• Una Cazadora
    Fandom Devil May Cry
    Categoría Acción
    El bar Devil’s Scoop está casi vacío, iluminado por luces neón rosa y azul que parpadean perezosamente. Afuera llueve, pero adentro huele a azúcar tostada y café caliente. A esta hora nadie pide helados… excepto ella.

    Dante, cabello blanco cayendo en mechones rebeldes y chaqueta roja abierta sobre una camiseta corta, está sentada en la barra. Con una mano sostiene un enorme sundae de chocolate y cereza. Con la otra hace girar absentemente una cuchara entre los dedos, como si fuera un arma.

    Se nota que está aburrida, el tipo de aburrimiento que solo una cazadora de demonios extremadamente poderosa puede sentir cuando la vida se vuelve demasiado tranquila. Mira el sundae como si esperara que de repente saltara para atacarla.

    Mientras la música suave llena el bar, las puertas se abren con un leve chirrido. Entra un desconocido para ella. La notas de inmediato: la chica de cabello blanco, postura despreocupada pero peligrosa, ojos que parecen capaces de atravesar paredes… o almas.
    El bar Devil’s Scoop está casi vacío, iluminado por luces neón rosa y azul que parpadean perezosamente. Afuera llueve, pero adentro huele a azúcar tostada y café caliente. A esta hora nadie pide helados… excepto ella. Dante, cabello blanco cayendo en mechones rebeldes y chaqueta roja abierta sobre una camiseta corta, está sentada en la barra. Con una mano sostiene un enorme sundae de chocolate y cereza. Con la otra hace girar absentemente una cuchara entre los dedos, como si fuera un arma. Se nota que está aburrida, el tipo de aburrimiento que solo una cazadora de demonios extremadamente poderosa puede sentir cuando la vida se vuelve demasiado tranquila. Mira el sundae como si esperara que de repente saltara para atacarla. Mientras la música suave llena el bar, las puertas se abren con un leve chirrido. Entra un desconocido para ella. La notas de inmediato: la chica de cabello blanco, postura despreocupada pero peligrosa, ojos que parecen capaces de atravesar paredes… o almas.
    Tipo
    Individual
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
    Me gusta
    Me encocora
    2
    11 turnos 0 maullidos
  • - Que culpa tengo yo, si me atraen y me encantan las mujeres mandonas .. cuando hablan con ese porte de comandante militar .., me prenden lo admito .
    - Que culpa tengo yo, si me atraen y me encantan las mujeres mandonas .. cuando hablan con ese porte de comandante militar .., me prenden lo admito .
    Me gusta
    1
    12 turnos 0 maullidos

  • ── Siempre el niñero de alguien, nunca comandante estelar.
    ㅤ ── Siempre el niñero de alguien, nunca comandante estelar.
    Me gusta
    Me enjaja
    2
    0 turnos 0 maullidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    ❛ ㅤㅤㅤ 𝐂𝐡𝐞𝐥𝐝𝐨𝐫𝐚𝐝𝐨.
    ㅤ ㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤ
    ㅤ ㅤㅤ ㅤㅤㅤ ୧⸽ ፧ ㅤ 𝐫𝐞𝐚𝐝 𝐛𝐞𝐟𝐨𝐫𝐞 𝐚𝐝𝐝
    ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ 𝐬𝐡𝐞/𝐡𝐞𝐫ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤㅤ
    ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ
    ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ
    ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ
    ㅤ ㅤ ゚「 ¿Creen que son los únicos
    ㅤ ㅤㅤ con ansias de aventuras? 」。 ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ
    ㅤ ㅤ
    ㅤ ㅤ
    ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ 𝗯𝗮𝘀𝗶𝗰
    ㅤ ㅤ ㅤ
    ㅤ ㅤ ㅤ
    ㅤ ㅤ ㅤ 𝒂. nombre: Chel.
    ㅤ ㅤ ㅤ 𝒃. edad: atemporal
    ㅤ ㅤ ㅤ 𝒄. residencia: El Dorado, más varía según el rol.
    ㅤ ㅤ ㅤ 𝒅. orientación sexual: heterosexual
    ㅤ ㅤ ㅤ 𝒆. pronombres: ella/la
    ㅤ ㅤ ㅤ 𝒇. especie: humana
    ㅤ ㅤ ㅤ 𝒈. FC: animado
    ㅤ ㅤ ㅤㅤ ㅤ ✗ avatar secundario ㅤ

    ㅤ ㅤ ㅤ
    ㅤ ㅤ ㅤ
    ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ 𝗯𝗶𝗼𝗴𝗿𝗮𝗽𝗵𝘆
    ㅤ ㅤ ㅤ
    ㅤ ㅤ ㅤ
    ㅤ ㅤ ㅤ Nacida en el seno de una familia humilde dentro de las profundidades de El Dorado, Chel se crió bajo la estricta enseñanza de que sólo aquellos con poder y estatus obtenían lo que deseaban, quedándose ella con nada más que las sobras e ilusiones de un futuro prometedor.

