-Tarde 2 semanas en hacer este labial, pero quedo perfecto, una sola marca de este sirve para proteger hasta de la ira de un dios.... ahora siento que mi cuerpo esta gritando en 24 idiomas distintos no saben cuanto mana gaste en hacer una sola barrita- la bruja se desplomo en su silla suspirando agotada
-Tarde 2 semanas en hacer este labial, pero quedo perfecto, una sola marca de este sirve para proteger hasta de la ira de un dios.... ahora siento que mi cuerpo esta gritando en 24 idiomas distintos no saben cuanto mana gaste en hacer una sola barrita- la bruja se desplomo en su silla suspirando agotada
Crónica de la Luna IX – El alma que habita en mi (Final de la saga la luz de la luna)
Cuando Selin, la Elunai, murió protegiendo a su hija, no sólo ancló su alma en la Luna.
En aquel instante también quebró un ciclo antiguo, dormido desde el primer eclipse.
La niña que llevaba en su vientre jamás vio la luz.
Su pequeño corazón se apagó, pero su alma no desapareció.
Como un cristal quebrado por el choque del caos y la luna, se dividió en dos fragmentos.
Uno de esos fragmentos regresó al regazo de Elunai,
fundido con el eco plateado de Selin,
tejido con paciencia por Xinia, la raposa de luna.
El otro fragmento lo arrebató Shobu, espíritu ardiente del Sol,
y lo guardó en su fuego como una chispa perdida del origen.
Ambos fragmentos vagaron, dispersos en el cosmos,
hasta que los hilos del destino se entrelazaron en un solo cuerpo:
Lili, la Umbrélun.
Nacida con su propia alma, sí,
pero también con el alma de aquella heredera rota.
Dos voces latiendo en un solo corazón,
dos memorias buscando un mismo rostro en el espejo de la eternidad.
Su ser se mece entre sombras vivientes y susurros lunares,
alimentado por el caos de su padre y protegido por la herencia de Selin.
Pero en su interior arde un secreto aún sellado:
el poder del Sol y de la Luna, aguardando el momento de despertar.
Porque Lili no es sólo hija de la penumbra,
ni sólo guardiana del resplandor.
Es el Eclipse hecho carne:
la llama escondida en la sombra,
la sombra abrazada por la luz.
Un día, cuando las memorias de Xinia y Shobu regresen a llamarla,
cuando ambas almas en su interior dejen de luchar y comiencen a danzar,
el mundo volverá a presenciar el poder que Selin nunca imaginó.
"Porque a veces, en el silencio de la noche, algo despierta en mí.
No son palabras, sino luces que arden detrás de mis ojos,
dibujos de dragones lunares trazados en las estrellas.
El viento me susurra frases en lenguas que no alcanzo a descifrar,
y siento que mi alma no me pertenece por completo.
Es la otra voz, la otra mitad,
la que duerme y a la vez me guía.
No sé si es un don o una condena,
pero presiento que guarda el secreto de los dragones lunares,
aquellos custodios extintos que una vez velaron por el equilibrio.
Y aunque no comprendo su llamado,
sé que un día tendré que responder.
Porque lo que habita en mí
no es silencio, ni sombra, ni fuego…
es un Eclipse aguardando nacer."
Crónica de la Luna IX – El alma que habita en mi (Final de la saga la luz de la luna)
Cuando Selin, la Elunai, murió protegiendo a su hija, no sólo ancló su alma en la Luna.
En aquel instante también quebró un ciclo antiguo, dormido desde el primer eclipse.
La niña que llevaba en su vientre jamás vio la luz.
Su pequeño corazón se apagó, pero su alma no desapareció.
Como un cristal quebrado por el choque del caos y la luna, se dividió en dos fragmentos.
Uno de esos fragmentos regresó al regazo de Elunai,
fundido con el eco plateado de Selin,
tejido con paciencia por Xinia, la raposa de luna.
El otro fragmento lo arrebató Shobu, espíritu ardiente del Sol,
y lo guardó en su fuego como una chispa perdida del origen.
Ambos fragmentos vagaron, dispersos en el cosmos,
hasta que los hilos del destino se entrelazaron en un solo cuerpo:
Lili, la Umbrélun.
Nacida con su propia alma, sí,
pero también con el alma de aquella heredera rota.
Dos voces latiendo en un solo corazón,
dos memorias buscando un mismo rostro en el espejo de la eternidad.
Su ser se mece entre sombras vivientes y susurros lunares,
alimentado por el caos de su padre y protegido por la herencia de Selin.
Pero en su interior arde un secreto aún sellado:
el poder del Sol y de la Luna, aguardando el momento de despertar.
Porque Lili no es sólo hija de la penumbra,
ni sólo guardiana del resplandor.
Es el Eclipse hecho carne:
la llama escondida en la sombra,
la sombra abrazada por la luz.
Un día, cuando las memorias de Xinia y Shobu regresen a llamarla,
cuando ambas almas en su interior dejen de luchar y comiencen a danzar,
el mundo volverá a presenciar el poder que Selin nunca imaginó.
"Porque a veces, en el silencio de la noche, algo despierta en mí.
No son palabras, sino luces que arden detrás de mis ojos,
dibujos de dragones lunares trazados en las estrellas.
El viento me susurra frases en lenguas que no alcanzo a descifrar,
y siento que mi alma no me pertenece por completo.
Es la otra voz, la otra mitad,
la que duerme y a la vez me guía.
No sé si es un don o una condena,
pero presiento que guarda el secreto de los dragones lunares,
aquellos custodios extintos que una vez velaron por el equilibrio.
