• 存在の癌
    Fandom Original.
    Categoría Drama
    En el último año se han reportado muchas desapariciones de mujeres y niños, lo que ha mantenido en alerta a la población de la ciudad, así como a la fuerza de seguridad, la policía y la guardia nacional. Se han hecho incesantes búsquedas, interrogatorios, revisiones a cámaras de seguridad, todo; pero no han logrado capturar a nadie, independiente de que los registros muestran como individuos encapuchados se llevan a la gente en horarios nocturnos. El problema es que tras los secuestros, no queda nada, ninguna pista, ninguna sola huella, nada que pueda ayudar a seguir los pasos de esos secuestradores, lo que demuestra que no se trata de individuos ordinarios, son gente con una notoria pericia en lo que hacen. Por supuesto, no todo se ha quedado en informes y archivos policiales, todo lo relacionado con esos secuestros se ha filtrado a los medios, la prensa, las redes sociales, por lo cual se habla y comenta mucho del tema en internet. La gente lo menciona con seriedad, miedo, pero también broma, lo típico. La conclusión que muchos dan en sus propias teorías es que podría tratarse de algún tipo de secta, lo que hace que todo sea notoriamente macabro.

    Recientemente se ha percibido una especie de energía negativa en el ambiente, como es de esperar, los civiles son incapaces de detectar nada, solo pueden notar como sus mascotas, perros y gatos, entre otros animales, están más tensos y nerviosos de lo normal. Algunas personas más sensibles han tenido problemas como decaimiento, desmayos, una sensación extraña que les causa un gran estrés, tristeza y pavor. A pesar de eso, la gente continua con su rutina, después de todo el dinero no se obtiene de la nada, la educación no se gana por arte de magia, la vida continua a pesar de todas las dificultades.

    Fue así, que en las zonas más profundas de la ciudad, pasando por los metros subterráneos, las alcantarillas, entre un sinfín de pasillos ya en lugares más insondables, en lo que parece un laberinto sin fin; se encontraban restos de vísceras, órganos internos, carne y sangre, pegado en las paredes y cubriendo las mismas casi en totalidad. Y lo más bizarro es que de esa carne, de esas vísceras, aparecían ojos que pestañean, parpadean y observan. Un escenario de pesadilla, ni hablar del horrible hedor, era algo bastante grotesco y perturbador de apreciar.

    Lo peor es que en esos pasillos, se apreciaban unos cuantos cadáveres de individuos encapuchados, así como unos seres realmente horribles a la vista, monstruosos en todo el sentido de la palabra, unos más amorfos que otros. Pero todos compartiendo un mismo destino que los llevará a lo más profundo del mismísimo infierno.

    Pero más allá, en el final de todos esos pasillos y habitaciones, había un salón particular. Un cuarto que parecía entre una sala de tortura y una especie de macabro laboratorio, lo que destacaban eran unas camillas que incluían extrañas máquinas y utensilios hechos para una función más que evidente, provocar el mayor tormento posible a la hora de despedazar un cuerpo en vida, brindando un calvario horripilante antes de extinguir la existencia de la desdichada víctima. Sumado a eso, era visible una enorme capsula con un particular diseño, donde se apreciaba un esqueleto que casi parecía un decorado más, pero por su tamaño y forma se podía intuir que se trataba de algún adolescente que hace mucho había partido de esta vida. Pero aparte de eso, en una esquina había una enorme máquina trituradora con una tubería que finaliza sobre una bandeja, donde se verían las vísceras de alguien, más la sangre. Es mejor ni imaginar lo que hacían con eso, a la vista están todas las respuestas.

    En dicho lugar se encontraban tres presencias, bueno, en realidad solo dos, ya que el tercero había muerto hace poco, su cuerpo estaba calcinado, desfigurado a un nivel que sería imposible determinar la identidad del individuo. En cuanto a los otros dos, uno era un individuo encapuchado a quién por la penumbra apenas se le vería la cara, pero por su forma de hablar, podría decirse que era una persona mayor, un hombre de mediana edad. Este decía. ──Solo quería que esta persona pudiera oír la canción de la vida… Cof… ──El encapuchado tosía, escupió sangre, la razón era simple, tenía una espada plateada atravesándole el pecho, se encontraba en plena agonía y desangramiento, sentado a duras penas en el suelo y con su espalda recargada en una de las murallas.

    Por otra parte, el último individuo se encontraba intacto, era un hombre que vestía una larga y negra gabardina, el resto de su indumentaria consistía en un pantalón, botas, guantes, todo de la misma tonalidad, además de portar una espada enfundada y atada que permanece unida a la zona de su espalda. En cuanto a su rostro, este yacía cubierto por una negra máscara con unos ligeros tintes rojos, sumado a unos enormes cuernos, dicha máscara tenía una forma demoniaca bastante siniestra. Debido a que solo su rostro estaba cubierto, era visible y evidente que aquel hombre tiene el cabello oscuro. Este respondió al agónico encapuchado. ──Así que la “canción de la vida”… Ya veo, por eso le pedías a los nuevos aspirantes que te trajeran un alma joven, pura y llena de futuro… Ya que eso revelaría la “sonata y también el futuro”… ¿A través de la carne? ¿A través de las vísceras? ──El hombre enmascarado se encontraba sentado en una silla, no muy lejos del encapuchado, observándole mientras conversaban.

    El enmascarado solo le miraba, era difícil saber en que estaba pensando ya que su rostro se mantenía oculto. Aunque claro, de momento tanto él como su agónico interlocutor ignoraban que pronto habría alguien más por ahí.

