La luna finalmente resplandecía en lo alto de la noche, de las pocas cosas que seguían siendo tal como las conocía aún con la caída de la mayoría de la humanidad. Melanie se sentía un poco inquieta, su corazón contraído dentro de su pecho, pero aún así comenzó a caminar. La ruta no era nueva, no era la primera vez que la hacia, sin embargo el sentimiento de preocupación siempre le resultaba demasiado abrumador. Y ahora que tenía compañía la presión de que todo saliera perfecto parecía incrementarse de manera imponente. Montones de edificios luchaban por mantenerse todavía en pie a lo largo de aquella carretera que en tiempos antiguos seguramente hubiera sido de las más concurridas en hora pico. Y aquellos cimientos que no habían conseguido permanecer ilesos se extendían a lo largo de la carretera otorgando aquella visión tan desoladora. Si mantenían buen ritmo, al salir el sol en poco más de ocho horas, estarían lo suficientemente cerca del asentamiento que Melanie ocupaba como para poder resguardarse. Melanie dió una inhalación profunda mientras trataba de acostumbrarse a la penumbra, queriendo recordar con certeza cada cosa que los rodeaba, trazando en su cabeza los mapas de las cosas que conocía. Por lo menos tendrían cuatro kilómetros con edificios que los pudieran mantener protegidos ante algún potencial percance, y cuando esta hilera se terminará podrían contar con pequeñas lomas que se habían formado ante los cambios drásticos del clima en la hostilidad del nuevo mundo. Apartó todas las dudas y los miedos que sin explicación habían llegado a su mente, no tenían realmente un fundamento, tenía que ser positiva y ceñirse a lo que tenía planeado ¿Pero como quedarse tranquila si ahora sentía la responsabilidad por ambos? Volvió a la realidad, inconcientemente brindó un apretón a la mano ajena apenas dándose cuenta que ya no era necesario que la sostuviera, carraspeó dándole un vistazo de reojo antes de abrir la boca, el silencio la consumiría si no lo rompía. ———¿Estás en condiciones de caminar todo lo que nos toca?——— preguntó con un susurro dando así inicio a su travesía.