Xellos, con su agilidad sobrenatural, parecía desafiar la gravedad misma mientras esquivaba las esferas de energía de Zelgadiss.
Sus movimientos eran tan fluidos y precisos que podría haberse pensado que bailaba entre los mortales proyectiles, moviéndose con una gracia que desafiaba la lógica.
Las esferas, que habían sido lanzadas con fuerza y velocidad, se desviaron de su curso, pasando a su alrededor como si fueran simples gotas de lluvia en una tormenta en medio de la cual Xellos era el rayo.
Aprovechando la distracción momentánea que sus rápidos movimientos podrían haber causado, Xellos contraatacó con una velocidad impresionante.
Su mano, rodeada por un destello oscuro que parecía emanar de las profundidades del mismísimo abismo, brilló con malicia.
Sin dar tiempo para una respuesta, Xellos lanzó la ráfaga de magia hacia Zelgadiss, una descarga de energía oscura que parecía tener un poder destructivo sin igual. Zelgadiss Greywords
Sus movimientos eran tan fluidos y precisos que podría haberse pensado que bailaba entre los mortales proyectiles, moviéndose con una gracia que desafiaba la lógica.
Las esferas, que habían sido lanzadas con fuerza y velocidad, se desviaron de su curso, pasando a su alrededor como si fueran simples gotas de lluvia en una tormenta en medio de la cual Xellos era el rayo.
Aprovechando la distracción momentánea que sus rápidos movimientos podrían haber causado, Xellos contraatacó con una velocidad impresionante.
Su mano, rodeada por un destello oscuro que parecía emanar de las profundidades del mismísimo abismo, brilló con malicia.
Sin dar tiempo para una respuesta, Xellos lanzó la ráfaga de magia hacia Zelgadiss, una descarga de energía oscura que parecía tener un poder destructivo sin igual. Zelgadiss Greywords
Xellos, con su agilidad sobrenatural, parecía desafiar la gravedad misma mientras esquivaba las esferas de energía de Zelgadiss.
Sus movimientos eran tan fluidos y precisos que podría haberse pensado que bailaba entre los mortales proyectiles, moviéndose con una gracia que desafiaba la lógica.
Las esferas, que habían sido lanzadas con fuerza y velocidad, se desviaron de su curso, pasando a su alrededor como si fueran simples gotas de lluvia en una tormenta en medio de la cual Xellos era el rayo.
Aprovechando la distracción momentánea que sus rápidos movimientos podrían haber causado, Xellos contraatacó con una velocidad impresionante.
Su mano, rodeada por un destello oscuro que parecía emanar de las profundidades del mismísimo abismo, brilló con malicia.
Sin dar tiempo para una respuesta, Xellos lanzó la ráfaga de magia hacia Zelgadiss, una descarga de energía oscura que parecía tener un poder destructivo sin igual. [Zelgadiss]
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