    ──────────────────────

    With
    猫又Rᴇɪ•ᴋᴏ
    En el último año se han reportado muchas desapariciones de mujeres y niños, lo que ha mantenido en alerta a la población de la ciudad, así como a la fuerza de seguridad, la policía y la guardia nacional. Se han hecho incesantes búsquedas, interrogatorios, revisiones a cámaras de seguridad, todo; pero no han logrado capturar a nadie, independiente de que los registros muestran como individuos encapuchados se llevan a la gente en horarios nocturnos. El problema es que tras los secuestros, no queda nada, ninguna pista, ninguna sola huella, nada que pueda ayudar a seguir los pasos de esos secuestradores, lo que demuestra que no se trata de individuos ordinarios, son gente con una notoria pericia en lo que hacen. Por supuesto, no todo se ha quedado en informes y archivos policiales, todo lo relacionado con esos secuestros se ha filtrado a los medios, la prensa, las redes sociales, por lo cual se habla y comenta mucho del tema en internet. La gente lo menciona con seriedad, miedo, pero también broma, lo típico. La conclusión que muchos dan en sus propias teorías es que podría tratarse de algún tipo de secta, lo que hace que todo sea notoriamente macabro. Recientemente se ha percibido una especie de energía negativa en el ambiente, como es de esperar, los civiles son incapaces de detectar nada, solo pueden notar como sus mascotas, perros y gatos, entre otros animales, están más tensos y nerviosos de lo normal. Algunas personas más sensibles han tenido problemas como decaimiento, desmayos, una sensación extraña que les causa un gran estrés, tristeza y pavor. A pesar de eso, la gente continua con su rutina, después de todo el dinero no se obtiene de la nada, la educación no se gana por arte de magia, la vida continua a pesar de todas las dificultades. Fue así, que en las zonas más profundas de la ciudad, pasando por los metros subterráneos, las alcantarillas, entre un sinfín de pasillos ya en lugares más insondables, en lo que parece un laberinto sin fin; se encontraban restos de vísceras, órganos internos, carne y sangre, pegado en las paredes y cubriendo las mismas casi en totalidad. Y lo más bizarro es que de esa carne, de esas vísceras, aparecían ojos que pestañean, parpadean y observan. Un escenario de pesadilla, ni hablar del horrible hedor, era algo bastante grotesco y perturbador de apreciar. Lo peor es que en esos pasillos, se apreciaban unos cuantos cadáveres de individuos encapuchados, así como unos seres realmente horribles a la vista, monstruosos en todo el sentido de la palabra, unos más amorfos que otros. Pero todos compartiendo un mismo destino que los llevará a lo más profundo del mismísimo infierno. Pero más allá, en el final de todos esos pasillos y habitaciones, había un salón particular. Un cuarto que parecía entre una sala de tortura y una especie de macabro laboratorio, lo que destacaban eran unas camillas que incluían extrañas máquinas y utensilios hechos para una función más que evidente, provocar el mayor tormento posible a la hora de despedazar un cuerpo en vida, brindando un calvario horripilante antes de extinguir la existencia de la desdichada víctima. Sumado a eso, era visible una enorme capsula con un particular diseño, donde se apreciaba un esqueleto que casi parecía un decorado más, pero por su tamaño y forma se podía intuir que se trataba de algún adolescente que hace mucho había partido de esta vida. Pero aparte de eso, en una esquina había una enorme máquina trituradora con una tubería que finaliza sobre una bandeja, donde se verían las vísceras de alguien, más la sangre. Es mejor ni imaginar lo que hacían con eso, a la vista están todas las respuestas. En dicho lugar se encontraban tres presencias, bueno, en realidad solo dos, ya que el tercero había muerto hace poco, su cuerpo estaba calcinado, desfigurado a un nivel que sería imposible determinar la identidad del individuo. En cuanto a los otros dos, uno era un individuo encapuchado a quién por la penumbra apenas se le vería la cara, pero por su forma de hablar, podría decirse que era una persona mayor, un hombre de mediana edad. Este decía. ──Solo quería que esta persona pudiera oír la canción de la vida… Cof… ──El encapuchado tosía, escupió sangre, la razón era simple, tenía una espada plateada atravesándole el pecho, se encontraba en plena agonía y desangramiento, sentado a duras penas en el suelo y con su espalda recargada en una de las murallas. Por otra parte, el último individuo se encontraba intacto, era un hombre que vestía una larga y negra gabardina, el resto de su indumentaria consistía en un pantalón, botas, guantes, todo de la misma tonalidad, además de portar una espada enfundada y atada que permanece unida a la zona de su espalda. En cuanto a su rostro, este yacía cubierto por una negra máscara con unos ligeros tintes rojos, sumado a unos enormes cuernos, dicha máscara tenía una forma demoniaca bastante siniestra. Debido a que solo su rostro estaba cubierto, era visible y evidente que aquel hombre tiene el cabello oscuro. Este respondió al agónico encapuchado. ──Así que la “canción de la vida”… Ya veo, por eso le pedías a los nuevos aspirantes que te trajeran un alma joven, pura y llena de futuro… Ya que eso revelaría la “sonata y también el futuro”… ¿A través de la carne? ¿A través de las vísceras? ──El hombre enmascarado se encontraba sentado en una silla, no muy lejos del encapuchado, observándole mientras conversaban. El enmascarado solo le miraba, era difícil saber en que estaba pensando ya que su rostro se mantenía oculto. Aunque claro, de momento tanto él como su agónico interlocutor ignoraban que pronto habría alguien más por ahí. ────────────────────── With [spooky.cat]
    Tipo
    Individual
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
    Me gusta
    Me encocora
    2
    0 turnos 0 maullidos
  • —Las enredaderas alrededor de sus cuernos simbolizan el primer paso para convertirse en un adulto, durante su metamorfosis debera aceptar su sangre y dejar que la magia cubra su cuerpo, como una oruga que ansia convertirse en una mariposa—
    —Las enredaderas alrededor de sus cuernos simbolizan el primer paso para convertirse en un adulto, durante su metamorfosis debera aceptar su sangre y dejar que la magia cubra su cuerpo, como una oruga que ansia convertirse en una mariposa—
    Me gusta
    4
    0 turnos 0 maullidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷

    El combate con Akane — La Sombra y la Súcubo Azul

    —Mis movimientos… si es que aún puedo llamarlos míos… no pertenecen a ninguna criatura cuerda.
    Me deslizo, salto, giro, como una sombra sin dueño.
    Como si mis huesos se hubieran vuelto humo y mis músculos relámpagos.

