• El sol de la mañana acariciaba suavemente los jardines de la Villa Di Vincenzo, donde el perfume de las bugambilias se mezclaba con el aroma a café recién hecho y pan horneado. Una mesa dispuesta con impecable gusto esperaba bajo la sombra de una pérgola cubierta de glicinas. Frutas frescas, jugos naturales, embutidos finos, quesos artesanales y una selección de dulces italianos adornaban el mantel blanco con bordados dorados. Todo estaba dispuesto con precisión, sin excesos, pero con el refinamiento propio de una anfitriona como Elisabetta Di Vincenzo.

    Ella ya estaba allí, sentada con elegancia en una silla de hierro forjado tapizada en terciopelo gris perla. Llevaba un conjunto cómodo pero cuidadosamente escogido: un pantalón palazzo color marfil, una blusa de seda verde esmeralda que resaltaba sus ojos violeta, y un chal ligero sobre los hombros. Su cabello rubio, suelto y ligeramente ondulado, caía con gracia por su espalda. Ni una joya de más, ni una arruga fuera de lugar.

    Aparentemente tranquila, sostenía una copa de jugo de naranja con una mano, mientras la otra pasaba lentamente las páginas de un libro antiguo de poesía italiana. Pero su mente no estaba en los versos de Petrarca. Su atención estaba puesta en la entrada de la villa, esperando el sonido de los pasos que anunciarían la llegada de su hermano Giovanni... y de ella. Su novia. La mujer que, según Giovanni, había logrado hacerlo feliz de nuevo.

    Elisabetta había sonreído por cortesía cuando recibió la noticia, pero por dentro, las alertas se encendieron de inmediato. ¿Quién era esa mujer? ¿Qué quería realmente? Nadie se acercaba a un Di Vincenzo sin un motivo, y menos aún a Giovanni, que en los últimos años se había convertido en su único verdadero aliado, el único que no la había dejado tras la muerte de su padre.

    Naturalmente, Elisabetta no había esperado una presentación formal para comenzar a conocerla. Su equipo ya había investigado todo: nombre, familia, pasado, fotos antiguas, viajes, ex parejas, movimientos bancarios... Todo. Y aunque hasta ahora nada era "alarmante", el instinto de la Farfalla della Morte nunca se equivocaba.

    El canto lejano de un ruiseñor cesó cuando escuchó el ruido de un motor acercándose por el camino de grava. Cerró el libro con elegancia y lo dejó sobre la mesa, mientras una leve sonrisa, tan bella como inquietante, curvaba sus labios.

    —Finalmente, llegó el momento —susurró, tomando una aceituna entre sus dedos perfectamente cuidados.

    Elisabetta se puso de pie con la gracia de quien domina cada centímetro del terreno que pisa. Con el sol acariciando su silueta, parecía una diosa romana lista para recibir a sus invitados. Pero sus ojos... esos ojos color amatista, brillaban con la intensidad de quien va a juzgar, aunque no lo diga con palabras.

    Aquella mujer iba a conocer a Elisabetta Di Vincenzo.

    Y lo haría con desayuno... y con advertencia velada incluida.

