 𝙖𝙗𝙖𝙧𝙘𝙖𝙣 𝟭𝟮 𝙜𝙖𝙡𝙖𝙭𝙞𝙖𝙨 𝙮 𝙩𝙤𝙙𝙖𝙨 𝙚𝙡𝙡𝙖𝙨 𝙞𝙣𝙘𝙡𝙪𝙞́𝙖𝙣 𝙪𝙣𝙖 𝙘𝙤𝙣𝙨𝙩𝙖𝙣𝙩𝙚:

    —"𝙄𝙉𝙁𝙄𝙉𝙄𝙏𝙔 𝙍𝘼𝙔" —Realizó una breve pausa al leer aquel nombre, luego continuó con la lectura.

    —"𝙎𝙚 𝙙𝙚𝙘𝙞́𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙢𝙞𝙩𝙞́𝙖 𝙪𝙣𝙖 𝙤𝙣𝙙𝙖 𝙙𝙚 𝙚𝙣𝙚𝙧𝙜𝙞́𝙖 𝙞𝙢𝙥𝙖𝙧𝙖𝙗𝙡𝙚 𝙦𝙪𝙚 𝙙𝙚𝙨𝙩𝙧𝙪𝙞́𝙖 𝙩𝙤𝙙𝙤 𝙖 𝙨𝙪 𝙥𝙖𝙨𝙤: 𝙖𝙨𝙩𝙚𝙧𝙤𝙞𝙙𝙚𝙨, 𝙨𝙖𝙩𝙚́𝙡𝙞𝙩𝙚𝙨, 𝙥𝙡𝙖𝙣𝙚𝙩𝙖𝙨 𝙮 𝙚𝙨𝙩𝙧𝙚𝙡𝙡𝙖𝙨. 𝙋𝙚𝙧𝙤 𝙧𝙚𝙦𝙪𝙚𝙧𝙞́𝙖 𝙪𝙣 𝙥𝙪𝙡𝙨𝙤 𝙛𝙞𝙧𝙢𝙚 𝙮 𝙢𝙖́𝙨 𝙞𝙢𝙥𝙤𝙧𝙩𝙖𝙣𝙩𝙚 𝙖𝙪́𝙣, 𝙪𝙣𝙖 𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙛𝙞𝙧𝙢𝙚. 𝙉𝙖𝙙𝙞𝙚 𝙥𝙪𝙙𝙤 𝙖𝙘𝙚𝙧𝙘𝙖𝙧𝙨𝙚 𝙖 𝙄𝙣𝙛𝙞𝙣𝙞𝙩𝙮 𝙍𝙖𝙮 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙚𝙨𝙩𝙪𝙙𝙞𝙖𝙧 𝙚𝙡 𝙖𝙧𝙢𝙖 𝙥𝙤𝙧 𝙨𝙪 𝙘𝙪𝙚𝙣𝙩𝙖".

    —"𝙎𝙞 𝙄𝙣𝙛𝙞𝙣𝙞𝙩𝙮 𝙍𝙖𝙮 𝙚𝙨 𝙧𝙚𝙖𝙡 𝙮 𝙚𝙨 𝙩𝙖́𝙣 𝙥𝙤𝙙𝙚𝙧𝙤𝙨𝙤 𝙘𝙤𝙢𝙤 𝙡𝙖𝙨 𝙝𝙞𝙨𝙩𝙤𝙧𝙞𝙖𝙨 𝙙𝙞𝙘𝙚𝙣, 𝙧𝙚𝙥𝙧𝙚𝙨𝙚𝙣𝙩𝙖 𝙪𝙣 𝙜𝙧𝙖𝙣 𝙥𝙚𝙡𝙞𝙜𝙧𝙤 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙣𝙪𝙚𝙨𝙩𝙧𝙖 𝙢𝙞𝙨𝙞𝙤́𝙣"

    Mark cerró el libro por un momento, pensativo. Había algo en la historia que le resonaba, algo que sentía profundamente en su ser. El concepto de ser imparable, de ser tan fuerte que nadie pudiera desafiarte. En cierto modo, Space Racer, con su arma destructiva, le recordaba a el mismo. El cazador sin escrúpulos, imparable, brutal... y vacío.

