Aquella tarde Reena y Gaudy se adentraron en el espeso bosque que rodeaba Valle Sereno. El sol comenzaba a caer y, poco a poco, la oscuridad comenzaba a ser más densa bajo las tupidas copas de los árboles.
A medida que avanzaban los pasos de ambos mercenarios resonaban en el suelo cubierto de hojas secas. El viento susurraba entre los árboles y los...