*Su llegada hipnotizó al pueblo, cautivando a los rivales, sumergida en un ego indestructible, sobre aquel caballo que su Monarca le había dado de ofrenda. La bestia relinchaba llamaradas de fuego orgulloso de portar al rey demonio de la condena.*
*Su llegada hipnotizó al pueblo, cautivando a los rivales, sumergida en un ego indestructible, sobre aquel caballo que su Monarca le había dado de ofrenda. La bestia relinchaba llamaradas de fuego orgulloso de portar al rey demonio de la condena.*
Me encocora
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