    Después de un largo día en la tierra, Mark decidió volver al hotel y descansar. La habitación era pequeña, casi austera, sin lujos ni adornos innecesarios. Una cama deshecha, una silla en el rincón junto a una mesa cubierta con papeles, y una ventana que dejaba pasar la luz tenue de un atardecer que se desvanecía rápidamente. Mark estaba solo, sin soldados que lo vigilasen, sin órdenes inmediatas que seguir. Era su último día en la Tierra, antes de regresar a su deber, y aún no estaba listo para partir. En la mochila que llevaba consigo, su mirada se detuvo por un instante en un objeto que no estaba relacionado con las batallas, las guerras ni la conquista: un libro. Simplemente lo sacó y lo dejó sobre la mesa, sus dedos rozando la cubierta como si estuviera tocando algo raro, algo ajeno a el. Había encontrado ese libro en su antiguo hogar, escondido en una caja de cartón encima de un armario viejo. Tenía entendido que los libros fueron escritos por su padre, pero nunca les prestó mayor interés. Pero ahora, en la quietud de la habitación, algo le impulsó a abrirlo. Lo hojeó por unos momentos hasta llegar a una página que captó su atención. El título en la parte superior decía: "Space Racer: El hombre con el arma INVENCIBLE". Sin querer, su rostro adoptó una ligera expresión de curiosidad. Se acomodó en la silla y comenzó a leer. —Buen titulo, papá. —Dijo el, mostrando una leve sonrisa. —"𝙋𝙤𝙘𝙤 𝙨𝙚 𝙨𝙖𝙗𝙞́𝙖 𝙨𝙤𝙗𝙧𝙚 𝙚𝙡 𝙎𝙥𝙖𝙘𝙚 𝙍𝙖𝙘𝙚𝙧. 