El camino hacia la venganza
Categoría Aventura
-Todos cometemos errores, algunos pequeños... desde lo más simples que tienen la posibilidad de un remedio, y a su vez otros grandes o fatales; sin embargo desde aquel día, el error más grave de Cham Cham, cargado de inocencia y promovido por el orgullo, fué el más grande y terrible de todos. Su misión era cuidar de la Piedra de Palenque, un artefacto único y muy poderoso manteniendose en estricto resguardo dentro del templo del aire. No obstante, ella tomó secretamente la poderosa reliquia de su pueblo natal para probar su eficacia cómo guerrera, al enfrentarse con un ser elemental de la naturaleza mexica, cuyo fin fué demostrarle su gran poder, sin embargo éste se lo arrebató por mera maldad al conocer el potente poder y magia que posee. Prontamente, la culpa no se hizo a esperar y llegando a ella, pues la honra de su familia iba en picada, la desdicha de su pueblo es latente y la ira de los dioses es peor que la muerte, su pueblo podía caer en una verdadera desgracia. Entonces, pensando en las posibles y terribles consecuencias a causa de su "ineptitud e incapacidad de cumplir una orden", la joven establece un viaje de búsqueda con su chimpancé mascota "Paku Paku" con el objetivo de encontrar el artefacto.-

-Durante aquel viaje, grandes y bellos bosques se acoplan a la lejanía de las tierras de aquel sitio; la belleza natural es exorbitante por la presencia de la exótica naturaleza y densos árboles que hacen de cobertura a las benditas tierras de Dioses antiguos e imperios que les rinden culto. En aquellas fechas, la primavera había llegado apenas dando su mayor folklor, criaturas de toda índole y espíritus elementales rondan en las cercanías, el cántico de las aves se escuchaba en todo su esplendor y al unísono. Para entonces, la veloz presencia de Cham Cham rompió con el canto de las criaturas y el silencio que domina en los rincones.-

- Ante el brillo de los rayos del sol, la fisionomía de la joven guerrera le daba una edad aparente a los dieciséis años, de exótica vestimenta que presume al peligroso felino oriundo de aquellas tierras: El jaguar, el depredador más temible y maestro de la caza que todos los animales le temen. Armada de un largo bumerang fabricado con oro y obsidiana, gauntlets y botas fabricados con piel del jaguar, Cham Cham paulatinamente se adentra entre ese mar de árboles, mientras su larga y abundante cabellera se ilumina con el peculiar brillo de tono jade en representación de la tierra y grandes valles de la Diosa Tonantzin. Entretanto, la joven guerrera corría a gran velocidad entre las gruesas ramas invadidas por el musgo, mientras sus piernas y brazos son lo suficientemente fuertes y ágiles para dicha maniobra que sólo un malabarista con gran experiencia es capaz de hacer desafiando a la muerte y al peligro. Fue entonces que, de un instante a otro, se detuvo en seco.-

—Madre Tonantzin ¿podré llegar a mi destino? -Alzó su vista a la lejanía de aquel mar de verdes y robustos árboles-
—Padre Huitzilopochtli, padre de la guerra infinita, guíame al sendero de la victoria, ésta guerrera jaguar afronta una misión peligrosa, Quetzalcóatl, nuestro más apreciado y benévolo padre del viento, no me abandones. -Cerró por breves instantes sus orbes, cuando sintió una presencia de cerca.-
—¡Paku Paku! ¿Has visto al duende cerca? ¿puedes sentirlo? -Cuestionó al pequeño mono que trae consigo, siendo un buen amigo y compañero de lucha que nunca le abandona, debía llegar al fondo del asunto y conocer otros sitios más allá de lo que conoce, sin imaginar que había llegado bastante lejos y casi a las provincias de una ciudad urbanizada, lo que actualmente conocemos.-
-Todos cometemos errores, algunos pequeños... desde lo más simples que tienen la posibilidad de un remedio, y a su vez otros grandes o fatales; sin embargo desde aquel día, el error más grave de Cham Cham, cargado de inocencia y promovido por el orgullo, fué el más grande y terrible de todos. Su misión era cuidar de la Piedra de Palenque, un artefacto único y muy poderoso manteniendose en estricto resguardo dentro del templo del aire. No obstante, ella tomó secretamente la poderosa reliquia de su pueblo natal para probar su eficacia cómo guerrera, al enfrentarse con un ser elemental de la naturaleza mexica, cuyo fin fué demostrarle su gran poder, sin embargo éste se lo arrebató por mera maldad al conocer el potente poder y magia que posee. Prontamente, la culpa no se hizo a esperar y llegando a ella, pues la honra de su familia iba en picada, la desdicha de su pueblo es latente y la ira de los dioses es peor que la muerte, su pueblo podía caer en una verdadera desgracia. Entonces, pensando en las posibles y terribles consecuencias a causa de su "ineptitud e incapacidad de cumplir una orden", la joven establece un viaje de búsqueda con su chimpancé mascota "Paku Paku" con el objetivo de encontrar el artefacto.- -Durante aquel viaje, grandes y bellos bosques se acoplan a la lejanía de las tierras de aquel sitio; la belleza natural es exorbitante por la presencia de la exótica naturaleza y densos árboles que hacen de cobertura a las benditas tierras de Dioses antiguos e imperios que les rinden culto. En aquellas fechas, la primavera había llegado apenas dando su mayor folklor, criaturas de toda índole y espíritus elementales rondan en las cercanías, el cántico de las aves se escuchaba en todo su esplendor y al unísono. Para entonces, la veloz presencia de Cham Cham rompió con el canto de las criaturas y el silencio que domina en los rincones.- - Ante el brillo de los rayos del sol, la fisionomía de la joven guerrera le daba una edad aparente a los dieciséis años, de exótica vestimenta que presume al peligroso felino oriundo de aquellas tierras: El jaguar, el depredador más temible y maestro de la caza que todos los animales le temen. Armada de un largo bumerang fabricado con oro y obsidiana, gauntlets y botas fabricados con piel del jaguar, Cham Cham paulatinamente se adentra entre ese mar de árboles, mientras su larga y abundante cabellera se ilumina con el peculiar brillo de tono jade en representación de la tierra y grandes valles de la Diosa Tonantzin. Entretanto, la joven guerrera corría a gran velocidad entre las gruesas ramas invadidas por el musgo, mientras sus piernas y brazos son lo suficientemente fuertes y ágiles para dicha maniobra que sólo un malabarista con gran experiencia es capaz de hacer desafiando a la muerte y al peligro. Fue entonces que, de un instante a otro, se detuvo en seco.- —Madre Tonantzin ¿podré llegar a mi destino? -Alzó su vista a la lejanía de aquel mar de verdes y robustos árboles- —Padre Huitzilopochtli, padre de la guerra infinita, guíame al sendero de la victoria, ésta guerrera jaguar afronta una misión peligrosa, Quetzalcóatl, nuestro más apreciado y benévolo padre del viento, no me abandones. -Cerró por breves instantes sus orbes, cuando sintió una presencia de cerca.- —¡Paku Paku! ¿Has visto al duende cerca? ¿puedes sentirlo? -Cuestionó al pequeño mono que trae consigo, siendo un buen amigo y compañero de lucha que nunca le abandona, debía llegar al fondo del asunto y conocer otros sitios más allá de lo que conoce, sin imaginar que había llegado bastante lejos y casi a las provincias de una ciudad urbanizada, lo que actualmente conocemos.-
Tipo
Grupal
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