    Me río.
    Una risa rota, metálica, un eco de algo que nunca debería despertar en un cuerpo tan joven.

    Al sonreír, mis colmillos atraviesan mis encías.
    Puedo sentir la sangre caliente resbalarme por la lengua.
    Y me gusta.

    Mi sonrisa deja de ser humana.
    Se convierte en una mueca desafiante, descontrolada, devoradora.

    Le voy a arrancar la sonrisa a Akane.

    Me lanzo hacia ella, veloz como una sombra en plena estampida.
    Ella esquiva el primer ataque por apenas unos milímetros.
    Nuestra mirada se cruza:
    la mía, vacía y devoradora,
    la suya, firme pero herida por lo que ve.

    Esa fracción de segundo dura una eternidad.

    Ataco otra vez.
    Y otra.
    Y otra.

    Soy rápida, sí.
    Letal, sí.
    Pero predecible, como una bestia rabiosa sin cerebro.

    Es entonces cuando Akane deja de contenerse.

    Cuando revela el poder que ganó en su combate contra Azuka.
    Ese combate que marcó a ambas.
    Donde Akane arrancó un cuerno a su hermana y lo guardó como recordatorio.

    Un recordatorio de lo que una cría Queen Ishtar es capaz de hacer:

    Dominar.
    Someter.
    Destruir.
    Amar.

    Akane respira profundo y su cuerpo cambia.

    Sus músculos se tensan.
    Sus venas brillan bajo la piel.
    Y de su frente surgen los dos cuernos azules que heredó de la emperatriz Sasha.
    Su madre Yuna y su abuela comparten esa sangre.

    Akane se alza ante mí como la Súcubo Azul.
    Imponente.
    Hermosa.
    Peligrosa.

    Pero no retrocede.

    Me deja alcanzarla.

    Mis uñas rasgan su piel.
    Mis colmillos buscan su cuello.
    Mi instinto ruge hambre, furia, caos.

    La muerdo.
    La araño.
    Me aferro a ella queriendo desgarrar las arterias como un animal sin alma.

    Y ella…

    Me abraza.

    Me sostiene.

    Me arropa con sus alas azules.
    Con sus brazos firmes.
    Con su calor.
    Con su fuerza.

    Me acuna.
    Me mece.
    Me susurra.
    Me besa la cabeza.

    Y todo el odio se rompe como cristal.

    Mi corazón se detiene un instante.
    La sombra se deshace, humeante.
    Mis garras se retraen.
    Mi mandíbula tiembla.

    Y sólo quedo yo.

    Yo.
    Lili.

    Pequeña.
    Humana.
    Temblando entre los brazos de Akane.

    Y lloro.

    Lloro como si me desgarraran desde dentro.
    Lloro toda la rabia, el miedo, la soledad, la mentira.
    Lloro sobre su pecho mientras ella me presiona contra su corazón.

    Cuando al fin levanto la mirada, con la voz más suave que jamás le he oído, me dice:

    Akane:
    No permitas NUNCA que nadie te vea llorar.
    Y no permitas NUNCA que nadie te abrace así…

    Tú no eres presa, Lili.
    Eres hija de Reinas.

    —Hace una pausa, me limpia la lágrima con su pulgar—

    Sólo tus madres pueden abrazarte así…
    Y yo.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷 El combate con Akane — La Sombra y la Súcubo Azul —Mis movimientos… si es que aún puedo llamarlos míos… no pertenecen a ninguna criatura cuerda. Me deslizo, salto, giro, como una sombra sin dueño. Como si mis huesos se hubieran vuelto humo y mis músculos relámpagos. Me río. Una risa rota, metálica, un eco de algo que nunca debería despertar en un cuerpo tan joven. Al sonreír, mis colmillos atraviesan mis encías. Puedo sentir la sangre caliente resbalarme por la lengua. Y me gusta. Mi sonrisa deja de ser humana. Se convierte en una mueca desafiante, descontrolada, devoradora. Le voy a arrancar la sonrisa a Akane. Me lanzo hacia ella, veloz como una sombra en plena estampida. Ella esquiva el primer ataque por apenas unos milímetros. Nuestra mirada se cruza: la mía, vacía y devoradora, la suya, firme pero herida por lo que ve. Esa fracción de segundo dura una eternidad. Ataco otra vez. Y otra. Y otra. Soy rápida, sí. Letal, sí. Pero predecible, como una bestia rabiosa sin cerebro. Es entonces cuando Akane deja de contenerse. Cuando revela el poder que ganó en su combate contra Azuka. Ese combate que marcó a ambas. Donde Akane arrancó un cuerno a su hermana y lo guardó como recordatorio. Un recordatorio de lo que una cría Queen Ishtar es capaz de hacer: Dominar. Someter. Destruir. Amar. Akane respira profundo y su cuerpo cambia. Sus músculos se tensan. Sus venas brillan bajo la piel. Y de su frente surgen los dos cuernos azules que heredó de la emperatriz Sasha. Su madre Yuna y su abuela comparten esa sangre. Akane se alza ante mí como la Súcubo Azul. Imponente. Hermosa. Peligrosa. Pero no retrocede. Me deja alcanzarla. Mis uñas rasgan su piel. Mis colmillos buscan su cuello. Mi instinto ruge hambre, furia, caos. La muerdo. La araño. Me aferro a ella queriendo desgarrar las arterias como un animal sin alma. Y ella… Me abraza. Me sostiene. Me arropa con sus alas azules. Con sus brazos firmes. Con su calor. Con su fuerza. Me acuna. Me mece. Me susurra. Me besa la cabeza. Y todo el odio se rompe como cristal. Mi corazón se detiene un instante. La sombra se deshace, humeante. Mis garras se retraen. Mi mandíbula tiembla. Y sólo quedo yo. Yo. Lili. Pequeña. Humana. Temblando entre los brazos de Akane. Y lloro. Lloro como si me desgarraran desde dentro. Lloro toda la rabia, el miedo, la soledad, la mentira. Lloro sobre su pecho mientras ella me presiona contra su corazón. Cuando al fin levanto la mirada, con la voz más suave que jamás le he oído, me dice: Akane: No permitas NUNCA que nadie te vea llorar. Y no permitas NUNCA que nadie te abrace así… Tú no eres presa, Lili. Eres hija de Reinas. —Hace una pausa, me limpia la lágrima con su pulgar— Sólo tus madres pueden abrazarte así… Y yo.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷 Azuka 𝐈𝐬𝐡𝐭𝐚𝐫 Yokin