𝙀𝙧𝙖 𝙪𝙣 𝙢𝙞𝙨𝙩𝙚𝙧𝙞𝙤, 𝙪𝙣𝙖 𝙛𝙞𝙜𝙪𝙧𝙖 𝙡𝙚𝙜𝙚𝙣𝙙𝙖𝙧𝙞𝙖. 𝙎𝙪𝙨 𝙝𝙞𝙨𝙩𝙤𝙧𝙞𝙖𝙨 𝙖𝙗𝙖𝙧𝙘𝙖𝙣 𝟭𝟮 𝙜𝙖𝙡𝙖𝙭𝙞𝙖𝙨 𝙮 𝙩𝙤𝙙𝙖𝙨 𝙚𝙡𝙡𝙖𝙨 𝙞𝙣𝙘𝙡𝙪𝙞́𝙖𝙣 𝙪𝙣𝙖 𝙘𝙤𝙣𝙨𝙩𝙖𝙣𝙩𝙚: —"𝙄𝙉𝙁𝙄𝙉𝙄𝙏𝙔 𝙍𝘼𝙔" —Realizó una breve pausa al leer aquel nombre, luego continuó con la lectura. —"𝙎𝙚 𝙙𝙚𝙘𝙞́𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙢𝙞𝙩𝙞́𝙖 𝙪𝙣𝙖 𝙤𝙣𝙙𝙖 𝙙𝙚 𝙚𝙣𝙚𝙧𝙜𝙞́𝙖 𝙞𝙢𝙥𝙖𝙧𝙖𝙗𝙡𝙚 𝙦𝙪𝙚 𝙙𝙚𝙨𝙩𝙧𝙪𝙞́𝙖 𝙩𝙤𝙙𝙤 𝙖 𝙨𝙪 𝙥𝙖𝙨𝙤: 𝙖𝙨𝙩𝙚𝙧𝙤𝙞𝙙𝙚𝙨, 𝙨𝙖𝙩𝙚́𝙡𝙞𝙩𝙚𝙨, 𝙥𝙡𝙖𝙣𝙚𝙩𝙖𝙨 𝙮 𝙚𝙨𝙩𝙧𝙚𝙡𝙡𝙖𝙨. 𝙋𝙚𝙧𝙤 𝙧𝙚𝙦𝙪𝙚𝙧𝙞́𝙖 𝙪𝙣 𝙥𝙪𝙡𝙨𝙤 𝙛𝙞𝙧𝙢𝙚 𝙮 𝙢𝙖́𝙨 𝙞𝙢𝙥𝙤𝙧𝙩𝙖𝙣𝙩𝙚 𝙖𝙪́𝙣, 𝙪𝙣𝙖 𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙛𝙞𝙧𝙢𝙚. 𝙉𝙖𝙙𝙞𝙚 𝙥𝙪𝙙𝙤 𝙖𝙘𝙚𝙧𝙘𝙖𝙧𝙨𝙚 𝙖 𝙄𝙣𝙛𝙞𝙣𝙞𝙩𝙮 𝙍𝙖𝙮 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙚𝙨𝙩𝙪𝙙𝙞𝙖𝙧 𝙚𝙡 𝙖𝙧𝙢𝙖 𝙥𝙤𝙧 𝙨𝙪 𝙘𝙪𝙚𝙣𝙩𝙖". —"𝙎𝙞 𝙄𝙣𝙛𝙞𝙣𝙞𝙩𝙮 𝙍𝙖𝙮 𝙚𝙨 𝙧𝙚𝙖𝙡 𝙮 𝙚𝙨 𝙩𝙖́𝙣 𝙥𝙤𝙙𝙚𝙧𝙤𝙨𝙤 𝙘𝙤𝙢𝙤 𝙡𝙖𝙨 𝙝𝙞𝙨𝙩𝙤𝙧𝙞𝙖𝙨 𝙙𝙞𝙘𝙚𝙣, 𝙧𝙚𝙥𝙧𝙚𝙨𝙚𝙣𝙩𝙖 𝙪𝙣 𝙜𝙧𝙖𝙣 𝙥𝙚𝙡𝙞𝙜𝙧𝙤 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙣𝙪𝙚𝙨𝙩𝙧𝙖 𝙢𝙞𝙨𝙞𝙤́𝙣" Mark cerró el libro por un momento, pensativo. Había algo en la historia que le resonaba, algo que sentía profundamente en su ser. El concepto de ser imparable, de ser tan fuerte que nadie pudiera desafiarte. En cierto modo, Space Racer, con su arma destructiva, le recordaba a el mismo. El cazador sin escrúpulos, imparable, brutal... y vacío.
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  • ¡Damas y caballeros, amantes del boxeo, prepárense porque esta noche no es como cualquier otra! ¡Esta noche, las luces del coliseo tiemblan, los tambores del destino retumban, y el rugido del pasado vuelve a despertar!

