— Ya lo entendí. Pese a todo, no soy suficiente... Soy una tonta. — Llevó la mano diestra sobre su cara, intentando ocultar la misma. — Todo es porque... Tch... Siempre ha sido así. Ellos dijeron que seguir guardando eso me haría más débil. Y parece ser que lo soy... No soy tan linda y fuerte como mi hermana Aiko. No soy dulce y amable como mi madre y duro y firme como mi padre... — Presionó sus labios entre si, desde hace tanto tiempo no se sentía deprimida, de esa manera que la hacia sentir absurda y tonta.
— Ya lo entendí. Pese a todo, no soy suficiente... Soy una tonta. — Llevó la mano diestra sobre su cara, intentando ocultar la misma. — Todo es porque... Tch... Siempre ha sido así. Ellos dijeron que seguir guardando eso me haría más débil. Y parece ser que lo soy... No soy tan linda y fuerte como mi hermana Aiko. No soy dulce y amable como mi madre y duro y firme como mi padre... — Presionó sus labios entre si, desde hace tanto tiempo no se sentía deprimida, de esa manera que la hacia sentir absurda y tonta.
