☾ ۪ ﹡ㅤ ֗ ۪ ﹡ㅤ ֗ ۪ ﹡
◞ 𝗂𝖿 𝗒𝗈𝗎 𝖾𝗏𝖾𝗋 𝖿𝖾𝗅𝗍 𝗅𝗈𝗌𝗍 𒁍
Había pasado toda la tarde paseando con curiosidad por el mundo humano, intentando camuflarse entre ellos con un aspecto más de chica normal, intentando entender su forma de pensar, no hay mejor lugar para eso que una biblioteca mundana. Su cabello negro como la noche caía sobre sus hombros mientras sobre sus piernas se encontraba un libro abierto, que ojeaba con una uña afilada.
Un cuento para niños.
“Y vivieron felices por siempre.” Tan solo de leer la última parte, rompió en carcajadas. No podía creer que eso hiciera feliz a alguien.
–Criaturas tontas, son tan ingenuas...–
Claro, como su primera experiencia en el mundo humano sin conocer absolutamente nada de su especie confundió ese libro de fantasía con la realidad, Neriah era la ingenua. En el mundo demoníaco no existían esos cuentos, solo historias reales que hablan solo con la verdad de las más antiguas guerras, nunca encontraría algún libro sobre el primer beso del verdadero amor. Podía burlarse, pero ya se había leído un par de cuentos cortos que comenzaban a apilarse a su costado.
–¿Avena?...–Repitió la palabra que aparecía en el cuento "Ricitos de oro y los tres osos", desconocía lo que era. Le pareció un poco graciosa.
–Criaturas tontas, tienen un lenguaje tan extraño.
Dijo para si misma, con una sonrisa que enseñaba sus puntiagudos colmillos brillantes. No podía esperar por conocer más de ellos.
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🍷 ◞ 𝗂𝖿 𝗒𝗈𝗎 𝖾𝗏𝖾𝗋 𝖿𝖾𝗅𝗍 𝗅𝗈𝗌𝗍 𒁍
Había pasado toda la tarde paseando con curiosidad por el mundo humano, intentando camuflarse entre ellos con un aspecto más de chica normal, intentando entender su forma de pensar, no hay mejor lugar para eso que una biblioteca mundana. Su cabello negro como la noche caía sobre sus hombros mientras sobre sus piernas se encontraba un libro abierto, que ojeaba con una uña afilada.
Un cuento para niños.
“Y vivieron felices por siempre.” Tan solo de leer la última parte, rompió en carcajadas. No podía creer que eso hiciera feliz a alguien.
–Criaturas tontas, son tan ingenuas...–
Claro, como su primera experiencia en el mundo humano sin conocer absolutamente nada de su especie confundió ese libro de fantasía con la realidad, Neriah era la ingenua. En el mundo demoníaco no existían esos cuentos, solo historias reales que hablan solo con la verdad de las más antiguas guerras, nunca encontraría algún libro sobre el primer beso del verdadero amor. Podía burlarse, pero ya se había leído un par de cuentos cortos que comenzaban a apilarse a su costado.
–¿Avena?...–Repitió la palabra que aparecía en el cuento "Ricitos de oro y los tres osos", desconocía lo que era. Le pareció un poco graciosa.
–Criaturas tontas, tienen un lenguaje tan extraño.
Dijo para si misma, con una sonrisa que enseñaba sus puntiagudos colmillos brillantes. No podía esperar por conocer más de ellos.