    El combate con Akane — La Sombra y la Súcubo Azul

    —Mis movimientos… si es que aún puedo llamarlos míos… no pertenecen a ninguna criatura cuerda.
    Me deslizo, salto, giro, como una sombra sin dueño.
    Como si mis huesos se hubieran vuelto humo y mis músculos relámpagos.

    Me río.
    Una risa rota, metálica, un eco de algo que nunca debería despertar en un cuerpo tan joven.

    Al sonreír, mis colmillos atraviesan mis encías.
    Puedo sentir la sangre caliente resbalarme por la lengua.
    Y me gusta.

    Mi sonrisa deja de ser humana.
    Se convierte en una mueca desafiante, descontrolada, devoradora.

    Le voy a arrancar la sonrisa a Akane.

    Me lanzo hacia ella, veloz como una sombra en plena estampida.
    Ella esquiva el primer ataque por apenas unos milímetros.
    Nuestra mirada se cruza:
    la mía, vacía y devoradora,
    la suya, firme pero herida por lo que ve.

    Esa fracción de segundo dura una eternidad.

    Ataco otra vez.
    Y otra.
    Y otra.

    Soy rápida, sí.
    Letal, sí.
    Pero predecible, como una bestia rabiosa sin cerebro.

    Es entonces cuando Akane deja de contenerse.

    Cuando revela el poder que ganó en su combate contra Azuka.
    Ese combate que marcó a ambas.
    Donde Akane arrancó un cuerno a su hermana y lo guardó como recordatorio.

    Un recordatorio de lo que una cría Queen Ishtar es capaz de hacer:

    Dominar.
    Someter.
    Destruir.
    Amar.

    Akane respira profundo y su cuerpo cambia.

    Sus músculos se tensan.
    Sus venas brillan bajo la piel.
    Y de su frente surgen los dos cuernos azules que heredó de la emperatriz Sasha.
    Su madre Yuna y su abuela comparten esa sangre.

    Akane se alza ante mí como la Súcubo Azul.
    Imponente.
    Hermosa.
    Peligrosa.

    Pero no retrocede.

    Me deja alcanzarla.

    Mis uñas rasgan su piel.
    Mis colmillos buscan su cuello.
    Mi instinto ruge hambre, furia, caos.

    La muerdo.
    La araño.
    Me aferro a ella queriendo desgarrar las arterias como un animal sin alma.

    Y ella…

    Me abraza.

    Me sostiene.

    Me arropa con sus alas azules.
    Con sus brazos firmes.
    Con su calor.
    Con su fuerza.

    Me acuna.
    Me mece.
    Me susurra.
    Me besa la cabeza.

    Y todo el odio se rompe como cristal.

    Mi corazón se detiene un instante.
    La sombra se deshace, humeante.
    Mis garras se retraen.
    Mi mandíbula tiembla.

    Y sólo quedo yo.

    Yo.
    Lili.

    Pequeña.
    Humana.
    Temblando entre los brazos de Akane.

    Y lloro.

    Lloro como si me desgarraran desde dentro.
    Lloro toda la rabia, el miedo, la soledad, la mentira.
    Lloro sobre su pecho mientras ella me presiona contra su corazón.

    Cuando al fin levanto la mirada, con la voz más suave que jamás le he oído, me dice:

    Akane:
    No permitas NUNCA que nadie te vea llorar.
    Y no permitas NUNCA que nadie te abrace así…

    Tú no eres presa, Lili.
    Eres hija de Reinas.

    —Hace una pausa, me limpia la lágrima con su pulgar—

    Sólo tus madres pueden abrazarte así…
    Y yo.
    Me encocora
    Me entristece
    2
    0 comentarios 0 compartidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷 Azuka 𝐈𝐬𝐡𝐭𝐚𝐫 Yokin

    El combate con Akane — La Sombra y la Súcubo Azul

    —Mis movimientos… si es que aún puedo llamarlos míos… no pertenecen a ninguna criatura cuerda.
    Me deslizo, salto, giro, como una sombra sin dueño.
    Como si mis huesos se hubieran vuelto humo y mis músculos relámpagos.

    Me río.
    Una risa rota, metálica, un eco de algo que nunca debería despertar en un cuerpo tan joven.

    Al sonreír, mis colmillos atraviesan mis encías.
    Puedo sentir la sangre caliente resbalarme por la lengua.
    Y me gusta.

    Mi sonrisa deja de ser humana.
    Se convierte en una mueca desafiante, descontrolada, devoradora.