Y aunque no comprendo su llamado,
sé que un día tendré que responder.
Porque lo que habita en mí
no es silencio, ni sombra, ni fuego…
es un Eclipse aguardando nacer."
En los albores del tiempo, en la tela primordial del espacio. La dualidad más grande de todas se había formado. Aquello que da origen a la incesante guerra entre 2 fuerzas opuestas marcaría para siempre la naturaleza de las criaturas que habitarían este universo. La EXISTENCIA y EL VACIO, por lo que la conciencia misma de la energía se ha materializado en 10 criaturas que serían las encargadas de moldear este retorcido Génesis, que aún en constante conflicto llevarían a cabo la misión de dar a luz a un universo y un macro ecosistema que daría un sendero a este desborde de energía. LA VIDA. A su vez, el vacío también intentaba tragar toda forma de existencia, creando así LA MUERTE.
La primera Raza, los dioses de este universo. La forma de vida primordial, fueron los llamados Dragones, y estos 10 dragones fueron creando según sus criterios. Estos 10 hermanos (por llamarlos de alguna forma) crearon a sus "hijos" en base a su imagen y semejanza. Uno de esos hermanos, quien fuera el más cercano a la fuerza del vacío, era Yo. De los 10 dragones, se podría decir que era el más horrendo, ya que mi misión era encargarme de todo lo que era "deforme", todo lo que era "indeseable". La enfermedad, la aberración, la muerte, la extinción. Básicamente "el final de la existencia de cada ser."
Estos 10 hermanos dragones también tienen su misión y visión de como debería ser este universo...Pero eso ya es historia para otro momento.
En los albores del tiempo, en la tela primordial del espacio. La dualidad más grande de todas se había formado. Aquello que da origen a la incesante guerra entre 2 fuerzas opuestas marcaría para siempre la naturaleza de las criaturas que habitarían este universo. La EXISTENCIA y EL VACIO, por lo que la conciencia misma de la energía se ha materializado en 10 criaturas que serían las encargadas de moldear este retorcido Génesis, que aún en constante conflicto llevarían a cabo la misión de dar a luz a un universo y un macro ecosistema que daría un sendero a este desborde de energía. LA VIDA. A su vez, el vacío también intentaba tragar toda forma de existencia, creando así LA MUERTE.
La primera Raza, los dioses de este universo. La forma de vida primordial, fueron los llamados Dragones, y estos 10 dragones fueron creando según sus criterios. Estos 10 hermanos (por llamarlos de alguna forma) crearon a sus "hijos" en base a su imagen y semejanza. Uno de esos hermanos, quien fuera el más cercano a la fuerza del vacío, era Yo. De los 10 dragones, se podría decir que era el más horrendo, ya que mi misión era encargarme de todo lo que era "deforme", todo lo que era "indeseable". La enfermedad, la aberración, la muerte, la extinción. Básicamente "el final de la existencia de cada ser."
Estos 10 hermanos dragones también tienen su misión y visión de como debería ser este universo...Pero eso ya es historia para otro momento.
Tipo
Individual
Líneas
Cualquier línea
Estado
Disponible
0
turnos
0
maullidos
Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
¿Saben qué es lo más complicado de interpretar a un desquiciado sin escrúpulos, completamente fuera de sí? Que prácticamente ningún personaje logra encajar con él, y eso me limita bastante a la hora de rolear. Pero como soy tan terco como una mula, no pienso suavizar a mi personaje ni convertir a Mark en un “uy, lo siento, ¿quieres que te sirva un café, preciosa?” o en un “yo no mato, me da ansiedadaa~”.
Mi Mark es un psicópata, un sádico sin un gramo de empatía, alguien que no dudaría en empujarte de un puente si le das la mínima oportunidad. Y así seguirá siendo hasta que yo decida dejarlo. Y si lees esto y tienes un personaje canon al que respetas tal y como es, ¡felicidades! eres grandioso.
PD: y es por eso que no me aparezco mucho por aquí. Salvo por un rol todo bonito que tengo con otros personajes. ~
¿Saben qué es lo más complicado de interpretar a un desquiciado sin escrúpulos, completamente fuera de sí? Que prácticamente ningún personaje logra encajar con él, y eso me limita bastante a la hora de rolear. Pero como soy tan terco como una mula, no pienso suavizar a mi personaje ni convertir a Mark en un “uy, lo siento, ¿quieres que te sirva un café, preciosa?” o en un “yo no mato, me da ansiedadaa~”.
Mi Mark es un psicópata, un sádico sin un gramo de empatía, alguien que no dudaría en empujarte de un puente si le das la mínima oportunidad. Y así seguirá siendo hasta que yo decida dejarlo. Y si lees esto y tienes un personaje canon al que respetas tal y como es, ¡felicidades! eres grandioso.
PD: y es por eso que no me aparezco mucho por aquí. Salvo por un rol todo bonito que tengo con otros personajes. ~
Un hombre con una pila de volantes le había entregado uno en su mano antes de seguir su camino. Alaska no tuvo tiempo de rechazarlo, así que solo lo sostuvo, y se detuvo un momento en la acera ignorando el flujo de gente.
«Sonríe, dios te ama» leyó en el papel.
— ¿Y si no sonrio . . . deja de amarme?
Un hombre con una pila de volantes le había entregado uno en su mano antes de seguir su camino. Alaska no tuvo tiempo de rechazarlo, así que solo lo sostuvo, y se detuvo un momento en la acera ignorando el flujo de gente.
«Sonríe, dios te ama» leyó en el papel.
— ¿Y si no sonrio . . . deja de amarme?