    ¡Porque regresa el hombre que una vez hizo temblar la lona con cada pisada! ¡El que convirtió el dolor en furia, la caída en ascenso, el silencio en leyenda! ¡Sí, señoras y señores, escúchenlo bien… porque vuelve el único, el indomable, el feroz… *¡El Lobo Negro Arakawa!*

    ¡Después de años fuera del cuadrilátero! ¡Después de cirugías, rehabilitaciones, noches largas y dolorosas en la sombra de su gloria… Arakawa ha sanado! ¡Sus puños están listos, su mirada arde, y su espíritu ruge más fuerte que nunca!

    ¡Dicen que una bestia herida es aún más peligrosa… y esta bestia ha vuelto para reclamar lo que es suyo! ¡Prepárense para una guerra en el ring, porque esta noche… *El Lobo Negro caza de nuevo*!
    ¡Damas y caballeros, amantes del boxeo, prepárense porque esta noche no es como cualquier otra! ¡Esta noche, las luces del coliseo tiemblan, los tambores del destino retumban, y el rugido del pasado vuelve a despertar! ¡Porque regresa el hombre que una vez hizo temblar la lona con cada pisada! ¡El que convirtió el dolor en furia, la caída en ascenso, el silencio en leyenda! ¡Sí, señoras y señores, escúchenlo bien… porque vuelve el único, el indomable, el feroz… *¡El Lobo Negro Arakawa!* ¡Después de años fuera del cuadrilátero! ¡Después de cirugías, rehabilitaciones, noches largas y dolorosas en la sombra de su gloria… Arakawa ha sanado! ¡Sus puños están listos, su mirada arde, y su espíritu ruge más fuerte que nunca! ¡Dicen que una bestia herida es aún más peligrosa… y esta bestia ha vuelto para reclamar lo que es suyo! ¡Prepárense para una guerra en el ring, porque esta noche… *El Lobo Negro caza de nuevo*!
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  • - Se escuchaba el ruido de la televisión de fondo mientras ella se estaba vistiendo con pantalón negro , camisa negra y un cinturon del mismo tono.

    " Noticias internacionales, el día de ayer en el lado oeste de Londres, la policía encontró, en el departamento de uno de los integrantes de la familia Carbone, una escena escalofriante.
    Aún se está investigando para saber si Paul Carbone que podría ser el cuerpo descuartizado que se encontró, junto a más de 8 de su equipo de seguridad.
    Las cámaras de seguridad no captaron nada solo hubo interferencia en ciertos puntos.
    Los vecinos del lugar tampoco vieron a nadie salir , ¿Será un asesinato perfectamente ejecutado, o un ataque de ira por parte del integrante de la familia Carbone?
    Lo sabremos dentro de los días "

    La mujer escucho la noticia mientras se preparaba un mokaccino, el café se había vuelto su mejor amigo estos meses para mantenerse despierta. En eso su teléfono suena , mira el número y reconoce el prefijo, Turquía -

    Aló..

    : En que diablos pensabas mujer!. Por esa razón mandaste a tu hijo conmigo?

    También es un gusto escucharte Asla, tanto tiempo.

    : no me cambies el tema, toma el primer vuelo y ven a casa. Necesito los detalles de lo que ocurre ... Hermana

    - esa palabra no la había escuchado en más de 20 años cuando a los 15 se fue de la protección de los Soykan.-

    Bien iré pero te responderé solo lo que puedas saber

    : Enviaré a Ati para que vaya a recogerte al aeropuerto.

    -del otro lado colgaron el teléfono, y la joven solo suspiro, Aslan era astuto pero impulsivo, no podía contarle todo si lo hacía podía involucrarlos en una guerra estúpida. Tomo su chaqueta , miro un momento la televisión y luego la apagó, saliendo de la habitación en dirección al aeropuerto -
    - Se escuchaba el ruido de la televisión de fondo mientras ella se estaba vistiendo con pantalón negro , camisa negra y un cinturon del mismo tono. " Noticias internacionales, el día de ayer en el lado oeste de Londres, la policía encontró, en el departamento de uno de los integrantes de la familia Carbone, una escena escalofriante. Aún se está investigando para saber si Paul Carbone que podría ser el cuerpo descuartizado que se encontró, junto a más de 8 de su equipo de seguridad. Las cámaras de seguridad no captaron nada solo hubo interferencia en ciertos puntos. Los vecinos del lugar tampoco vieron a nadie salir , ¿Será un asesinato perfectamente ejecutado, o un ataque de ira por parte del integrante de la familia Carbone? Lo sabremos dentro de los días " La mujer escucho la noticia mientras se preparaba un mokaccino, el café se había vuelto su mejor amigo estos meses para mantenerse despierta. En eso su teléfono suena , mira el número y reconoce el prefijo, Turquía - Aló.. 📱: En que diablos pensabas mujer!. Por esa razón mandaste a tu hijo conmigo? También es un gusto escucharte Asla, tanto tiempo. 📱: no me cambies el tema, toma el primer vuelo y ven a casa. Necesito los detalles de lo que ocurre ... Hermana - esa palabra no la había escuchado en más de 20 años cuando a los 15 se fue de la protección de los Soykan.- Bien iré pero te responderé solo lo que puedas saber 📱: Enviaré a Ati para que vaya a recogerte al aeropuerto. -del otro lado colgaron el teléfono, y la joven solo suspiro, Aslan era astuto pero impulsivo, no podía contarle todo si lo hacía podía involucrarlos en una guerra estúpida. Tomo su chaqueta , miro un momento la televisión y luego la apagó, saliendo de la habitación en dirección al aeropuerto -
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  • Año 4E 200 — Skyrim, al borde de la ruptura