    Le voy a arrancar la sonrisa a Akane.

    Me lanzo hacia ella, veloz como una sombra en plena estampida.
    Ella esquiva el primer ataque por apenas unos milímetros.
    Nuestra mirada se cruza:
    la mía, vacía y devoradora,
    la suya, firme pero herida por lo que ve.

    Esa fracción de segundo dura una eternidad.

    Ataco otra vez.
    Y otra.
    Y otra.

    Soy rápida, sí.
    Letal, sí.
    Pero predecible, como una bestia rabiosa sin cerebro.

    Es entonces cuando Akane deja de contenerse.

    Cuando revela el poder que ganó en su combate contra Azuka.
    Ese combate que marcó a ambas.
    Donde Akane arrancó un cuerno a su hermana y lo guardó como recordatorio.

    Un recordatorio de lo que una cría Queen Ishtar es capaz de hacer:

    Dominar.
    Someter.
    Destruir.
    Amar.

    Akane respira profundo y su cuerpo cambia.

    Sus músculos se tensan.
    Sus venas brillan bajo la piel.
    Y de su frente surgen los dos cuernos azules que heredó de la emperatriz Sasha.
    Su madre Yuna y su abuela comparten esa sangre.

    Akane se alza ante mí como la Súcubo Azul.
    Imponente.
    Hermosa.
    Peligrosa.

    Pero no retrocede.

    Me deja alcanzarla.

    Mis uñas rasgan su piel.
    Mis colmillos buscan su cuello.
    Mi instinto ruge hambre, furia, caos.

    La muerdo.
    La araño.
    Me aferro a ella queriendo desgarrar las arterias como un animal sin alma.

    Y ella…

    Me abraza.

    Me sostiene.

    Me arropa con sus alas azules.
    Con sus brazos firmes.
    Con su calor.
    Con su fuerza.

    Me acuna.
    Me mece.
    Me susurra.
    Me besa la cabeza.

    Y todo el odio se rompe como cristal.

    Mi corazón se detiene un instante.
    La sombra se deshace, humeante.
    Mis garras se retraen.
    Mi mandíbula tiembla.

    Y sólo quedo yo.

    Yo.
    Lili.

    Pequeña.
    Humana.
    Temblando entre los brazos de Akane.

    Y lloro.

    Lloro como si me desgarraran desde dentro.
    Lloro toda la rabia, el miedo, la soledad, la mentira.
    Lloro sobre su pecho mientras ella me presiona contra su corazón.

    Cuando al fin levanto la mirada, con la voz más suave que jamás le he oído, me dice:

    Akane:
    No permitas NUNCA que nadie te vea llorar.
    Y no permitas NUNCA que nadie te abrace así…

    Tú no eres presa, Lili.
    Eres hija de Reinas.

    —Hace una pausa, me limpia la lágrima con su pulgar—

    Sólo tus madres pueden abrazarte así…
    Y yo.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷 [HimariSeiryu] El combate con Akane — La Sombra y la Súcubo Azul —Mis movimientos… si es que aún puedo llamarlos míos… no pertenecen a ninguna criatura cuerda. Me deslizo, salto, giro, como una sombra sin dueño. Como si mis huesos se hubieran vuelto humo y mis músculos relámpagos. Me río. Una risa rota, metálica, un eco de algo que nunca debería despertar en un cuerpo tan joven. Al sonreír, mis colmillos atraviesan mis encías. Puedo sentir la sangre caliente resbalarme por la lengua. Y me gusta. Mi sonrisa deja de ser humana. Se convierte en una mueca desafiante, descontrolada, devoradora. Le voy a arrancar la sonrisa a Akane. Me lanzo hacia ella, veloz como una sombra en plena estampida. Ella esquiva el primer ataque por apenas unos milímetros. Nuestra mirada se cruza: la mía, vacía y devoradora, la suya, firme pero herida por lo que ve. Esa fracción de segundo dura una eternidad. Ataco otra vez. Y otra. Y otra. Soy rápida, sí. Letal, sí. Pero predecible, como una bestia rabiosa sin cerebro. Es entonces cuando Akane deja de contenerse. Cuando revela el poder que ganó en su combate contra Azuka. Ese combate que marcó a ambas. Donde Akane arrancó un cuerno a su hermana y lo guardó como recordatorio. Un recordatorio de lo que una cría Queen Ishtar es capaz de hacer: Dominar. Someter. Destruir. Amar. Akane respira profundo y su cuerpo cambia. Sus músculos se tensan. Sus venas brillan bajo la piel. Y de su frente surgen los dos cuernos azules que heredó de la emperatriz Sasha. Su madre Yuna y su abuela comparten esa sangre. Akane se alza ante mí como la Súcubo Azul. Imponente. Hermosa. Peligrosa. Pero no retrocede. Me deja alcanzarla. Mis uñas rasgan su piel. Mis colmillos buscan su cuello. Mi instinto ruge hambre, furia, caos. La muerdo. La araño. Me aferro a ella queriendo desgarrar las arterias como un animal sin alma. Y ella… Me abraza. Me sostiene. Me arropa con sus alas azules. Con sus brazos firmes. Con su calor. Con su fuerza. Me acuna. Me mece. Me susurra. Me besa la cabeza. Y todo el odio se rompe como cristal. Mi corazón se detiene un instante. La sombra se deshace, humeante. Mis garras se retraen. Mi mandíbula tiembla. Y sólo quedo yo. Yo. Lili. Pequeña. Humana. Temblando entre los brazos de Akane. Y lloro. Lloro como si me desgarraran desde dentro. Lloro toda la rabia, el miedo, la soledad, la mentira. Lloro sobre su pecho mientras ella me presiona contra su corazón. Cuando al fin levanto la mirada, con la voz más suave que jamás le he oído, me dice: Akane: No permitas NUNCA que nadie te vea llorar. Y no permitas NUNCA que nadie te abrace así… Tú no eres presa, Lili. Eres hija de Reinas. —Hace una pausa, me limpia la lágrima con su pulgar— Sólo tus madres pueden abrazarte así… Y yo.
    Me entristece
    1
    1 comentario 1 compartido
  • Nota mental: no crear pociones de 𝐀yane 𝐈𝐬𝐡𝐭𝐚𝐫 sin seguir bien las pautas de las letras pequeñas. Se suponía que debía causar terror... Dragóna, Gorila... En fin.

