Nunca entenderá por qué después de una actuación brillante tiene que haber un comportamiento indecoroso. Y tampoco entenderá por qué cada vez que da un "no" rotundo por respuesta a una proposición indecente se la mira con desprecio. Es bailarina, no dama de compañía de dudosa reputación.
Nunca entenderá por qué después de una actuación brillante tiene que haber un comportamiento indecoroso. Y tampoco entenderá por qué cada vez que da un "no" rotundo por respuesta a una proposición indecente se la mira con desprecio. Es bailarina, no dama de compañía de dudosa reputación.
