Los días regresaron a una calma engañosa, y con ella, una confianza cautelosa la llevó a aventurarse más allá del corazón de su dominio. Caminó por los bordes de su territorio, allí donde el cementerio de huesos se alzaba como testimonio silencioso de cada victoria, de cada criatura que osó desafiar a la Madre de los Monstruos y cayó bajo su sombra.
Aquella mañana, sin embargo, el aire estaba… mal. Un aroma metálico quebró la quietud. Sangre. Se detuvo en seco, inclinándose lentamente hasta confirmar lo impensable: un rastro oscuro manchaba la tierra, aún húmedo, pero ya frio.
Reciente. Su corazón si se tensó. No era el dolor de una bestia desconocida lo que encendía su inquietud, sino una idea mucho más terrible, alguien viniendo por su cría.
El rastro la obligó a avanzar con prisa, cada paso cargado de un temor que rara vez se permitía sentir. El olor a sangre llenaba el aire, guiándola como un sabuezo, sus sentidos se afinaron, alerta ante cualquier señal: huellas, respiraciones ajenas, la presencia de algo que no debería estar allí.
¿Hallaría al final del sendero a una criatura herida, luchando por aferrarse a la vida… o encontraría primero al insensato que se atrevió a derramar sangre tan cerca de su territorio?
Y si ese alguien seguía respirando… ¿lo haría por mucho tiempo más?
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Reciente. Su corazón si se tensó. No era el dolor de una bestia desconocida lo que encendía su inquietud, sino una idea mucho más terrible, alguien viniendo por su cría.
El rastro la obligó a avanzar con prisa, cada paso cargado de un temor que rara vez se permitía sentir. El olor a sangre llenaba el aire, guiándola como un sabuezo, sus sentidos se afinaron, alerta ante cualquier señal: huellas, respiraciones ajenas, la presencia de algo que no debería estar allí.
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Y si ese alguien seguía respirando… ¿lo haría por mucho tiempo más?
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El rastro la obligó a avanzar con prisa, cada paso cargado de un temor que rara vez se permitía sentir. El olor a sangre llenaba el aire, guiándola como un sabuezo, sus sentidos se afinaron, alerta ante cualquier señal: huellas, respiraciones ajenas, la presencia de algo que no debería estar allí.
¿Hallaría al final del sendero a una criatura herida, luchando por aferrarse a la vida… o encontraría primero al insensato que se atrevió a derramar sangre tan cerca de su territorio?
Y si ese alguien seguía respirando… ¿lo haría por mucho tiempo más?
[Beast.tamer]