    Resultado del experimento:
    — Orejas adorables
    — Cuernos cuquis
    — Cero control sobre mis patitas
    — Ayane riéndose desde la ventana mientras yo intento no tropezar con mi propia sombra.

    Moraleja:
    La magia puede cambiar tu forma,
    pero nunca tu torpeza.
    Nota mental: no crear pociones de [Ayane_Ishtar] sin seguir bien las pautas de las letras pequeñas. Se suponía que debía causar terror... Dragóna, Gorila... En fin. Resultado del experimento: — Orejas adorables ✔️ — Cuernos cuquis ✔️ — Cero control sobre mis patitas ❌ — Ayane riéndose desde la ventana mientras yo intento no tropezar con mi propia sombra. Moraleja: La magia puede cambiar tu forma, pero nunca tu torpeza.
    Me gusta
    Me encocora
    Me enjaja
    Me shockea
    8
    2 turnos 0 maullidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    ╔══✦══◇◆◇══✦══╗
    Ishtar’s Demonic Dèesse – Infernal Glamour
    Colección “Dark Heaven Seduction”
    Modelo: Akeno Himejima – La Reina del Relámpago Carmesí
    ╚══✦══◇◆◇══✦══╝

    Ficha Extendida de la Modelo
    ⚜ Nombre infernal: Akeno Himejima Ishtar
    ⚜ Título en la Agencia: La Diosa del Relámpago Oscuro
    ⚜ Afiliación: Linaje Ishtar – División Celestial & Infernal
    ⚜ Temática de Sesión: Dark Heaven Seduction
    ⚜ Lugar: Catedral Carmesí del Eclipse
    ⚜ Fotógrafo: Rex Hiroshi Jaegerjaquez Ishtar

    Descripción de la Sesión
    La sesión inicia en el corazón de una catedral infernal iluminada por velas rojas, donde el aire vibra con energía eléctrica y deseo oculto.
    Akeno Himejima desciende del altar con una sonrisa tan serena como peligrosa; sus ojos púrpura brillan entre las sombras, proyectando la dualidad perfecta entre pureza celestial y tentación demoníaca.

    Vestida con un traje de látex negro ajustado, reflejando la luz de las velas como un espejismo, su silueta encarna el símbolo de la diosa del tormento elegante.
    Cada movimiento es una danza entre la oscuridad y el placer: la sacerdotisa caída que domina tanto la tempestad como los corazones.

    El fondo, teñido por vitrales escarlata, hace que su figura parezca envuelta en fuego divino.
    Su aura eléctrica palpita con poder; los rayos azules se entrelazan con las sombras, iluminando sus alas y los cuernos que coronan su realeza infernal.

    Concepto Artístico
    ❁ Inspiración: El contraste entre lo celestial y lo demoníaco, una belleza que castiga y bendice con la misma sonrisa.
    ❁ Estilo: Gótico sensual con elementos barrocos y místicos.
    ❁ Tonos dominantes: Negro ónix, carmesí, violeta etéreo y dorado brillante.
    ❁ Elementos visuales: Fuego sagrado, relámpagos, candelabros antiguos, vitrales sangrantes.
    Expresión emocional: Poder, placer y control absoluto.

    Akeno, descendiente de un linaje celestial prohibido, se alza como la reina que unió el cielo y el infierno.
    En esta sesión, simboliza la redención a través del deseo: el pecado transformado en arte, el relámpago convertido en seducción.

    Sus gestos transmiten autoridad y ternura, una combinación letal que refleja el lema de su casa:

    “El placer es la forma más pura de castigo divino.”

    Al final del ritual visual, Akeno alza su mano y el relámpago ilumina la catedral entera, sellando su título como una de las Dèesse principales del Infernal Glamour.

    Frase Insignia de la Sesión
    “Entre el cielo y el infierno…
    yo elegí ser tormenta.”
    — Akeno Himejima Ishtar

    Firma Oficial
    ✦ Ishtar’s Demonic Dèesse: Infernal Glamour ✦
    “El arte del deseo elevado a divinidad.”

