El mensaje le encuentra ocupado en medio de la rutina de abdominales, en el gimnasio, donde, desde hace algunas semanas atrás, comparte las tardes de domingo con su padre. Distraído como es, tarda más de una hora en descubrir el mensaje y, con las prisas de responder para no hacer a su amado hechicero esperar ni un segundo de más, el resultado no es el más espectacular. #SeductiveSunday