    Con 11 años la abuela de Chel, una curandera poco reconocida entre el poblado indígena, la instruyó en el básico arte de la medicinas y la curación mediante remedios caseros. Más, aunque Chel aprendió con rapidez y sin quejas de por medio, jamás ejerció lo aprendido, trayendo así la decepción de la matriarca de su hogar y las miradas desaprobatorias de su familia.
    ㅤ ㅤ ㅤ
    A sus diecinueve años, Chel ya había abandonado el hogar que la vió crecer para convertirse en una ávida ladronzuela, robando así el oro necesario para largarse del pueblo que la tenía atada con cadenas imaginarias y empezar una nueva vida fuera de El Dorado.

    Un día, al ser capturada por los vigías en mitad de un acto de hurto, la joven Chel dió con Miguel y Tulio, dos españoles llegados desde las costas Europeas quiénes se hicieron pasar por falsos dioses para así obtener el favor del pueblo y llevarse su oro.

    Chel, al ser la única en aquel momento en descubrir su fachada, se unió al dúo para mantener la farsa con la promesa de huir con ellos una vez todo hubiera culminado.

    ㅤ ㅤ ㅤ
    ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ 𝗿𝗲𝗹𝗮𝘁𝗶𝗼𝗻𝘀𝗵𝗶𝗽
    ㅤ ㅤ ㅤ
    ㅤ ㅤ ㅤ
    ㅤ ㅤ ㅤ ⊱ Tulio.
    ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ꠴ amigo y pareja.
    ㅤ ㅤ ㅤ ⊱ Miguel.
    ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ꠴ amigo.
    ㅤ ㅤ ㅤ
    ㅤ ㅤ ㅤ
    ㅤ ㅤ ㅤ
    ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ 𝗮𝗱𝗱𝗶𝘁𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹
    ㅤ ㅤ ㅤ
    ㅤ ㅤ ㅤ
    ㅤ ㅤ ㅤ 𝒊. habilidades: inteligencia, sigilo, liderazgo, seducción, manipulación.
    ㅤ ㅤ ㅤ 𝒊𝒊. hobbies: robar, bailar.
    ㅤ ㅤ ㅤ 𝒊𝒊𝒊. objetivos: irse de El Dorado para aventurarse en tierras lejanas.
    ㅤ ㅤ ㅤ 𝒊𝒗. ocupación: no tiene.
    ㅤ ㅤ ㅤ 𝒗. aliados: Miguel y Tulio.
    ㅤ ㅤ ㅤ
    ㅤ ㅤ ㅤ
    ㅤ ㅤ ㅤ