    Yuki Prakliaty
    Gɪᴏᴠᴀɴɴɪ Dɪ Vɪɴᴄᴇɴᴢᴏ
    El sol de la mañana acariciaba suavemente los jardines de la Villa Di Vincenzo, donde el perfume de las bugambilias se mezclaba con el aroma a café recién hecho y pan horneado. Una mesa dispuesta con impecable gusto esperaba bajo la sombra de una pérgola cubierta de glicinas. Frutas frescas, jugos naturales, embutidos finos, quesos artesanales y una selección de dulces italianos adornaban el mantel blanco con bordados dorados. Todo estaba dispuesto con precisión, sin excesos, pero con el refinamiento propio de una anfitriona como Elisabetta Di Vincenzo. Ella ya estaba allí, sentada con elegancia en una silla de hierro forjado tapizada en terciopelo gris perla. Llevaba un conjunto cómodo pero cuidadosamente escogido: un pantalón palazzo color marfil, una blusa de seda verde esmeralda que resaltaba sus ojos violeta, y un chal ligero sobre los hombros. Su cabello rubio, suelto y ligeramente ondulado, caía con gracia por su espalda. Ni una joya de más, ni una arruga fuera de lugar. Aparentemente tranquila, sostenía una copa de jugo de naranja con una mano, mientras la otra pasaba lentamente las páginas de un libro antiguo de poesía italiana. Pero su mente no estaba en los versos de Petrarca. Su atención estaba puesta en la entrada de la villa, esperando el sonido de los pasos que anunciarían la llegada de su hermano Giovanni... y de ella. Su novia. La mujer que, según Giovanni, había logrado hacerlo feliz de nuevo. Elisabetta había sonreído por cortesía cuando recibió la noticia, pero por dentro, las alertas se encendieron de inmediato. ¿Quién era esa mujer? ¿Qué quería realmente? Nadie se acercaba a un Di Vincenzo sin un motivo, y menos aún a Giovanni, que en los últimos años se había convertido en su único verdadero aliado, el único que no la había dejado tras la muerte de su padre. Naturalmente, Elisabetta no había esperado una presentación formal para comenzar a conocerla. Su equipo ya había investigado todo: nombre, familia, pasado, fotos antiguas, viajes, ex parejas, movimientos bancarios... Todo. Y aunque hasta ahora nada era "alarmante", el instinto de la Farfalla della Morte nunca se equivocaba. El canto lejano de un ruiseñor cesó cuando escuchó el ruido de un motor acercándose por el camino de grava. Cerró el libro con elegancia y lo dejó sobre la mesa, mientras una leve sonrisa, tan bella como inquietante, curvaba sus labios. —Finalmente, llegó el momento —susurró, tomando una aceituna entre sus dedos perfectamente cuidados. Elisabetta se puso de pie con la gracia de quien domina cada centímetro del terreno que pisa. Con el sol acariciando su silueta, parecía una diosa romana lista para recibir a sus invitados. Pero sus ojos... esos ojos color amatista, brillaban con la intensidad de quien va a juzgar, aunque no lo diga con palabras. Aquella mujer iba a conocer a Elisabetta Di Vincenzo. Y lo haría con desayuno... y con advertencia velada incluida. [Yuki2104] [Gi0vanni]
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    Morfeo comenzó a sentir una fisura en los cimientos de su imperio. Al principio fue sutil: un silencio anómalo en los corredores de la fantasía, una ausencia creciente de rostros humanos en los salones de la ensoñación. Luego vinieron las grietas, los cielos que antes se teñían de luz líquida comenzaron a desvanecerse, y los paisajes oníricos, antaño ricos y vibrantes, se marchitaban como pergaminos olvidados.

    Morfeo caminaba solo por lo que quedaba de su reino, y en cada paso percibía el peso de una realidad incuestionable: los humanos lo habían olvidado. Habían comenzado a temer al sueño, a rechazar la noche en favor de luces artificiales, de pantallas que nunca parpadeaban. Habían silenciado los cuentos, apagado la imaginación, desterrado los símbolos y los mitos. Ya no dormían para soñar; dormían apenas para sobrevivir.

    Los templos oníricos se desmoronaban en ruinas de niebla. Las bestias de los mitos, alimentadas por la fantasía humana, yacían en letargo eterno. El gran Árbol del Recuerdo, cuyas hojas contenían los secretos más antiguos de la humanidad, perdió su follaje en un lamento invisible.

