Triste y enfermizo, cuando la inocencia muere
Categoría Terror
—Día a día, la escuela se convierte en un infierno para aquellos perfiles que poco se adaptan a las cruentas reglas de la sociedad, una sociedad llena de prejuicios, tabúes e infinidad de ideas estéticas para una vida "Normal". La sociedad es sumamente hipócrita y las creencias se inclinan como mejor les convenga, convirtiéndo a los más desafortunados en escoria humana: Asesinos, psicópatas y toda clase de inclinaciones a los más profundos y oscuros pensamientos que, paulatinamente, se llevan a cabo a un acto de simple odio, venganza, ira y muerte.*

-30 de Marzo, una fecha escrita en la pizarra de aquel salón de clases. Un aula de clase repleta de sillas y pupitres en mal estado, la luz apenas logra penetrar entre los ventanales empolvados brindando una tenue iluminación. Justamente, ahí se encontraba Sapphire, una menor de seis años que apenas cursa el primer grado de la escuela primaria. Encerrada dentro del descuidado inmueble con la puerta cerrada con llave y acompañada de un cadáver, el cadáver de la profesora a la que algún día iba a matar, o por lo menos, la vería morir. Jamás pensó que su "sueño" se iba hacer realidad, y justamente recordó aquel refrán: "Cuidado con lo que deseas", palabras que taladran su mente sin abandonarla.

"¡BANG!" -Sonido que escuchó tras la detonación de un arma de fuego -"¡BANG, BANG!"- otras dos detonaciones adicionales se fomentaron en los salones continuos. Hubieron gritos, llantos, el caos se desató entre los pasillos; por supuesto el olor a sangre y pólvora se infunden por doquier con su característico hedor.-

¿? ¡MAMÁAA, MAMAAAA! - El llamado de un menor provino a las afueras del patio,pero su llanto también es callado por un sonido en seco, retumbante y ensordecedor: "¡BANG!". El cuerpo del menor cayó tendido al piso dibujando una enorme mancha de sangre que se expande a lo largo y ancho de su pequeña fisionomía.-
¿?: ¡Llamen a la policía, los alumnos, los profesores, todos están en peligro, Dios mío! -Se escuchó la voz de una profesora, la cuál también su vida fué cegada por la última detonación del arma y el misterioso intérprete de dicho escenario: -"¡BANG!"- Ése fué el último ataque, nadie había visto al asesino, no había huellas dactilares o pisadas, el asesino es un genio.-

-Y mientras la sanguinaria matanza se lleva a cabo, Sapphire permaneció en silencio, hincada frente al cadáver de su profesora, recolectando la sangre dentro de un pequeño frasco con tapa hermética, luego se dispuso a dibujar con sus pequeños dedos y con la ayuda del escandaloso líquido carmín, trazo tras trazo infantil, realizando lindos y tiernos dibujos con hojas de papel, imaginación y mucha sangre. Nadie se había percatado que ella estaba ahí en el momento y lugar menos indicados. Curiosamente, ella tampoco vió al asesino, pero sí a la finada maestra entrar al salón, quién al abrir y asegurar la puerta con llave, una bala atravesó con certeza en su frente, escuchandose el golpe en seco del cuerpo ahora tendido en el piso bajo un prominente circulo de sangre. Minutos más tarde, el silencio y la paz reinaron de nuevo en ése templo del "conocimiento y del saber", el único sobreviviente es aquella excéntrica niña que juega con la sangre ajena y dibuja pasando por alto la cruenta escena.-

-Rotundo y absoluto silencio, el asesino espera, acecha y vislumbra fríamente el perímetro, ahora busca una víctima adicional para complacer su sed de sangre.-
—Día a día, la escuela se convierte en un infierno para aquellos perfiles que poco se adaptan a las cruentas reglas de la sociedad, una sociedad llena de prejuicios, tabúes e infinidad de ideas estéticas para una vida "Normal". La sociedad es sumamente hipócrita y las creencias se inclinan como mejor les convenga, convirtiéndo a los más desafortunados en escoria humana: Asesinos, psicópatas y toda clase de inclinaciones a los más profundos y oscuros pensamientos que, paulatinamente, se llevan a cabo a un acto de simple odio, venganza, ira y muerte.* -30 de Marzo, una fecha escrita en la pizarra de aquel salón de clases. Un aula de clase repleta de sillas y pupitres en mal estado, la luz apenas logra penetrar entre los ventanales empolvados brindando una tenue iluminación. Justamente, ahí se encontraba Sapphire, una menor de seis años que apenas cursa el primer grado de la escuela primaria. Encerrada dentro del descuidado inmueble con la puerta cerrada con llave y acompañada de un cadáver, el cadáver de la profesora a la que algún día iba a matar, o por lo menos, la vería morir. Jamás pensó que su "sueño" se iba hacer realidad, y justamente recordó aquel refrán: "Cuidado con lo que deseas", palabras que taladran su mente sin abandonarla. "¡BANG!" -Sonido que escuchó tras la detonación de un arma de fuego -"¡BANG, BANG!"- otras dos detonaciones adicionales se fomentaron en los salones continuos. Hubieron gritos, llantos, el caos se desató entre los pasillos; por supuesto el olor a sangre y pólvora se infunden por doquier con su característico hedor.- ¿? ¡MAMÁAA, MAMAAAA! - El llamado de un menor provino a las afueras del patio,pero su llanto también es callado por un sonido en seco, retumbante y ensordecedor: "¡BANG!". El cuerpo del menor cayó tendido al piso dibujando una enorme mancha de sangre que se expande a lo largo y ancho de su pequeña fisionomía.- ¿?: ¡Llamen a la policía, los alumnos, los profesores, todos están en peligro, Dios mío! -Se escuchó la voz de una profesora, la cuál también su vida fué cegada por la última detonación del arma y el misterioso intérprete de dicho escenario: -"¡BANG!"- Ése fué el último ataque, nadie había visto al asesino, no había huellas dactilares o pisadas, el asesino es un genio.- -Y mientras la sanguinaria matanza se lleva a cabo, Sapphire permaneció en silencio, hincada frente al cadáver de su profesora, recolectando la sangre dentro de un pequeño frasco con tapa hermética, luego se dispuso a dibujar con sus pequeños dedos y con la ayuda del escandaloso líquido carmín, trazo tras trazo infantil, realizando lindos y tiernos dibujos con hojas de papel, imaginación y mucha sangre. Nadie se había percatado que ella estaba ahí en el momento y lugar menos indicados. Curiosamente, ella tampoco vió al asesino, pero sí a la finada maestra entrar al salón, quién al abrir y asegurar la puerta con llave, una bala atravesó con certeza en su frente, escuchandose el golpe en seco del cuerpo ahora tendido en el piso bajo un prominente circulo de sangre. Minutos más tarde, el silencio y la paz reinaron de nuevo en ése templo del "conocimiento y del saber", el único sobreviviente es aquella excéntrica niña que juega con la sangre ajena y dibuja pasando por alto la cruenta escena.- -Rotundo y absoluto silencio, el asesino espera, acecha y vislumbra fríamente el perímetro, ahora busca una víctima adicional para complacer su sed de sangre.-
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