    ㅤ ㅤ ㅤ
    ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ 𝗼𝗳𝗳 𝗿𝗼𝗹
    ㅤ ㅤ ㅤ
    ㅤ ㅤ ㅤ
    ㅤ ㅤ ㅤ 𝒊. ¡Hola! Antes que nada, gracias por tomarte el tiempo de leerme.
    ㅤ ㅤ ㅤ 𝒊𝒊. Puedes referirte a mí con el seudónimo de Via.
    ㅤ ㅤ ㅤ 𝒊𝒊𝒊. Pido mucha paciencia, porque soy un caos andante.
    ㅤ ㅤ ㅤ 𝒊𝒗. Roleo en tercera persona y en muro.
    ㅤ ㅤ ㅤ 𝒗. El personaje pertenece al mundo de El Dorado, pero me tomaré la libertad de adaptar su trama para futuros roles y posibles AUs.
    ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ
    ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ
    ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ
    ㅤ ㅤ
    ❛ ㅤㅤㅤ 𝐂𝐡𝐞𝐥𝐝𝐨𝐫𝐚𝐝𝐨. ㅤ ㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤ ㅤ ㅤㅤ ㅤㅤㅤ ୧⸽ ፧ ㅤ 𝐫𝐞𝐚𝐝 𝐛𝐞𝐟𝐨𝐫𝐞 𝐚𝐝𝐝 ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ 𝐬𝐡𝐞/𝐡𝐞𝐫ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ゚「 ¿Creen que son los únicos ㅤ ㅤㅤ con ansias de aventuras? 」。 ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ 𝗯𝗮𝘀𝗶𝗰 ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ 𝒂. nombre: Chel. ㅤ ㅤ ㅤ 𝒃. edad: atemporal ㅤ ㅤ ㅤ 𝒄. residencia: El Dorado, más varía según el rol. ㅤ ㅤ ㅤ 𝒅. orientación sexual: heterosexual ㅤ ㅤ ㅤ 𝒆. pronombres: ella/la ㅤ ㅤ ㅤ 𝒇. especie: humana ㅤ ㅤ ㅤ 𝒈. FC: animado ㅤ ㅤ ㅤㅤ ㅤ ✗ avatar secundario ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ 𝗯𝗶𝗼𝗴𝗿𝗮𝗽𝗵𝘆 ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ Nacida en el seno de una familia humilde dentro de las profundidades de El Dorado, Chel se crió bajo la estricta enseñanza de que sólo aquellos con poder y estatus obtenían lo que deseaban, quedándose ella con nada más que las sobras e ilusiones de un futuro prometedor. Con 11 años la abuela de Chel, una curandera poco reconocida entre el poblado indígena, la instruyó en el básico arte de la medicinas y la curación mediante remedios caseros. Más, aunque Chel aprendió con rapidez y sin quejas de por medio, jamás ejerció lo aprendido, trayendo así la decepción de la matriarca de su hogar y las miradas desaprobatorias de su familia. ㅤ ㅤ ㅤ A sus diecinueve años, Chel ya había abandonado el hogar que la vió crecer para convertirse en una ávida ladronzuela, robando así el oro necesario para largarse del pueblo que la tenía atada con cadenas imaginarias y empezar una nueva vida fuera de El Dorado. Un día, al ser capturada por los vigías en mitad de un acto de hurto, la joven Chel dió con Miguel y Tulio, dos españoles llegados desde las costas Europeas quiénes se hicieron pasar por falsos dioses para así obtener el favor del pueblo y llevarse su oro. Chel, al ser la única en aquel momento en descubrir su fachada, se unió al dúo para mantener la farsa con la promesa de huir con ellos una vez todo hubiera culminado. ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ 𝗿𝗲𝗹𝗮𝘁𝗶𝗼𝗻𝘀𝗵𝗶𝗽 ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ⊱ Tulio. ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ꠴ amigo y pareja. ㅤ ㅤ ㅤ ⊱ Miguel. ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ꠴ amigo. ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ 𝗮𝗱𝗱𝗶𝘁𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹 ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ 𝒊. habilidades: inteligencia, sigilo, liderazgo, seducción, manipulación. ㅤ ㅤ ㅤ 𝒊𝒊. hobbies: robar, bailar. ㅤ ㅤ ㅤ 𝒊𝒊𝒊. objetivos: irse de El Dorado para aventurarse en tierras lejanas. ㅤ ㅤ ㅤ 𝒊𝒗. ocupación: no tiene. ㅤ ㅤ ㅤ 𝒗. aliados: Miguel y Tulio. ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ 𝗼𝗳𝗳 𝗿𝗼𝗹 ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ 𝒊. ¡Hola! Antes que nada, gracias por tomarte el tiempo de leerme. ㅤ ㅤ ㅤ 𝒊𝒊. Puedes referirte a mí con el seudónimo de Via. ㅤ ㅤ ㅤ 𝒊𝒊𝒊. Pido mucha paciencia, porque soy un caos andante. ㅤ ㅤ ㅤ 𝒊𝒗. Roleo en tercera persona y en muro. ㅤ ㅤ ㅤ 𝒗. El personaje pertenece al mundo de El Dorado, pero me tomaré la libertad de adaptar su trama para futuros roles y posibles AUs. ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ
    Me encocora
    Me gusta
    5
    0 comentarios 0 compartidos
  • VIII. Augusta Vindelicorum
    Fandom Kuroshitsuji/Black Butler OC y otros
    Categoría Otros
    Las largas horas de viaje habían agotado terriblemente a Jean, que difícilmente pudo mantener un rostro educado ni la actitud afable habitual con el señor Heinrich; de hecho, ante cada conversación, asentía con una sonrisa débil o forzada, intentando mantener su rol de anfitrión solícito incluso cuando se hallaban lejos de la mansión Phantomhive.

    Además, con lo quisquilloso que solía ser Jean con la apariencia, el calor distintivo de agosto lo irritaba profundamente, detestando sentirse sucio por el sudor, o sofocado por el fuerte sol.

