Khepri aún no ha salido, la barca solar no ha terminado su pugna. Y, aún así, ella ya está despierta, orando entre susurros arrodillada en el balcón de su alcoba, para que Apep haya sido derrotado un día más.
Khepri aún no ha salido, la barca solar no ha terminado su pugna. Y, aún así, ella ya está despierta, orando entre susurros arrodillada en el balcón de su alcoba, para que Apep haya sido derrotado un día más.