En el instante en que los labios de Xellos se apoderaron de los de Reena en un beso apasionado, un torbellino de emociones se desencadenó en la hechicera.

Al principio, Reena intentó separarse de Xellos, sus labios lucharon por liberarse de la ardiente unión y sus manos presionaron con firmeza el pecho de Xellos, logrando alejarlo lo suficiente.

Miró a Xellos con ojos llenos de emociones encontradas, sus mejillas enrojecidas, su respiración entrecortada y su corazón latiendo con fuerza.

—Xellos... Esto no puede ser... Yo...

Las palabras de Reena se interrumpieron cuando su mirada se encontró con la de Xellos, y en ese instante, la lucha en su interior se desvaneció.

Los ojos amatista de Xellos la hipnotizaron, y el deseo que había mantenido reprimido durante tanto tiempo finalmente afloró.

Reena, dejando de lado cualquier resistencia que pudiera haber tenido, se abalanzó hacia Xellos. Sus labios buscaron los suyos en un beso desesperado y apasionado.

La pasión ardía en ese beso y las barreras que habían mantenido sus emociones a raya se derrumbaron por completo. Fue un momento de rendición total, donde los sentimientos hablaron más alto que cualquier palabra o gesto. Le deseaba de un modo casi irracional y eso era algo que no podía evitar ni podía reprimir por más tiempo. [Xellos]
En el instante en que los labios de Xellos se apoderaron de los de Reena en un beso apasionado, un torbellino de emociones se desencadenó en la hechicera. Al principio, Reena intentó separarse de Xellos, sus labios lucharon por liberarse de la ardiente unión y sus manos presionaron con firmeza el pecho de Xellos, logrando alejarlo lo suficiente. Miró a Xellos con ojos llenos de emociones encontradas, sus mejillas enrojecidas, su respiración entrecortada y su corazón latiendo con fuerza. —Xellos... Esto no puede ser... Yo... Las palabras de Reena se interrumpieron cuando su mirada se encontró con la de Xellos, y en ese instante, la lucha en su interior se desvaneció. Los ojos amatista de Xellos la hipnotizaron, y el deseo que había mantenido reprimido durante tanto tiempo finalmente afloró. Reena, dejando de lado cualquier resistencia que pudiera haber tenido, se abalanzó hacia Xellos. Sus labios buscaron los suyos en un beso desesperado y apasionado. La pasión ardía en ese beso y las barreras que habían mantenido sus emociones a raya se derrumbaron por completo. Fue un momento de rendición total, donde los sentimientos hablaron más alto que cualquier palabra o gesto. Le deseaba de un modo casi irracional y eso era algo que no podía evitar ni podía reprimir por más tiempo. [Xellos]
Me encocora
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