    Pero eso cambió cuando viajaron por el ferry de vapor.

    En la proa, Jean se maravilló ante la vista del mar del norte.

    Recordando haberla visto por primera vez en su infancia, cuando, junto a Charles Grey, había viajado hacia Howick Hall, el hogar ancestral de su familia; Northumberland estaba ubicado al norte de Inglaterra, cerca de Bamburgh, donde el mar podía observarse por el horizonte.

    En cambio, aquí Jean se vio rodeado de un azul profundo, donde el mar parecía no tener fin y el aroma a sal fue intenso.

    —Tal cual como la recuerdo —musitó, guardando el aliento, mientras se aferraba a la barandilla para no caerse del mirador.

    En ese instante, en sus ojos pareció reflejarse el mar, sin poder diferenciarse la tonalidad de azules, cálidos como el clima que los arropaba con una refrescante brisa.

    Jean había quedado fascinado, y sin importarle guardar las apariencias, había mostrado genuina alegría, incluso, el mareo que había sufrido inicialmente parecía haber menguado por su emoción infantil.

    Naturalmente, esta reacción se debió a que fue la primera vez que viajaba tan lejos de casa.

    —Côte d'Opale —pronunció en un excelente francés, volviendo a maravillarse por las vistas.

    La costa de Ópalo era una ladera de un profundo verde que bordeaba el mar y el canal de la mancha; es decir, que con solo verla podían saber que se encontraban en Francia.

    Era parte del itinerario pisar suelo francés, dirigirse a París y desde allí, tomar un tren hacia Munich. Estando ahí debían tomar otro tren que los dejaría finalmente en Augsburgo.

    En principio, si Jean hubiera sabido que el viaje sería tan extenuante, hubiera declinado.

    Sin embargo, la tarea que se tenía entre manos necesitaba de su presencia. No podía delegársela a nadie, pues, no existía en el mundo nadie más capaz que el mismo Jean para ejecutarla.

    Así, tras pisar suelo firme y tener otras horas de viaje en tren, ambos caballeros arribaron a la Ciudad de la Luz.

    —La Ville Lumière —murmuró Jean, mirando las luces de la Torre Eiffel y de los edificios circundantes con fascinación.

    La noche parecía fulgurante bajo la iluminación eléctrica, creando un ambiente de ensueño.

    Jean sentía el cuerpo fatigado, y algunas náuseas todavía lo afectaban por el viaje en ferry.

    Pero quiso caminar un poco más, conocer algo de París.

    Tan entusiasmado por ello como si nunca pudiera regresar.

    Tan estúpidamente infantil.

    —¿Le gustaría dar un paseo? —propuso con la voz rasposa, dirigiéndole una sonrisa débil por el cansancio. —Si su deseo es descansar, lo entenderé. El hotel se encuentra cerca.

    Hizo una seña con la cabeza hacia la edificación en cuestión.

    Sintiéndose tontamente esperanzado con la idea de ser acompañado.

    «Cálmate un poco» se reprochó con vergüenza.

