Era broma — presiona los labios y desvía la mirada un instante, un poco azorada, no solo por la insistencia de la mirada ajena, sino también por sus propios pensamientos —. Duerme todo lo que quieras. No soy quién para despertarte.
Era broma — presiona los labios y desvía la mirada un instante, un poco azorada, no solo por la insistencia de la mirada ajena, sino también por sus propios pensamientos —. Duerme todo lo que quieras. No soy quién para despertarte.