Una paz que no tiene precio.
Fandom OC
Categoría Slice of Life
Fawn
Quién diría que Morana, después de tantos años, disfrutaría de unas "vacaciones". La misma Morana que odia estar rodeada de gente, la misma Morana que valora la soledad por encima de todo...
Y ahora estaba disfrutando de la compañía de alguien que apenas conocía, que por algún motivo, le transmitía la tranquilidad que le faltaba en su día a día.
Hacía apenas unos minutos desde que Fawn había tomado la mano de Morana, dirigiéndola a un claro que la cervatilla había dicho conocer.
Mientras iban al lugar, Morana alzó la voz. — Hey, hey, que yo solo tengo dos piernas. — Bromeó entre risas.
Se dio el lujo de afianzar su agarre en la mano de Fawn, sintiendo el suave tacto de su piel, la calidez de la misma, un contraste claro con el frío tacto de la piel de Morana.
No tardaron en llegar al lugar y finalmente se detuvo su andar.
Los únicos sonidos que se escuchaban eran el canto de los pájaros, la maleza moverse ocasionalmente por algún pequeño animal, el viento pasando entre los árboles y un pequeño riachuelo que atravesaba el claro, provocando un sonido suave, relajante.
Todo lo contrario al bullicio al que acostumbraba Morana. Llevaba siglos sin estar en un lugar así de pacífico.
Sus ojos se iluminaron ligeramente, su expresión se suavizó y no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa.
— Parece que tenías razón Bambi... Es tan pacífico que se te olvida el paso del tiempo. — Murmuró entre ellas antes de mirar a Fawn. — Con un lugar así, yo tampoco querría salir del bosque. — Comentó, su sonrisa volviéndose algo más amplia.
Quién diría que Morana, después de tantos años, disfrutaría de unas "vacaciones". La misma Morana que odia estar rodeada de gente, la misma Morana que valora la soledad por encima de todo...
Y ahora estaba disfrutando de la compañía de alguien que apenas conocía, que por algún motivo, le transmitía la tranquilidad que le faltaba en su día a día.
Hacía apenas unos minutos desde que Fawn había tomado la mano de Morana, dirigiéndola a un claro que la cervatilla había dicho conocer.
Mientras iban al lugar, Morana alzó la voz. — Hey, hey, que yo solo tengo dos piernas. — Bromeó entre risas.
Se dio el lujo de afianzar su agarre en la mano de Fawn, sintiendo el suave tacto de su piel, la calidez de la misma, un contraste claro con el frío tacto de la piel de Morana.
No tardaron en llegar al lugar y finalmente se detuvo su andar.
Los únicos sonidos que se escuchaban eran el canto de los pájaros, la maleza moverse ocasionalmente por algún pequeño animal, el viento pasando entre los árboles y un pequeño riachuelo que atravesaba el claro, provocando un sonido suave, relajante.
Todo lo contrario al bullicio al que acostumbraba Morana. Llevaba siglos sin estar en un lugar así de pacífico.
Sus ojos se iluminaron ligeramente, su expresión se suavizó y no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa.
— Parece que tenías razón Bambi... Es tan pacífico que se te olvida el paso del tiempo. — Murmuró entre ellas antes de mirar a Fawn. — Con un lugar así, yo tampoco querría salir del bosque. — Comentó, su sonrisa volviéndose algo más amplia.
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Quién diría que Morana, después de tantos años, disfrutaría de unas "vacaciones". La misma Morana que odia estar rodeada de gente, la misma Morana que valora la soledad por encima de todo...
Y ahora estaba disfrutando de la compañía de alguien que apenas conocía, que por algún motivo, le transmitía la tranquilidad que le faltaba en su día a día.
Hacía apenas unos minutos desde que Fawn había tomado la mano de Morana, dirigiéndola a un claro que la cervatilla había dicho conocer.
Mientras iban al lugar, Morana alzó la voz. — Hey, hey, que yo solo tengo dos piernas. — Bromeó entre risas.
Se dio el lujo de afianzar su agarre en la mano de Fawn, sintiendo el suave tacto de su piel, la calidez de la misma, un contraste claro con el frío tacto de la piel de Morana.
No tardaron en llegar al lugar y finalmente se detuvo su andar.
Los únicos sonidos que se escuchaban eran el canto de los pájaros, la maleza moverse ocasionalmente por algún pequeño animal, el viento pasando entre los árboles y un pequeño riachuelo que atravesaba el claro, provocando un sonido suave, relajante.
Todo lo contrario al bullicio al que acostumbraba Morana. Llevaba siglos sin estar en un lugar así de pacífico.
Sus ojos se iluminaron ligeramente, su expresión se suavizó y no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa.
— Parece que tenías razón Bambi... Es tan pacífico que se te olvida el paso del tiempo. — Murmuró entre ellas antes de mirar a Fawn. — Con un lugar así, yo tampoco querría salir del bosque. — Comentó, su sonrisa volviéndose algo más amplia.
Tipo
Individual
Líneas
Cualquier línea
Estado
Disponible