    Estaba comportándose inapropiadamente.
    Las largas horas de viaje habían agotado terriblemente a Jean, que difícilmente pudo mantener un rostro educado ni la actitud afable habitual con el señor Heinrich; de hecho, ante cada conversación, asentía con una sonrisa débil o forzada, intentando mantener su rol de anfitrión solícito incluso cuando se hallaban lejos de la mansión Phantomhive. Además, con lo quisquilloso que solía ser Jean con la apariencia, el calor distintivo de agosto lo irritaba profundamente, detestando sentirse sucio por el sudor, o sofocado por el fuerte sol. Pero eso cambió cuando viajaron por el ferry de vapor. En la proa, Jean se maravilló ante la vista del mar del norte. Recordando haberla visto por primera vez en su infancia, cuando, junto a Charles Grey, había viajado hacia Howick Hall, el hogar ancestral de su familia; Northumberland estaba ubicado al norte de Inglaterra, cerca de Bamburgh, donde el mar podía observarse por el horizonte. En cambio, aquí Jean se vio rodeado de un azul profundo, donde el mar parecía no tener fin y el aroma a sal fue intenso. —Tal cual como la recuerdo —musitó, guardando el aliento, mientras se aferraba a la barandilla para no caerse del mirador. En ese instante, en sus ojos pareció reflejarse el mar, sin poder diferenciarse la tonalidad de azules, cálidos como el clima que los arropaba con una refrescante brisa. Jean había quedado fascinado, y sin importarle guardar las apariencias, había mostrado genuina alegría, incluso, el mareo que había sufrido inicialmente parecía haber menguado por su emoción infantil. Naturalmente, esta reacción se debió a que fue la primera vez que viajaba tan lejos de casa. —Côte d'Opale —pronunció en un excelente francés, volviendo a maravillarse por las vistas. La costa de Ópalo era una ladera de un profundo verde que bordeaba el mar y el canal de la mancha; es decir, que con solo verla podían saber que se encontraban en Francia. Era parte del itinerario pisar suelo francés, dirigirse a París y desde allí, tomar un tren hacia Munich. Estando ahí debían tomar otro tren que los dejaría finalmente en Augsburgo. En principio, si Jean hubiera sabido que el viaje sería tan extenuante, hubiera declinado. Sin embargo, la tarea que se tenía entre manos necesitaba de su presencia. No podía delegársela a nadie, pues, no existía en el mundo nadie más capaz que el mismo Jean para ejecutarla. Así, tras pisar suelo firme y tener otras horas de viaje en tren, ambos caballeros arribaron a la Ciudad de la Luz. —La Ville Lumière —murmuró Jean, mirando las luces de la Torre Eiffel y de los edificios circundantes con fascinación. La noche parecía fulgurante bajo la iluminación eléctrica, creando un ambiente de ensueño. Jean sentía el cuerpo fatigado, y algunas náuseas todavía lo afectaban por el viaje en ferry. Pero quiso caminar un poco más, conocer algo de París. Tan entusiasmado por ello como si nunca pudiera regresar. Tan estúpidamente infantil. —¿Le gustaría dar un paseo? —propuso con la voz rasposa, dirigiéndole una sonrisa débil por el cansancio. —Si su deseo es descansar, lo entenderé. El hotel se encuentra cerca. Hizo una seña con la cabeza hacia la edificación en cuestión. Sintiéndose tontamente esperanzado con la idea de ser acompañado. «Cálmate un poco» se reprochó con vergüenza. Estaba comportándose inapropiadamente.
    Tipo
    Grupal
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
    Me encocora
    4
    8 turnos 0 maullidos
  • #monorol
    -- Pilares de la Creación --

    [ Décadas atrás ]

    Nada más que un simple pueblo rural olvidado por Dios. Ni turismo, ni minería, ni cosechas abundantes, solo un par de casuchas polvorientas a mitad del desierto. Un lugar tan insignificante que bien podria ni existir y nadie notaría la diferencia.

    Sin embargo en los túneles subterráneos se ocultaba un secreto hasta ese día desconocido por el hombre. Secretos ancestrales tan antiguos que desafiaban todo lo establecido.

    "¡Apúrate, Cornelius!"
    El hombre que lideraba la expedición era Dominic Ryzenga, un joven micólogo que se había hecho de fama inusitada a su corta edad. No sólo fue él quien descubrió ese lugar, sino que habia descubierto nada menos que 78 especies diferentes de setas en ese abismo.

    "¿Podemos tomar un descanso? Saben que mi pierna ya no puede con este tipo de excursiones"
    El que se estaba rezagando era Cornelius Lenheim, un veterano de guerra que había heredado una fortuna tan inmensa de la noche a la mañana, tanto asi que no tenia idea qué hacer con ella. Se apoyaba de un bastón para caminar, cuando uno de los excursionistas regresó a ayudarle.

    "Creo que es buena idea tomar un descanso, Dominic".
    Su larga cabellera negra como la noche y su espada oriental eran inconfundibles. Amadeus Crowley, el filántropo y coleccionista que había decidido financiar la investigación del joven Ryzenga cuando el resto del mundo científico le había dado la espalda. Ahora la envidia de muchos gracias a la fructífera investigación del talentoso científico.

    Frente a los tres hombres y el resto de su expedición se encontraba una gruta natural, sinuosa y traicionera que llevaba a lo que Dominic habia llamado "Los Pilares de la Creación".

    Los pilares eran nada más que tres hongos de un colosal tamaño que desafiaba todo entendimiento moderno. Dominic había estimado que cada uno alcanzaba una profundidad de nada menos que ¡400 kilómetros!

    Desde ahí se esparcía una red de setas no solo a traves de esa área, sino a todos los rincones del mundo. Una red de información tan vieja como el propio planeta, aunque según Dominic, era aún más vieja que la tierra misma, o así lo explicaba una descabellada y atrevida teoría que él tenía.