    El viento ruge en las montañas, pero los oídos de los hombres han olvidado cómo escucharlo.
    Los clanes se fragmentan, los Vigilantes de Stendarr rastrean pactos oscuros, y el Imperio apenas respira tras su guerra contra el Dominio Aldmeri.

    En medio de esta calma quebradiza, el mundo tiembla por una razón que aún no comprende:

    Dos Sangres de Dragón han despertado.

    El primero, elegido por los dioses, siente en su alma el deber de proteger el equilibrio.

    La segunda, nacida del rugido de Alduin, carga un linaje que el mundo debería temer… pero ella no comparte la voluntad de su creador.

    Alduin la observa desde más allá del tiempo.
    Él la ve como su legado, su heredera, su criatura destinada a ser llama y fin.
    Ella, en cambio, se pregunta si su sangre define su destino… o si aún puede elegir otro camino.

    Los dragones duermen.
    El grito ancestral retumba en sueños.
    Y las estrellas aguardan la elección que cambiará el curso de Nirn.
    Año 4E 200 — Skyrim, al borde de la ruptura El viento ruge en las montañas, pero los oídos de los hombres han olvidado cómo escucharlo. Los clanes se fragmentan, los Vigilantes de Stendarr rastrean pactos oscuros, y el Imperio apenas respira tras su guerra contra el Dominio Aldmeri. En medio de esta calma quebradiza, el mundo tiembla por una razón que aún no comprende: Dos Sangres de Dragón han despertado. El primero, elegido por los dioses, siente en su alma el deber de proteger el equilibrio. La segunda, nacida del rugido de Alduin, carga un linaje que el mundo debería temer… pero ella no comparte la voluntad de su creador. Alduin la observa desde más allá del tiempo. Él la ve como su legado, su heredera, su criatura destinada a ser llama y fin. Ella, en cambio, se pregunta si su sangre define su destino… o si aún puede elegir otro camino. Los dragones duermen. El grito ancestral retumba en sueños. Y las estrellas aguardan la elección que cambiará el curso de Nirn.
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  • Ella lo amaba. Con la clase de amor que se queda incluso cuando todo arde, incluso cuando la esperanza es apenas un murmullo. Lo amaba con las manos heridas de tanto intentar sostenerlo, con los ojos cansados de buscar en él algo que quisiera salvarse. Pero no bastó.

    Porque el amor no lo puede todo.

    A veces el desastre tiene raíces más profundas que el cariño. A veces alguien se aferra tanto a su propio abismo que ninguna voz alcanza, ningún gesto conmueve. Y ella lo entendió tarde: no se puede salvar a quien no quiere ser salvado. No importa cuánto ames, no importa cuánta luz lleves contigo si el otro ha elegido la sombra.

    No fue falta de amor. Fue exceso de caos.

    El amor no basta cuando el alma del otro es una casa en ruinas que él mismo incendia cada noche. No cuando su dolor es más fuerte que tu abrazo. No cuando se hunde sabiendo que tú estás ahí, y aún así elige no mirar atrás.

    Ella aprendió que el amor no es redención. Que el amor no reconstruye lo que el otro ha decidido destruir. Y que quedarse, a veces, es perderse también.

    Así que se fue. No por falta de amor, sino por amor propio. Porque incluso amar tiene un límite. Porque no todas las guerras se ganan con ternura.

