Un cuerpo vacío, una psique vacía.
Una muñeca rota y sin vida, las memorias se habían esfumado con el viento.
No quedaba nada de lo que algún día fue, solo un nombre: Ekaterina.
Una muñeca rota y sin vida, las memorias se habían esfumado con el viento.
No quedaba nada de lo que algún día fue, solo un nombre: Ekaterina.
Un cuerpo vacío, una psique vacía.
Una muñeca rota y sin vida, las memorias se habían esfumado con el viento.
No quedaba nada de lo que algún día fue, solo un nombre: Ekaterina.