    "La desdoblabilidad reversible del ADN" le llamaba. Fue recibida con burlas, pero Amadeus escuchó con atención e interés, y por supuesto, con fondos casi ilimitados. Fondos que provenían en gran parte de la familia Lenheim, ahora liderada por Cornelius.

    "¿Por qué siempre cargas esa espada?"
    Preguntó Cornelius como si fuera un tabú. Lo conocía desde hace casi un año y le había llamado la atención.

    "¿De qué hablas?"
    Amadeus respondió perplejo.
    "Yo no cargo nada. Ella es la que ha decidido acompañarme"

    "Es más que una espada para ti"
    Acotó Dominic con certeza.

    "Como estas setas son más que simples hongos para ti, ¿no es así?"
    Afirmó Amadeus.

    "Aquí no hay hongos ni setas"
    Dominic explicó.
    "Esos son los nombres que decidimos para los verdaderos habitantes de este mundo. Estuvieron aquí primero y estarán cuando nuestro turno termine. Ellos son los que deberían decidir si 'humano' es como nos deberíamos llamar"

    "¿En serio son así de importantes?"
    Pregunta Cornelius con cautela pues sabe lo apasionado que Dominic es en cuanto a este tema.

    "¿Importantes? Es lo único que importa, este planeta solo fue creado como un hogar para los Pilares. Comparados con ellos, los humanos somos solo personajes secundarios en este mundo"
    Dominic mostraba más intensidad a cada palabra.

    "En ese caso..."
    Completó Amadeus.
    "¿Qué tal si nosotros tres tomamos el papel protagónico de este mundo prestado?" Sólo un momento"
    #monorol -- Pilares de la Creación -- [ Décadas atrás ] Nada más que un simple pueblo rural olvidado por Dios. Ni turismo, ni minería, ni cosechas abundantes, solo un par de casuchas polvorientas a mitad del desierto. Un lugar tan insignificante que bien podria ni existir y nadie notaría la diferencia. Sin embargo en los túneles subterráneos se ocultaba un secreto hasta ese día desconocido por el hombre. Secretos ancestrales tan antiguos que desafiaban todo lo establecido. "¡Apúrate, Cornelius!" El hombre que lideraba la expedición era Dominic Ryzenga, un joven micólogo que se había hecho de fama inusitada a su corta edad. No sólo fue él quien descubrió ese lugar, sino que habia descubierto nada menos que 78 especies diferentes de setas en ese abismo. "¿Podemos tomar un descanso? Saben que mi pierna ya no puede con este tipo de excursiones" El que se estaba rezagando era Cornelius Lenheim, un veterano de guerra que había heredado una fortuna tan inmensa de la noche a la mañana, tanto asi que no tenia idea qué hacer con ella. Se apoyaba de un bastón para caminar, cuando uno de los excursionistas regresó a ayudarle. "Creo que es buena idea tomar un descanso, Dominic". Su larga cabellera negra como la noche y su espada oriental eran inconfundibles. Amadeus Crowley, el filántropo y coleccionista que había decidido financiar la investigación del joven Ryzenga cuando el resto del mundo científico le había dado la espalda. Ahora la envidia de muchos gracias a la fructífera investigación del talentoso científico. Frente a los tres hombres y el resto de su expedición se encontraba una gruta natural, sinuosa y traicionera que llevaba a lo que Dominic habia llamado "Los Pilares de la Creación". Los pilares eran nada más que tres hongos de un colosal tamaño que desafiaba todo entendimiento moderno. Dominic había estimado que cada uno alcanzaba una profundidad de nada menos que ¡400 kilómetros! Desde ahí se esparcía una red de setas no solo a traves de esa área, sino a todos los rincones del mundo. Una red de información tan vieja como el propio planeta, aunque según Dominic, era aún más vieja que la tierra misma, o así lo explicaba una descabellada y atrevida teoría que él tenía. "La desdoblabilidad reversible del ADN" le llamaba. Fue recibida con burlas, pero Amadeus escuchó con atención e interés, y por supuesto, con fondos casi ilimitados. Fondos que provenían en gran parte de la familia Lenheim, ahora liderada por Cornelius. "¿Por qué siempre cargas esa espada?" Preguntó Cornelius como si fuera un tabú. Lo conocía desde hace casi un año y le había llamado la atención. "¿De qué hablas?" Amadeus respondió perplejo. "Yo no cargo nada. Ella es la que ha decidido acompañarme" "Es más que una espada para ti" Acotó Dominic con certeza. "Como estas setas son más que simples hongos para ti, ¿no es así?" Afirmó Amadeus. "Aquí no hay hongos ni setas" Dominic explicó. "Esos son los nombres que decidimos para los verdaderos habitantes de este mundo. Estuvieron aquí primero y estarán cuando nuestro turno termine. Ellos son los que deberían decidir si 'humano' es como nos deberíamos llamar" "¿En serio son así de importantes?" Pregunta Cornelius con cautela pues sabe lo apasionado que Dominic es en cuanto a este tema. "¿Importantes? Es lo único que importa, este planeta solo fue creado como un hogar para los Pilares. Comparados con ellos, los humanos somos solo personajes secundarios en este mundo" Dominic mostraba más intensidad a cada palabra. "En ese caso..." Completó Amadeus. "¿Qué tal si nosotros tres tomamos el papel protagónico de este mundo prestado?" Sólo un momento"
    Me gusta
    4
    0 turnos 0 maullidos
  • Mi nueva galeria de artes, con mis estudiantes decidimos crear nuestro propio lugar, ellos serán mis ayudantes y futuros socios de negocios para los increíbles cuadros que haremos
    Mi nueva galeria de artes, con mis estudiantes decidimos crear nuestro propio lugar, ellos serán mis ayudantes y futuros socios de negocios para los increíbles cuadros que haremos
    Me gusta
    Me encocora
    2
    1 turno 0 maullidos
  • Una noche de recuerdos
    Fandom Devil May Cry
    Categoría Drama
    La noche caía pesada sobre la ciudad. La lluvia resbalaba por los ventanales del pequeño bar como si quisiera entrar, como si supiera que allí dentro se ocultaba un demonio con rostro humano.