    Y porque algunos desastres son más grandes que cualquier intento de salvar.
    Ella lo amaba. Con la clase de amor que se queda incluso cuando todo arde, incluso cuando la esperanza es apenas un murmullo. Lo amaba con las manos heridas de tanto intentar sostenerlo, con los ojos cansados de buscar en él algo que quisiera salvarse. Pero no bastó. Porque el amor no lo puede todo. A veces el desastre tiene raíces más profundas que el cariño. A veces alguien se aferra tanto a su propio abismo que ninguna voz alcanza, ningún gesto conmueve. Y ella lo entendió tarde: no se puede salvar a quien no quiere ser salvado. No importa cuánto ames, no importa cuánta luz lleves contigo si el otro ha elegido la sombra. No fue falta de amor. Fue exceso de caos. El amor no basta cuando el alma del otro es una casa en ruinas que él mismo incendia cada noche. No cuando su dolor es más fuerte que tu abrazo. No cuando se hunde sabiendo que tú estás ahí, y aún así elige no mirar atrás. Ella aprendió que el amor no es redención. Que el amor no reconstruye lo que el otro ha decidido destruir. Y que quedarse, a veces, es perderse también. Así que se fue. No por falta de amor, sino por amor propio. Porque incluso amar tiene un límite. Porque no todas las guerras se ganan con ternura. Y porque algunos desastres son más grandes que cualquier intento de salvar.
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  • Track 01

    —Esta melodía no fue compuesta con teclas, fue tejida con memoria. La encontré flotando en el espacio y proviene de los datos residuales que flotaban en el aire. No fue una canción compuesta. Fue rescatada como si él, en sus últimos momentos, ya supiera cómo su corazón debía sonar.—

    Rae se inclina y activa una vieja grabadora. Un zumbido suave inicia. Las primeras notas suenan como pulsos electromagnéticos: un ritmo constante, sin alma, sin dirección.

    —Esta es la primera de muchas melodías que nacieron de una historia muy particular:

    Un robot, diseñado para la guerra, encontró un propósito inesperado "gustarle a una chica". No entendía qué era eso al principio. ¿Cambiar? ¿Por qué? Pero comenzó. Los cambios fueron lentos, primero la mirada, luego la voz y al final, logró que su corazón, un núcleo de circuitos, latiera como si hubiera nacido con uno. Es la tristeza del comienzo: un ser hecho para destruir, que observa al mundo con ojos de acero. El tema inicial susurra con un tono monótono: “El amor es una mentira.” Él lo dice sin emoción. No hay cuerdas, no hay luz. Solo notas secas, como una lluvia de chatarra. Pero luego, el ritmo se suaviza. Los acordes menores comienzan a mezclarse con destellos mayores, como si el robot sintiera por primera vez algo que jamás habia sentido, una caricia. El algoritmo no mentía. Ella había apretado sus botones. Literalmente. La melodía se desvanece en un susurro de esperanza, una disonancia que ya no duele sino que anhela. Y así comenzó todo. La sinfonía de alguien que no sabía qué era ser humano hasta que quiso serlo por amor. #bringingbackmemories
    Track 01 —Esta melodía no fue compuesta con teclas, fue tejida con memoria. La encontré flotando en el espacio y proviene de los datos residuales que flotaban en el aire. No fue una canción compuesta. Fue rescatada como si él, en sus últimos momentos, ya supiera cómo su corazón debía sonar.— Rae se inclina y activa una vieja grabadora. Un zumbido suave inicia. Las primeras notas suenan como pulsos electromagnéticos: un ritmo constante, sin alma, sin dirección. —Esta es la primera de muchas melodías que nacieron de una historia muy particular: Un robot, diseñado para la guerra, encontró un propósito inesperado "gustarle a una chica". No entendía qué era eso al principio. ¿Cambiar? ¿Por qué? Pero comenzó. Los cambios fueron lentos, primero la mirada, luego la voz y al final, logró que su corazón, un núcleo de circuitos, latiera como si hubiera nacido con uno. Es la tristeza del comienzo: un ser hecho para destruir, que observa al mundo con ojos de acero. El tema inicial susurra con un tono monótono: “El amor es una mentira.” Él lo dice sin emoción. No hay cuerdas, no hay luz. Solo notas secas, como una lluvia de chatarra. Pero luego, el ritmo se suaviza. Los acordes menores comienzan a mezclarse con destellos mayores, como si el robot sintiera por primera vez algo que jamás habia sentido, una caricia. El algoritmo no mentía. Ella había apretado sus botones. Literalmente. La melodía se desvanece en un susurro de esperanza, una disonancia que ya no duele sino que anhela. Y así comenzó todo. La sinfonía de alguien que no sabía qué era ser humano hasta que quiso serlo por amor. #bringingbackmemories
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
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    " Cada noche, tejía sueños para los mortales: unos dulces, otros aterradores, todos necesarios. Sin embargo, desde hacía un tiempo, algo en él había cambiado.