    ╔══✦═══༒═══✦══╗
    Akeno Himejima Ishtar
    The Lightning Queen of Sin & Grace
    ╚══✦═══༒═══✦══╝
    ╔══✦══◇◆◇══✦══╗ Ishtar’s Demonic Dèesse – Infernal Glamour 🖤 Colección “Dark Heaven Seduction” 🖤 ✨ Modelo: Akeno Himejima – La Reina del Relámpago Carmesí ╚══✦══◇◆◇══✦══╝ ⚡ Ficha Extendida de la Modelo ⚜ Nombre infernal: Akeno Himejima Ishtar ⚜ Título en la Agencia: La Diosa del Relámpago Oscuro ⚜ Afiliación: Linaje Ishtar – División Celestial & Infernal ⚜ Temática de Sesión: Dark Heaven Seduction ⚜ Lugar: Catedral Carmesí del Eclipse ⚜ Fotógrafo: Rex Hiroshi Jaegerjaquez Ishtar 💋 Descripción de la Sesión La sesión inicia en el corazón de una catedral infernal iluminada por velas rojas, donde el aire vibra con energía eléctrica y deseo oculto. Akeno Himejima desciende del altar con una sonrisa tan serena como peligrosa; sus ojos púrpura brillan entre las sombras, proyectando la dualidad perfecta entre pureza celestial y tentación demoníaca. Vestida con un traje de látex negro ajustado, reflejando la luz de las velas como un espejismo, su silueta encarna el símbolo de la diosa del tormento elegante. Cada movimiento es una danza entre la oscuridad y el placer: la sacerdotisa caída que domina tanto la tempestad como los corazones. El fondo, teñido por vitrales escarlata, hace que su figura parezca envuelta en fuego divino. Su aura eléctrica palpita con poder; los rayos azules se entrelazan con las sombras, iluminando sus alas y los cuernos que coronan su realeza infernal. 🕯️ Concepto Artístico ❁ Inspiración: El contraste entre lo celestial y lo demoníaco, una belleza que castiga y bendice con la misma sonrisa. ❁ Estilo: Gótico sensual con elementos barrocos y místicos. ❁ Tonos dominantes: Negro ónix, carmesí, violeta etéreo y dorado brillante. ❁ Elementos visuales: Fuego sagrado, relámpagos, candelabros antiguos, vitrales sangrantes. Expresión emocional: Poder, placer y control absoluto. Akeno, descendiente de un linaje celestial prohibido, se alza como la reina que unió el cielo y el infierno. En esta sesión, simboliza la redención a través del deseo: el pecado transformado en arte, el relámpago convertido en seducción. Sus gestos transmiten autoridad y ternura, una combinación letal que refleja el lema de su casa: “El placer es la forma más pura de castigo divino.” Al final del ritual visual, Akeno alza su mano y el relámpago ilumina la catedral entera, sellando su título como una de las Dèesse principales del Infernal Glamour. 🕸️ Frase Insignia de la Sesión “Entre el cielo y el infierno… yo elegí ser tormenta.” ⚡ — Akeno Himejima Ishtar 💠 Firma Oficial ✦ Ishtar’s Demonic Dèesse: Infernal Glamour ✦ “El arte del deseo elevado a divinidad.” ╔══✦═══༒═══✦══╗ 👑 Akeno Himejima Ishtar 🌩️ The Lightning Queen of Sin & Grace ╚══✦═══༒═══✦══╝
    Me gusta
    2
    0 comentarios 1 compartido
  • Lo olvidaba ....

    -golpeteo el agua a sus pies con la cola de dragón blanca le es imposible ocultarla a esas alturas de su celo al igual de sus colmillos, cuernos y curiosamente unas largas orejas de conejo. Es un dragón bastante peculiar y el mismo lo sabe.
    Alzo la vista al cielo mirando fijamente a la luna no parecía que ese año fuera a ser una temporada de celo peligrosa aún así prefiere alejarse de todos incluso de su propia familia. La última vez que estuvo en ese celo a los meses nació su primer hijo y forzó a su esposo a estar a su lado para siempre -
    Lo olvidaba .... -golpeteo el agua a sus pies con la cola de dragón blanca le es imposible ocultarla a esas alturas de su celo al igual de sus colmillos, cuernos y curiosamente unas largas orejas de conejo. Es un dragón bastante peculiar y el mismo lo sabe. Alzo la vista al cielo mirando fijamente a la luna no parecía que ese año fuera a ser una temporada de celo peligrosa aún así prefiere alejarse de todos incluso de su propia familia. La última vez que estuvo en ese celo a los meses nació su primer hijo y forzó a su esposo a estar a su lado para siempre -
    Me gusta
    2
    0 turnos 0 maullidos
  • Soy una pesadilla, no un maldito demonio, pero ¿Qué puedo hacer si me sueñas con cuernos? No soy responsable de tus fetiches.-
    Soy una pesadilla, no un maldito demonio, pero ¿Qué puedo hacer si me sueñas con cuernos? No soy responsable de tus fetiches.-
    Me gusta
    Me enjaja
    8
    0 turnos 0 maullidos
  • Donde el hambre y la sed se encuentran.
    Fandom OC
    Categoría Suspenso
    Rol con: Lyra Velvetthorn

    El interior de la casa tenía una fragancia floral, la madera crujía ligeramente al caminar.
    La entrada era un pasillo de paredes amarillas adornadas con lineas verticales de color negro. Un pequeño mueble de madera oscura con detalles en dorado tenía un par de cosas encima, entre ellas un libro de portada gastada, una foto de un hombre rubio y una pequeña rosa de papel.
    En las paredes habían cuadros varios, uno de una chica de cabello rojo y ojos esmeralda, otro de una chica rubia de ojos carmesí que parecía llevar un vestido algo anticuado y un cuadro simple del cielo estrellado.
    El pasillo era extenso, pero Elías dirigió a la chica hacia la sala a la izquierda, sala que la chica había visto anteriormente a través de la ventana.
    Una chimenea de mármol encendida con un broche en la parte superior, estanterías llenas de libros, algunos con portadas cuidadas y otros desgastados por el tiempo.
    Un sillón individual, el asiento habitual de Elías y un sofá donde normalmente se sentaban las visitas.
    En el centro de la sala, cerca de los asientos, una pequeña mesa de madera clara, un par de ligeras manchas por los años de uso, pero en perfecto estado, sobre la misma, un pequeño jarrón con dos rosas rojas espinadas.
    La luz del techo alumbraba casi toda la sala, a excepción de las esquinas donde se acumulaba levemente la oscuridad.
    No había más sonido que el de las brasas de la chimenea, hasta que Elías señaló el sofá.
    Su voz resonó baja, cálida, sin curiosidad ni prisa — Siéntate. Te prepararé algo caliente. — Pensó que era lo mejor, después de todo, fuera hacia frío.

    El vapor del té comenzó a llenar la estancia, disolviendo poco a poco el frío del exterior.

