—Nazcan de la tierra hijos míos. -*Sus labios se abrieron para conjurar a las bestias conocidas como rastreadores, estos se encargarían de exterminar todo a su paso, con la gran velocidad que los caracterizaba y su modo de ataque*. —No dejen huella alguna, deléitense de los que caminan sobre los campos.
—Nazcan de la tierra hijos míos. -*Sus labios se abrieron para conjurar a las bestias conocidas como rastreadores, estos se encargarían de exterminar todo a su paso, con la gran velocidad que los caracterizaba y su modo de ataque*. —No dejen huella alguna, deléitense de los que caminan sobre los campos.