    Dante estaba sentado en la barra, inclinado hacia delante, jugueteando con el borde del vaso entre sus dedos enguantados. No había pedido whisky… ni cerveza. Sólo agua. Algo extraño para alguien como él, pero esa noche no estaba buscando pelea, distracción ni alcohol.
    Esa noche buscaba silencio.

    El neón rojizo del letrero del local se reflejaba sobre su chaqueta carmesí, y cada destello parecía hacer más vivos los recuerdos que intentaba ahogar: la sonrisa de su madre, la sombra de su padre, la voz de su hermano… las tres cosas que más odiaba recordar.

    —Tsk… vaya forma de torturarme —murmuró apretando la mandíbula.

    El bar estaba casi vacío, apenas un par de clientes borrachos que no se atrevían a acercarse demasiado. Dante emanaba ese tipo de presencia que decía “no molestes” sin necesidad de palabras.

    El bartender lo observó con cautela.
    —¿Todo bien, chico de rojo? —preguntó limpiando un vaso.

    Dante sonrió apenas, esa sonrisa ladeada que nunca llegaba a los ojos.
    —Depende de tu definición de “bien”.

    Fuera, un trueno retumbó. Dentro, Dante hundió un poco más la mirada, dejando que el peso de sus recuerdos lo jalara.

    Algo estaba por romper la calma.
    Alguien estaba por acercarse… quizá tú, quizá un extraño, quizá un enemigo.
    La noche caía pesada sobre la ciudad. La lluvia resbalaba por los ventanales del pequeño bar como si quisiera entrar, como si supiera que allí dentro se ocultaba un demonio con rostro humano. Dante estaba sentado en la barra, inclinado hacia delante, jugueteando con el borde del vaso entre sus dedos enguantados. No había pedido whisky… ni cerveza. Sólo agua. Algo extraño para alguien como él, pero esa noche no estaba buscando pelea, distracción ni alcohol. Esa noche buscaba silencio. El neón rojizo del letrero del local se reflejaba sobre su chaqueta carmesí, y cada destello parecía hacer más vivos los recuerdos que intentaba ahogar: la sonrisa de su madre, la sombra de su padre, la voz de su hermano… las tres cosas que más odiaba recordar. —Tsk… vaya forma de torturarme —murmuró apretando la mandíbula. El bar estaba casi vacío, apenas un par de clientes borrachos que no se atrevían a acercarse demasiado. Dante emanaba ese tipo de presencia que decía “no molestes” sin necesidad de palabras. El bartender lo observó con cautela. —¿Todo bien, chico de rojo? —preguntó limpiando un vaso. Dante sonrió apenas, esa sonrisa ladeada que nunca llegaba a los ojos. —Depende de tu definición de “bien”. Fuera, un trueno retumbó. Dentro, Dante hundió un poco más la mirada, dejando que el peso de sus recuerdos lo jalara. Algo estaba por romper la calma. Alguien estaba por acercarse… quizá tú, quizá un extraño, quizá un enemigo.
    Tipo
    Grupal
    Líneas
    5
    Estado
    Disponible
    Me gusta
    2
    2 turnos 0 maullidos
  • -Mis hijos brincaban emocionados a mi alrededor, llevando un libro y pidiendo que ya era momento de narrar cuentos.-