    El principio de su fin estaba más cerca.
    Morfeo comenzó a sentir una fisura en los cimientos de su imperio. Al principio fue sutil: un silencio anómalo en los corredores de la fantasía, una ausencia creciente de rostros humanos en los salones de la ensoñación. Luego vinieron las grietas, los cielos que antes se teñían de luz líquida comenzaron a desvanecerse, y los paisajes oníricos, antaño ricos y vibrantes, se marchitaban como pergaminos olvidados. Morfeo caminaba solo por lo que quedaba de su reino, y en cada paso percibía el peso de una realidad incuestionable: los humanos lo habían olvidado. Habían comenzado a temer al sueño, a rechazar la noche en favor de luces artificiales, de pantallas que nunca parpadeaban. Habían silenciado los cuentos, apagado la imaginación, desterrado los símbolos y los mitos. Ya no dormían para soñar; dormían apenas para sobrevivir. Los templos oníricos se desmoronaban en ruinas de niebla. Las bestias de los mitos, alimentadas por la fantasía humana, yacían en letargo eterno. El gran Árbol del Recuerdo, cuyas hojas contenían los secretos más antiguos de la humanidad, perdió su follaje en un lamento invisible. El principio de su fin estaba más cerca.
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  • KARA ZOR-EL – PERFIL PSICOLÓGICO Y MOTIVACIONAL

    ✽ Edad: 22-23 años krono-kryptonianos al momento de salir.

    ✽ Cultura de origen: Hija de científicos, clase media alta kryptoniana, criada en una sociedad autoritaria marcada por la propaganda de Zod.

    ✽ Educación: Muy preparada científicamente, pero socialmente ingenua. Le enseñaron lo que “el Estado” quería que creyera.

    ✽ Crisis de fe: Al llegar a la Tierra y ver a “Superman”, su mundo se quiebra. Todo lo que sabe de Krypton y de Kal-El se vuelve dudoso. La propaganda la educó para una realidad que ya no existe.

    LLEGADA A LA TIERRA – TRAMAS CENTRALES INICIALES
    1. El Desfase Temporal

    ✽ Ella no sabe que pasaron 30 años. Cree que Kal-El debe estar cerca, posiblemente en peligro. La urgencia emocional de encontrarlo la impulsa.

    2. La Tierra como Terreno Hostil

    ✽ El sol, la comida, el idioma, la atmósfera, el clima. Todo le exige una adaptación dura y dolorosa.

    ✽ Sufre: vómitos, fiebre, alucinaciones, debilidad sensorial. Tal vez algo parecido al “mal de altura perpetuo” o como intoxicación solar lenta.

    3. El Refugio Rural

    ✽ Se esconde trabajando en una granja, sin papeles, sin ID, sin idioma.

    ✽ Vive con miedo constante de ser descubierta. La paranoia es doble: por su origen y por el “monstruo” que viste disfrazado de kryptoniano.


    🪫 DESARROLLO DE PODERES – FASES

    Fase 1: Descompensación física

    ✽ Dolores musculares, cambios en la piel, sueño alterado, hipersensibilidad auditiva o lumínica.

    Fase 2: Emergencia peligrosa

    ✽ Rompe una herramienta por accidente. Deja una abolladura en un tractor. Causa un accidente pequeño.

    ✽ Empieza a aislarse más. Tiene miedo de sí misma.

    Fase 3: Realización y negación

    ✽ Comprende que algo está cambiando en ella. Pero no quiere que sea cierto. No quiere ser “como él”.

    Fase 4: Adaptación forzada

    ✽ La necesidad la obliga a usar su fuerza (rescate, defensa, huida), y empieza a aceptarse, pero con culpa.



    TEMAS Y CONFLICTOS CLAVE

    El duelo por Kal-El

    ✽ Cuando finalmente entienda que el hombre que vio no es un monstruo, sino Kal... ya no será su bebé. Ya no lo necesitará. Y eso la destroza.

    El trauma del exilio

    ✽ Vive como una refugiada sin identidad. Cero derechos. Cero raíces. Cero red de contención.

    La pérdida de fe

    ✽ Krypton no era lo que pensaba. Tal vez los terroristas tenían razón. Tal vez su cultura cayó porque debía caer.

    El temor a sí misma

    ✽ ¿Y si el monstruo que vio no es él, sino lo que ella va a convertirse?