    Elías colocó un juego de té en la mesa y rellenó ambas tazas antes de tomar asiento. Su mirada se posó sobre la chica, apoyó la cabeza en su mano y con voz calmada respondió a la pregunta que le habían hecho. — Si, vivo solo. — Aunque no fue siempre el caso, no valía la pena contar sobre los anteriores acompañantes del demonio.

    Era misterioso, un demonio con craneo de lobo, cuernos de cabra y proporciones exageradas, cualquiera hubiera salido corriendo. La ropa de Elías, una túnica negra con detalles grises que cubría completamente su forma, de mangas grandes y caídas, un chaleco de cuero en el hueco visible de la túnica, un jean totalmente negro y zapatos de vestir, guantes cubrían sus manos pero lo más curioso era la tela roja que unía sus cuernos por la parte trasera de su cráneo , la cual dejaba caer unos hilos dorados por su cuello, siendo este la única parte donde su piel era visible, de un color morado, casi enfermizo de cierta forma.
    Rol con: [legend_onyx_bull_636] El interior de la casa tenía una fragancia floral, la madera crujía ligeramente al caminar. La entrada era un pasillo de paredes amarillas adornadas con lineas verticales de color negro. Un pequeño mueble de madera oscura con detalles en dorado tenía un par de cosas encima, entre ellas un libro de portada gastada, una foto de un hombre rubio y una pequeña rosa de papel. En las paredes habían cuadros varios, uno de una chica de cabello rojo y ojos esmeralda, otro de una chica rubia de ojos carmesí que parecía llevar un vestido algo anticuado y un cuadro simple del cielo estrellado. El pasillo era extenso, pero Elías dirigió a la chica hacia la sala a la izquierda, sala que la chica había visto anteriormente a través de la ventana. Una chimenea de mármol encendida con un broche en la parte superior, estanterías llenas de libros, algunos con portadas cuidadas y otros desgastados por el tiempo. Un sillón individual, el asiento habitual de Elías y un sofá donde normalmente se sentaban las visitas. En el centro de la sala, cerca de los asientos, una pequeña mesa de madera clara, un par de ligeras manchas por los años de uso, pero en perfecto estado, sobre la misma, un pequeño jarrón con dos rosas rojas espinadas. La luz del techo alumbraba casi toda la sala, a excepción de las esquinas donde se acumulaba levemente la oscuridad. No había más sonido que el de las brasas de la chimenea, hasta que Elías señaló el sofá. Su voz resonó baja, cálida, sin curiosidad ni prisa — Siéntate. Te prepararé algo caliente. — Pensó que era lo mejor, después de todo, fuera hacia frío. El vapor del té comenzó a llenar la estancia, disolviendo poco a poco el frío del exterior. Elías colocó un juego de té en la mesa y rellenó ambas tazas antes de tomar asiento. Su mirada se posó sobre la chica, apoyó la cabeza en su mano y con voz calmada respondió a la pregunta que le habían hecho. — Si, vivo solo. — Aunque no fue siempre el caso, no valía la pena contar sobre los anteriores acompañantes del demonio. Era misterioso, un demonio con craneo de lobo, cuernos de cabra y proporciones exageradas, cualquiera hubiera salido corriendo. La ropa de Elías, una túnica negra con detalles grises que cubría completamente su forma, de mangas grandes y caídas, un chaleco de cuero en el hueco visible de la túnica, un jean totalmente negro y zapatos de vestir, guantes cubrían sus manos pero lo más curioso era la tela roja que unía sus cuernos por la parte trasera de su cráneo , la cual dejaba caer unos hilos dorados por su cuello, siendo este la única parte donde su piel era visible, de un color morado, casi enfermizo de cierta forma.
    Tipo
    Grupal
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
    Me gusta
    Me encocora
    Me endiabla
    8
    10 turnos 0 maullidos
  • 𝕂𝕆𝕂𝕌𝕊ℍ𝕀𝔹𝕆 上弦の壱
    Daki

    *Luego de haber reclutado a una peculiar demonio y escuchar su historia, se habia mostrado extremadamente historia en su relato de poderosos demonios como parte de un grupo. Y intrigada por esto deseaba conocer al numero uno. Por lo que pidio a su nueva acompañante que le guiara al lugar. Caminando a un lado de esta la pequeña figura de no mas de 1.40 de alto, grandes cuernos y mangas largas que cubren sus manos volteaba a ver a la demonio* Y este demonio Luna Superior 1 realmente es el mas fuerte de todos cierto? Ya quiero ver que es capaz de hacer

    *Lo decia con una sonrisa emocionada en el rostro ansiosa por verlo en combate, y ver con sus propios ojos que era capaz de hacer en una pelea* Es ahi? *Señalo un santuario de apariencia tradicional a la distancia. Con luces en las ventanas probablemente por alguna vela encendida*
    [Upper1] [daki_demon6] *Luego de haber reclutado a una peculiar demonio y escuchar su historia, se habia mostrado extremadamente historia en su relato de poderosos demonios como parte de un grupo. Y intrigada por esto deseaba conocer al numero uno. Por lo que pidio a su nueva acompañante que le guiara al lugar. Caminando a un lado de esta la pequeña figura de no mas de 1.40 de alto, grandes cuernos y mangas largas que cubren sus manos volteaba a ver a la demonio* Y este demonio Luna Superior 1 realmente es el mas fuerte de todos cierto? Ya quiero ver que es capaz de hacer *Lo decia con una sonrisa emocionada en el rostro ansiosa por verlo en combate, y ver con sus propios ojos que era capaz de hacer en una pelea* Es ahi? *Señalo un santuario de apariencia tradicional a la distancia. Con luces en las ventanas probablemente por alguna vela encendida*
    Me gusta
    2
    25 turnos 0 maullidos
Ver más resultados
Patrocinados