    Está bien, está bien. Pero permitan que les prepare algo a sus papás, pues recién han llegado fatigados y tienen apetito. No sean crueles, ¿no sienten un poco de compasión por ellos, pobres?

    Misha: —¿Y ellos no cuentan con su mamá para que les prepare su comida, mami?

    Jejeje Pues, sus progenitores, desafortunadamente, perdieron a su madre cuando eran muy jóvenes y prefiero que no comenten eso, pues se ponen sensibles .

    Nathan: —¿Papá, Tormentas está llora?

    -Casi me ahogo con mi saliva.-

    ¡Nathan! ¿De dónde oíste eso?

    Ram: —Papi, Dante lo mencionó de esta manera. ¿Cierto que es muy bonito? Yo igualmente deseo ser el señor Tormenta cuando crezca.

    Esos dos ya me escucharán .

    Misha: —¡Vamos, mami, a leer un relato!

    —Está bien, está bien, tengan un poco de paciencia. Si preparo esto y, ¡listo!

    Bien, revisemos qué relato les narraré.

    -Mantenía el libro, pasándolo lentamente las páginas. sentandome en una silla reclinable, siempre cuidando mi postura; ya comenzaba a notarse mi embarazo.-

    ¡Este relato les gustará mucho!

    —Con mis sombras formo figuras en la pared, creando los personajes de la historia.

    https://youtu.be/oKyeGYlfk4M?si=3mFQkmPgIYfKyqa5
    -Mis hijos brincaban emocionados a mi alrededor, llevando un libro y pidiendo que ya era momento de narrar cuentos.- Está bien, está bien. Pero permitan que les prepare algo a sus papás, pues recién han llegado fatigados y tienen apetito. No sean crueles, ¿no sienten un poco de compasión por ellos, pobres? Misha: —¿Y ellos no cuentan con su mamá para que les prepare su comida, mami? Jejeje 😅😅😅😅 Pues, sus progenitores, desafortunadamente, perdieron a su madre cuando eran muy jóvenes 😅 y prefiero que no comenten eso, pues se ponen sensibles 😅. Nathan: —¿Papá, Tormentas está llora? -Casi me ahogo con mi saliva.- ¡Nathan! ¿De dónde oíste eso? Ram: —Papi, Dante lo mencionó de esta manera. ¿Cierto que es muy bonito? Yo igualmente deseo ser el señor Tormenta cuando crezca. Esos dos ya me escucharán 😅💢. Misha: —¡Vamos, mami, a leer un relato! —Está bien, está bien, tengan un poco de paciencia. Si preparo esto y, ¡listo! Bien, revisemos qué relato les narraré. -Mantenía el libro, pasándolo lentamente las páginas. sentandome en una silla reclinable, siempre cuidando mi postura; ya comenzaba a notarse mi embarazo.- ¡Este relato les gustará mucho! —Con mis sombras formo figuras en la pared, creando los personajes de la historia. https://youtu.be/oKyeGYlfk4M?si=3mFQkmPgIYfKyqa5
    Me encocora
    Me gusta
    5
    1 turno 0 maullidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    //¿Desaparecí? Puede ser. ¿He vuelto? Efectivamente. ¿Estaré mucho tiempo? No tengo ni idea, soy una hoja movida por el viento(?) y por el trabajo, sobre todo por el trabajo.
    Veamos, tengo menos memoria que Dori a veces, así que quienes queráis retomar un rol con Dante o iniciar uno nuevo, sin vergüenza, a delante.
    //¿Desaparecí? Puede ser. ¿He vuelto? Efectivamente. ¿Estaré mucho tiempo? No tengo ni idea, soy una hoja movida por el viento(?) y por el trabajo, sobre todo por el trabajo. Veamos, tengo menos memoria que Dori a veces, así que quienes queráis retomar un rol con Dante o iniciar uno nuevo, sin vergüenza, a delante.
    0 comentarios 0 compartidos
Ver más resultados
Patrocinados