#RetosdeRoleplay
#R1
#Brevedescripciondemipersonaje
𝑼𝒏𝒂 𝒆𝒏𝒕𝒓𝒆𝒗𝒊𝒔𝒕𝒂 𝒎𝒖𝒚 𝒑𝒆𝒄𝒖𝒍𝒊𝒂𝒓
╰──────────────────⌲‧
Sus manos sobre su regazo jugueteaban con el dobladillo de su sudadera de mezclilla, mientras sus orbes rosados no soltaban de vista a sus entrevistadores. Se mordió el labio, intentando controlar el nudo de nervios en su estómago.
«Cálmate, cálmate, cálmate. Puedes hacer esto, Afro. Ya has hecho esto un montón de veces desde que fuiste desterrada del Olimpo y te obligaron a permanecer en el mundo de los mortales y solo una vez te salió muy bien».
──A-ah, por donde empiezo… ¡Ah, claro! Mi nombre es Afrodita, como la diosa. Bueno ──dijo con un orgullo que llegaba hasta la luna, llevándose una mano al pecho──, en realidad, soy ella. Pero pueden llamarme simplemente «Afro». No, no, no. Esperen, no llamen a los de seguridad, se los juró que soy ella.
Sus interlocutores se miraron entre ellos y gracias a Zeus, le concedieron el beneficio de la duda. Se aclaró la garganta y continuó.
──Ustedes se preguntarán, ¿Qué rayos hace una de las doce diosas más importantes del panteón griego conviviendo entre los humanos y que hace en una entrevista como esta? Pues resulta que, un día, Hera fue a mi palacio a pedirme ayuda, ya que se enteró de que nuevamente su esposo le estaba siendo infiel y quería que usara mis poderes para sabotear a su nuevo romance. Helios ──maldito chismoso──, le dijo a Zeus de mi jugarreta y, como no es la primera vez que he jugado con sus sentimientos, me desterró aquí. Me advirtió que no volvería a poner un pie en el Olimpo hasta que demuestre que soy digna de ser una de los grandes doce dioses griegos.
──Claro que tengo experiencia laboral, aunque no es mucha. Trabajo durante el día en un Starbucks y en la noche me dedico a atrapar a criminales. Sí… quise sacar provecho de mis poderes para un bien común.
──¿Adicciones? Me encanta mucho el chocolate, ¿eso cuenta como adicción?
──¿Mis… debilidades? Soy muy compasiva y así mismo, muy impulsiva. También soy capaz de hacer cualquier cosa con tal de mantener a mis seres queridos a salvo. Muchos consideran esto más una virtud, pero cuando digo, cualquier cosa, es cualquier cosa.
──Mis mayores virtudes son mi optimismo y que jamás me rindo ante la adversidad.
──¿Pareja? Puff. No ──le dio un manotazo al aire──, claro que no tengo y no me interesa. Aunque bueno, por ahí habrá alguien especial. No me gustan los compromisos. Tampoco me gustan quienes creen que, con solo respirar y parpadear, es más que suficiente para que se ganen mi corazón.
Estiró sus brazos y sus huesitos hicieron «crac».
──¿Eso es todo? Tengo hambre.
#R1
#Brevedescripciondemipersonaje
𝑼𝒏𝒂 𝒆𝒏𝒕𝒓𝒆𝒗𝒊𝒔𝒕𝒂 𝒎𝒖𝒚 𝒑𝒆𝒄𝒖𝒍𝒊𝒂𝒓
╰──────────────────⌲‧
Sus manos sobre su regazo jugueteaban con el dobladillo de su sudadera de mezclilla, mientras sus orbes rosados no soltaban de vista a sus entrevistadores. Se mordió el labio, intentando controlar el nudo de nervios en su estómago.
«Cálmate, cálmate, cálmate. Puedes hacer esto, Afro. Ya has hecho esto un montón de veces desde que fuiste desterrada del Olimpo y te obligaron a permanecer en el mundo de los mortales y solo una vez te salió muy bien».
──A-ah, por donde empiezo… ¡Ah, claro! Mi nombre es Afrodita, como la diosa. Bueno ──dijo con un orgullo que llegaba hasta la luna, llevándose una mano al pecho──, en realidad, soy ella. Pero pueden llamarme simplemente «Afro». No, no, no. Esperen, no llamen a los de seguridad, se los juró que soy ella.
Sus interlocutores se miraron entre ellos y gracias a Zeus, le concedieron el beneficio de la duda. Se aclaró la garganta y continuó.