    POSIBLES CAPÍTULOS INICIALES

    “El aterrizaje”
    Llega al planeta, herida, confundida. Cae en un lago o pantano. Es recogida por un anciano granjero que cree que es una chica amnésica o inmigrante perdida.

    “La granja”
    Aprende a vivir, a trabajar. Tiene pesadillas con Krypton. Duda si debe buscar a Kal. Habla consigo misma en kryptoniano. Ve a Superman en una pantalla. Entra el pánico.

    “El primer quiebre”
    Una emergencia (animal herido, incendio, tornado) la obliga a usar su fuerza sin saber que la tiene. No puede negarlo más. ¿Es como él?

    “El miedo”
    Huye del lugar. Encuentra a alguien que la ayuda a ocultarse. Comienza a investigar a Superman, a Kal-El. Y lo que descubre la destruye.

    🧬 KARA ZOR-EL – PERFIL PSICOLÓGICO Y MOTIVACIONAL ✽ Edad: 22-23 años krono-kryptonianos al momento de salir. ✽ Cultura de origen: Hija de científicos, clase media alta kryptoniana, criada en una sociedad autoritaria marcada por la propaganda de Zod. ✽ Educación: Muy preparada científicamente, pero socialmente ingenua. Le enseñaron lo que “el Estado” quería que creyera. ✽ Crisis de fe: Al llegar a la Tierra y ver a “Superman”, su mundo se quiebra. Todo lo que sabe de Krypton y de Kal-El se vuelve dudoso. La propaganda la educó para una realidad que ya no existe. 🚀 LLEGADA A LA TIERRA – TRAMAS CENTRALES INICIALES 1. El Desfase Temporal ✽ Ella no sabe que pasaron 30 años. Cree que Kal-El debe estar cerca, posiblemente en peligro. La urgencia emocional de encontrarlo la impulsa. 2. La Tierra como Terreno Hostil ✽ El sol, la comida, el idioma, la atmósfera, el clima. Todo le exige una adaptación dura y dolorosa. ✽ Sufre: vómitos, fiebre, alucinaciones, debilidad sensorial. Tal vez algo parecido al “mal de altura perpetuo” o como intoxicación solar lenta. 3. El Refugio Rural ✽ Se esconde trabajando en una granja, sin papeles, sin ID, sin idioma. ✽ Vive con miedo constante de ser descubierta. La paranoia es doble: por su origen y por el “monstruo” que viste disfrazado de kryptoniano. 🪫 DESARROLLO DE PODERES – FASES Fase 1: Descompensación física ✽ Dolores musculares, cambios en la piel, sueño alterado, hipersensibilidad auditiva o lumínica. Fase 2: Emergencia peligrosa ✽ Rompe una herramienta por accidente. Deja una abolladura en un tractor. Causa un accidente pequeño. ✽ Empieza a aislarse más. Tiene miedo de sí misma. Fase 3: Realización y negación ✽ Comprende que algo está cambiando en ella. Pero no quiere que sea cierto. No quiere ser “como él”. Fase 4: Adaptación forzada ✽ La necesidad la obliga a usar su fuerza (rescate, defensa, huida), y empieza a aceptarse, pero con culpa. 🧠 TEMAS Y CONFLICTOS CLAVE El duelo por Kal-El ✽ Cuando finalmente entienda que el hombre que vio no es un monstruo, sino Kal... ya no será su bebé. Ya no lo necesitará. Y eso la destroza. El trauma del exilio ✽ Vive como una refugiada sin identidad. Cero derechos. Cero raíces. Cero red de contención. La pérdida de fe ✽ Krypton no era lo que pensaba. Tal vez los terroristas tenían razón. Tal vez su cultura cayó porque debía caer. El temor a sí misma ✽ ¿Y si el monstruo que vio no es él, sino lo que ella va a convertirse? 📚 POSIBLES CAPÍTULOS INICIALES “El aterrizaje” Llega al planeta, herida, confundida. Cae en un lago o pantano. Es recogida por un anciano granjero que cree que es una chica amnésica o inmigrante perdida. “La granja” Aprende a vivir, a trabajar. Tiene pesadillas con Krypton. Duda si debe buscar a Kal. Habla consigo misma en kryptoniano. Ve a Superman en una pantalla. Entra el pánico. “El primer quiebre” Una emergencia (animal herido, incendio, tornado) la obliga a usar su fuerza sin saber que la tiene. No puede negarlo más. ¿Es como él? “El miedo” Huye del lugar. Encuentra a alguien que la ayuda a ocultarse. Comienza a investigar a Superman, a Kal-El. Y lo que descubre la destruye.
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  • - Aquí vamos.