    Ya no disfrutaba del arte de soñar.

    Los colores se le desvanecían entre los dedos. Donde antes ponía jardines imposibles y cielos de fuego danzante, ahora solo quedaban grises sin forma. No entendía por qué. No había guerras en su reino, no había enemigos visibles. Pero sentía un peso, como una sombra constante sobre su pecho. Una tristeza callada que ni el sueño más alegre lograba disipar.

    —¿Qué me sucede? —preguntó una noche a su reflejo en el estanque de los sueños no cumplidos.

    El reflejo no respondió.

    Desesperado, Morfeo descendió al mundo de los humanos, disfrazado de viento. Quería entender qué causaba ese vacío en su pecho. Se posó sobre la frente de una niña que lloraba en silencio, en una habitación donde las paredes se habían acostumbrado a ignorar el dolor.

    En su sueño, la niña le habló:

    —¿Tú también te sientes solo aunque todos te vean? —

    Y Morfeo entendió.

    Él, creador de sueños, se había olvidado de soñar para sí mismo. Había vivido siglos entre las ilusiones de otros, sin permitirse tener las suyas. Había cuidado los corazones ajenos, pero descuidado el suyo.

    Entonces lloró. No como un dios, sino como un alma.

    Y de esas lágrimas nació un nuevo tipo de sueño: uno que mezclaba dolor y esperanza, pérdida y renacimiento. Un sueño más humano. Más real.

    Desde entonces, Morfeo siguió tejiendo, pero ya no para escapar del dolor, sino para aceptarlo y transformarlo. La tristeza no se fue, pero se convirtió en compañera, en inspiración, en parte del arte.

    Porque incluso en el reino de los sueños, también hay espacio para la melancolía."
    " Cada noche, tejía sueños para los mortales: unos dulces, otros aterradores, todos necesarios. Sin embargo, desde hacía un tiempo, algo en él había cambiado. Ya no disfrutaba del arte de soñar. Los colores se le desvanecían entre los dedos. Donde antes ponía jardines imposibles y cielos de fuego danzante, ahora solo quedaban grises sin forma. No entendía por qué. No había guerras en su reino, no había enemigos visibles. Pero sentía un peso, como una sombra constante sobre su pecho. Una tristeza callada que ni el sueño más alegre lograba disipar. —¿Qué me sucede? —preguntó una noche a su reflejo en el estanque de los sueños no cumplidos. El reflejo no respondió. Desesperado, Morfeo descendió al mundo de los humanos, disfrazado de viento. Quería entender qué causaba ese vacío en su pecho. Se posó sobre la frente de una niña que lloraba en silencio, en una habitación donde las paredes se habían acostumbrado a ignorar el dolor. En su sueño, la niña le habló: —¿Tú también te sientes solo aunque todos te vean? — Y Morfeo entendió. Él, creador de sueños, se había olvidado de soñar para sí mismo. Había vivido siglos entre las ilusiones de otros, sin permitirse tener las suyas. Había cuidado los corazones ajenos, pero descuidado el suyo. Entonces lloró. No como un dios, sino como un alma. Y de esas lágrimas nació un nuevo tipo de sueño: uno que mezclaba dolor y esperanza, pérdida y renacimiento. Un sueño más humano. Más real. Desde entonces, Morfeo siguió tejiendo, pero ya no para escapar del dolor, sino para aceptarlo y transformarlo. La tristeza no se fue, pero se convirtió en compañera, en inspiración, en parte del arte. Porque incluso en el reino de los sueños, también hay espacio para la melancolía."
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  • —Mi tiempo libre consiste en estudiar y averiguar algunas cosas de mis antepasados,No sabia que mi Tatara Abuelo Joseph fue veterano de la segunda guerra,voluntario para la Armada Estadounidense en la guerra de Vietnam y Voluntario para la Armada Argentina durante el Conflicto de las Islas Malvinas..me hubiera encantado conocerlo..
    —Mi tiempo libre consiste en estudiar y averiguar algunas cosas de mis antepasados,No sabia que mi Tatara Abuelo Joseph fue veterano de la segunda guerra,voluntario para la Armada Estadounidense en la guerra de Vietnam y Voluntario para la Armada Argentina durante el Conflicto de las Islas Malvinas..me hubiera encantado conocerlo..
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  • El cielo apenas comenzaba a teñirse de un naranja pálido cuando Kaori abrió los ojos. No por gusto, sino porque el maldito reloj biológico insistía en que era hora de arrastrarse fuera de la cama. Se quedó acostada un minuto más, observando el techo con el ceño fruncido, como si le guardara rencor por existir.