──Ustedes se preguntarán, ¿Qué rayos hace una de las doce diosas más importantes del panteón griego conviviendo entre los humanos y que hace en una entrevista como esta? Pues resulta que, un día, Hera fue a mi palacio a pedirme ayuda, ya que se enteró de que nuevamente su esposo le estaba siendo infiel y quería que usara mis poderes para sabotear a su nuevo romance. Helios ──maldito chismoso──, le dijo a Zeus de mi jugarreta y, como no es la primera vez que he jugado con sus sentimientos, me desterró aquí. Me advirtió que no volvería a poner un pie en el Olimpo hasta que demuestre que soy digna de ser una de los grandes doce dioses griegos.
──Claro que tengo experiencia laboral, aunque no es mucha. Trabajo durante el día en un Starbucks y en la noche me dedico a atrapar a criminales. Sí… quise sacar provecho de mis poderes para un bien común.
──¿Adicciones? Me encanta mucho el chocolate, ¿eso cuenta como adicción?
──¿Mis… debilidades? Soy muy compasiva y así mismo, muy impulsiva. También soy capaz de hacer cualquier cosa con tal de mantener a mis seres queridos a salvo. Muchos consideran esto más una virtud, pero cuando digo, cualquier cosa, es cualquier cosa.
──Mis mayores virtudes son mi optimismo y que jamás me rindo ante la adversidad.
──¿Pareja? Puff. No ──le dio un manotazo al aire──, claro que no tengo y no me interesa. Aunque bueno, por ahí habrá alguien especial. No me gustan los compromisos. Tampoco me gustan quienes creen que, con solo respirar y parpadear, es más que suficiente para que se ganen mi corazón.
Estiró sus brazos y sus huesitos hicieron «crac».
──¿Eso es todo? Tengo hambre.
#RetosdeRoleplay
#R1
#Brevedescripciondemipersonaje
𝑼𝒏𝒂 𝒆𝒏𝒕𝒓𝒆𝒗𝒊𝒔𝒕𝒂 𝒎𝒖𝒚 𝒑𝒆𝒄𝒖𝒍𝒊𝒂𝒓
╰──────────────────⌲‧
Sus manos sobre su regazo jugueteaban con el dobladillo de su sudadera de mezclilla, mientras sus orbes rosados no soltaban de vista a sus entrevistadores. Se mordió el labio, intentando controlar el nudo de nervios en su estómago.
«Cálmate, cálmate, cálmate. Puedes hacer esto, Afro. Ya has hecho esto un montón de veces desde que fuiste desterrada del Olimpo y te obligaron a permanecer en el mundo de los mortales y solo una vez te salió muy bien».
──A-ah, por donde empiezo… ¡Ah, claro! Mi nombre es Afrodita, como la diosa. Bueno ──dijo con un orgullo que llegaba hasta la luna, llevándose una mano al pecho──, en realidad, soy ella. Pero pueden llamarme simplemente «Afro». No, no, no. Esperen, no llamen a los de seguridad, se los juró que soy ella.
Sus interlocutores se miraron entre ellos y gracias a Zeus, le concedieron el beneficio de la duda. Se aclaró la garganta y continuó.
──Ustedes se preguntarán, ¿Qué rayos hace una de las doce diosas más importantes del panteón griego conviviendo entre los humanos y que hace en una entrevista como esta? Pues resulta que, un día, Hera fue a mi palacio a pedirme ayuda, ya que se enteró de que nuevamente su esposo le estaba siendo infiel y quería que usara mis poderes para sabotear a su nuevo romance. Helios ──maldito chismoso──, le dijo a Zeus de mi jugarreta y, como no es la primera vez que he jugado con sus sentimientos, me desterró aquí. Me advirtió que no volvería a poner un pie en el Olimpo hasta que demuestre que soy digna de ser una de los grandes doce dioses griegos.
──Claro que tengo experiencia laboral, aunque no es mucha. Trabajo durante el día en un Starbucks y en la noche me dedico a atrapar a criminales. Sí… quise sacar provecho de mis poderes para un bien común.
──¿Adicciones? Me encanta mucho el chocolate, ¿eso cuenta como adicción?
──¿Mis… debilidades? Soy muy compasiva y así mismo, muy impulsiva. También soy capaz de hacer cualquier cosa con tal de mantener a mis seres queridos a salvo. Muchos consideran esto más una virtud, pero cuando digo, cualquier cosa, es cualquier cosa.
──Mis mayores virtudes son mi optimismo y que jamás me rindo ante la adversidad.
──¿Pareja? Puff. No ──le dio un manotazo al aire──, claro que no tengo y no me interesa. Aunque bueno, por ahí habrá alguien especial. No me gustan los compromisos. Tampoco me gustan quienes creen que, con solo respirar y parpadear, es más que suficiente para que se ganen mi corazón.
Estiró sus brazos y sus huesitos hicieron «crac».
──¿Eso es todo? Tengo hambre.