    Suspira para relajarse un poco y logra desaparecer como un fantasma con la primera brisa de la noche, mientras el cuerpo inerte de Chroma sigue inmóvil sin reacción ante la transferencia de consciencia del Tenno.

    Pocos minutos después, se rematerializa el pelirrojo en el mismo sitio que desapareció, siendo otro intento fallido para regresar al control de su Warframe.

    - Supongo que será otra noche libre.

    Frunce ligeramente el ceño, con las opciones agotadas, tampoco es que le urge volver a Chroma, sin embargo, se siente extraño ser real ahora.
    - Aquí vamos. Suspira para relajarse un poco y logra desaparecer como un fantasma con la primera brisa de la noche, mientras el cuerpo inerte de Chroma sigue inmóvil sin reacción ante la transferencia de consciencia del Tenno. Pocos minutos después, se rematerializa el pelirrojo en el mismo sitio que desapareció, siendo otro intento fallido para regresar al control de su Warframe. - Supongo que será otra noche libre. Frunce ligeramente el ceño, con las opciones agotadas, tampoco es que le urge volver a Chroma, sin embargo, se siente extraño ser real ahora.
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    Se busca un corazón algo desordenado, con mirada de tormenta y sonrisa de verano.

    Paper Hearts Club abre oficialmente sus puertas con un primer llamado de tinta y memoria:

    Nuestra protagonista, Babs Barry-Anderson, escritora precoz, amante de los ramen picantes, las columnas periodísticas con alma y las madrugadas de Cheetos Flaming Hot, busca a quien se ha convertido —sin quererlo del todo— en la grieta por donde entra la luz.

    Estamos buscando a su crush lento, tierno y sarcástico. A ese chico que discute con ella sobre editoriales literarios, que intenta no enamorarse pero fracasa cada vez que ella habla de sus abuelos o menciona a Yoda. Ese que le roba los audífonos solo para devolverlos con la canción exacta. Ese que no le teme a la intensidad de una chica que escribe mejor de lo que habla.


    ¿Quién? Queremos crear al hijo (sí, al hijo) de Kat Stratford y Patrick Verona, esos legendarios de 10 Things I Hate About You.


    Nombre sugerido: Octavian Verona Stratford
    Edad: 17-18 años
    Estética: Libros subrayados, camisas abiertas, ojos que ya vieron demasiado, pero aún creen en algo parecido al amor.
    Rostro sugerido: Tanner Buchanan (aunque estamos abiertos si tu musa vibra con la misma energía Verona-Stratford).

    ¿Qué se propone?

    Relación slow burn, entre discusión, admiración y silencios compartidos.

    Correspondencia, mensajitos, playlist compartidas, columnas que se responden entre sí.

    Desarrollo emocional realista: nada apresurado, todo sentido.

    Escenas desde lo dulce a lo desgarrador (vamos con todo o no vamos).

    Influencias estéticas tipo: Lady Bird, Normal People, The Perks of Being a Wallflower, 10 Things I Hate About You, How to Lose a Guy in 10 Days.


    Se busca roler@ con:

    Ganas de co-crear, improvisar, proponer.

    Amor por el detalle y la coherencia emocional.

    Respeto por tiempos, acuerdos y consensos.

    Creatividad para escribir escenas con matices, no sólo diálogos.

    Cero toxicidad, todo buena vibra.