    —Otra vez este mundo de idiotas —murmuró, su voz ronca por el sueño.

    Se sentó al borde del colchón y estiró los brazos, su camisón negro colgando de un hombro. Fuera, el canto de algún pájaro la hizo rodar los ojos.

    A veces pensaba que la humanidad estaba condenada. No por guerras ni enfermedades. No. Por la estupidez. Por esa masa de gente que vive con el cerebro apagado, que se cree interesante porque vio un video viral o repite frases motivacionales como si fueran sabiduría antigua.

    Mientras se vestía con su habitual conjunto negro y se ajustaba las botas gastadas, Kaori pensó en lo que le esperaba: más gente vacía, buscando tragos que los hicieran sentir profundos por cinco minutos. Algunos creían que ella, por servir copas en un bar de mala muerte, era igual de hueca. Pero al menos Kaori sabía quién era. Y eso, en su opinión, ya la ponía por encima del 90% de la población.

    Salió a la calle sin desayunar, encendiendo un cigarro mientras el viento le revolvía el cabello oscuro.

    —Vamos, mundo. A ver con qué estupidez me sorprendes hoy —masculló con desdén, mientras el sol comenzaba a escalar por el horizonte.
    El cielo apenas comenzaba a teñirse de un naranja pálido cuando Kaori abrió los ojos. No por gusto, sino porque el maldito reloj biológico insistía en que era hora de arrastrarse fuera de la cama. Se quedó acostada un minuto más, observando el techo con el ceño fruncido, como si le guardara rencor por existir. —Otra vez este mundo de idiotas —murmuró, su voz ronca por el sueño. Se sentó al borde del colchón y estiró los brazos, su camisón negro colgando de un hombro. Fuera, el canto de algún pájaro la hizo rodar los ojos. A veces pensaba que la humanidad estaba condenada. No por guerras ni enfermedades. No. Por la estupidez. Por esa masa de gente que vive con el cerebro apagado, que se cree interesante porque vio un video viral o repite frases motivacionales como si fueran sabiduría antigua. Mientras se vestía con su habitual conjunto negro y se ajustaba las botas gastadas, Kaori pensó en lo que le esperaba: más gente vacía, buscando tragos que los hicieran sentir profundos por cinco minutos. Algunos creían que ella, por servir copas en un bar de mala muerte, era igual de hueca. Pero al menos Kaori sabía quién era. Y eso, en su opinión, ya la ponía por encima del 90% de la población. Salió a la calle sin desayunar, encendiendo un cigarro mientras el viento le revolvía el cabello oscuro. —Vamos, mundo. A ver con qué estupidez me sorprendes hoy —masculló con desdén, mientras el sol comenzaba a escalar por el horizonte.
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