— Y aún así, sigues sin estar invitada a entrar a mi casa —reitera, sonriente.
— Y aún así, sigues sin estar invitada a entrar a mi casa —reitera, sonriente.
-Puertas cerradas, encantamientos, sellos, agua bendecida por hombres con sotanas, mucho más pecadores que un aniquilador. ¡Humanos tontos!, son una dulce invitación para mí!, ja, jaaaaaa,ja,jaaaaaa.
Me enjaja
Me gusta
Me encocora
Me shockea
6
0 turnos 0 maullidos
Patrocinados
Patrocinados