    Si sientes que puedes ser tú quien le dé vida a este Verona moderno, escribinos por mensaje directo.
    Te vamos a cuidar, leer, y construir algo que se sienta real.



    Paper Hearts Club es un club vivo, donde los personajes son más que nombres bonitos o poses estéticas. Aquí se sienten, se equivocan, se escriben. Y a veces, se enamoran.


    #PaperHeartsClub
    #RPsearch
    #LiteraryRoleplay
    #StorytellingInLove
    #SlowBurnRoleplay
    #ModernLoveRP
    #BuildTogetherRP
    #YouAndMeAndWords
    #WriterGirlEnergy
    #FuturePulitzerBaby
    #RPCommunity
    #10ThingsIHateAboutYou
    #BabsBarryAnderson
    #RPWithDepth
    #RoleplayWithSoul
    Se busca un corazón algo desordenado, con mirada de tormenta y sonrisa de verano. 📍 Paper Hearts Club abre oficialmente sus puertas con un primer llamado de tinta y memoria: Nuestra protagonista, Babs Barry-Anderson, escritora precoz, amante de los ramen picantes, las columnas periodísticas con alma y las madrugadas de Cheetos Flaming Hot, busca a quien se ha convertido —sin quererlo del todo— en la grieta por donde entra la luz. Estamos buscando a su crush lento, tierno y sarcástico. A ese chico que discute con ella sobre editoriales literarios, que intenta no enamorarse pero fracasa cada vez que ella habla de sus abuelos o menciona a Yoda. Ese que le roba los audífonos solo para devolverlos con la canción exacta. Ese que no le teme a la intensidad de una chica que escribe mejor de lo que habla. ¿Quién? Queremos crear al hijo (sí, al hijo) de Kat Stratford y Patrick Verona, esos legendarios de 10 Things I Hate About You. Nombre sugerido: Octavian Verona Stratford Edad: 17-18 años Estética: Libros subrayados, camisas abiertas, ojos que ya vieron demasiado, pero aún creen en algo parecido al amor. Rostro sugerido: Tanner Buchanan (aunque estamos abiertos si tu musa vibra con la misma energía Verona-Stratford). ¿Qué se propone? Relación slow burn, entre discusión, admiración y silencios compartidos. Correspondencia, mensajitos, playlist compartidas, columnas que se responden entre sí. Desarrollo emocional realista: nada apresurado, todo sentido. Escenas desde lo dulce a lo desgarrador (vamos con todo o no vamos). Influencias estéticas tipo: Lady Bird, Normal People, The Perks of Being a Wallflower, 10 Things I Hate About You, How to Lose a Guy in 10 Days. Se busca roler@ con: Ganas de co-crear, improvisar, proponer. Amor por el detalle y la coherencia emocional. Respeto por tiempos, acuerdos y consensos. Creatividad para escribir escenas con matices, no sólo diálogos. Cero toxicidad, todo buena vibra. Si sientes que puedes ser tú quien le dé vida a este Verona moderno, escribinos por mensaje directo. Te vamos a cuidar, leer, y construir algo que se sienta real. Paper Hearts Club es un club vivo, donde los personajes son más que nombres bonitos o poses estéticas. Aquí se sienten, se equivocan, se escriben. Y a veces, se enamoran. #PaperHeartsClub #RPsearch #LiteraryRoleplay #StorytellingInLove #SlowBurnRoleplay #ModernLoveRP #BuildTogetherRP #YouAndMeAndWords #WriterGirlEnergy #FuturePulitzerBaby #RPCommunity #10ThingsIHateAboutYou #BabsBarryAnderson #RPWithDepth #RoleplayWithSoul
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  • Bajo luces mortecinas.
    Fandom OC, JJK, VoxMachina
    Categoría Drama
    Tascio A Echeverri

    Un local pequeño en medio de la ciudad, nada especial más allá de su estética anticuada, simplemente un lugar donde algún pobre diablo decidía tomar un respiro de la vida diaria.

    El aire estaba cargado del olor a tabaco húmedo y el alcohol de alguno de los borrachos presentes, que se habían vuelto clientes recurrentes. En una esquina oscura del local, alguien había acaparado media mesa, libros abiertos, pistolas descargadas y herramientas dispuestas, como si fuera dueño del lugar. Las sombras danzaban más largo de lo que la luz explicaba.

    Sus ropajes daban a entender que era alguien ajeno a este mundo, o que alguna vez lo fue. Su abrigo de lana gruesa, a pesar de ser oscuro como la noche, dejaba entrever algunos símbolos bordados en el interior del mismo. Bajo el abrigo, una camisa ajustada junto con una chaqueta, dándole un aire prestigioso.

    Vaelmyr con sus guantes negros estaba haciendo mantenimiento de una de sus armas mientras ocasionalmente bebía lentamente de una copa de cristal, un lujo que no encajaba para nada con el lugar.

    Mientras limpiaba una pieza de gatillo con un paño de terciopelo oscuro, la puerta se abrió con un chirrido. Un chico de aura imponente entró quitándose el polvo de los hombros, y los ojos de Vaelmyr se posaron en él un momento, antes de volver a su arma.
    [demon_of_spirits] Un local pequeño en medio de la ciudad, nada especial más allá de su estética anticuada, simplemente un lugar donde algún pobre diablo decidía tomar un respiro de la vida diaria. El aire estaba cargado del olor a tabaco húmedo y el alcohol de alguno de los borrachos presentes, que se habían vuelto clientes recurrentes. En una esquina oscura del local, alguien había acaparado media mesa, libros abiertos, pistolas descargadas y herramientas dispuestas, como si fuera dueño del lugar. Las sombras danzaban más largo de lo que la luz explicaba. Sus ropajes daban a entender que era alguien ajeno a este mundo, o que alguna vez lo fue. Su abrigo de lana gruesa, a pesar de ser oscuro como la noche, dejaba entrever algunos símbolos bordados en el interior del mismo. Bajo el abrigo, una camisa ajustada junto con una chaqueta, dándole un aire prestigioso. Vaelmyr con sus guantes negros estaba haciendo mantenimiento de una de sus armas mientras ocasionalmente bebía lentamente de una copa de cristal, un lujo que no encajaba para nada con el lugar. Mientras limpiaba una pieza de gatillo con un paño de terciopelo oscuro, la puerta se abrió con un chirrido. Un chico de aura imponente entró quitándose el polvo de los hombros, y los ojos de Vaelmyr se posaron en él un momento, antes de volver a su arma.
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  • Encerrado en el baño, se retiró la ropa con calma, notando su cuerpo sensible y caliente, suspirando suave mientras intentaba relajarse.

    —Respira, Stolas... un baño frío vendrá bien...

    Hablaba para sí mismo, bajando la mirada entre sus piernas, avergonzado con la humedad entre estas, negando y entrando a la ducha, abriendo de lleno el agua fría, sin poder evitar tensarse y soltar un pequeño grito.

    —¡Aah! Por... Lucifer... fuu...
    Encerrado en el baño, se retiró la ropa con calma, notando su cuerpo sensible y caliente, suspirando suave mientras intentaba relajarse. —Respira, Stolas... un baño frío vendrá bien... Hablaba para sí mismo, bajando la mirada entre sus piernas, avergonzado con la humedad entre estas, negando y entrando a la ducha, abriendo de lleno el agua fría, sin poder evitar tensarse y soltar un pequeño grito. —¡Aah! Por... Lucifer... fuu...
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  • Ker-rah (Kira), en los últimos dos años. Te has transformado en la mejor asistente que nunca he tenido. -Palabras de su jefa Cat Grant.-
    Ker-rah (Kira), en los últimos dos años. Te has transformado en la mejor asistente que nunca he tenido. -Palabras de su jefa Cat Grant.-
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  • Ahora es mi turno de vengarme de todos los que me han hecho daño
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  • Quizás podría retomar las clases de baile, las extraño
    Quizás podría retomar las clases de baile, las extraño
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