Piensas que es una casualidad cuando lo ves en el mismo lugar que tú. Te sonríe, se acerca, congenian al instante y sus palabras te cautivan, nunca habías conocido a un hombre tan atractivo como él.

Sus ojos opacos cual abismo parecen atrapar tu alma, suspiras, te das cuenta de que ya no hay vuelta atrás, y resulta que eres correspondido.

Lo último que verás es su sonrisa, cautivadoramente cruel, antes de caer en la oscuridad eterna. Su melodiosa voz te susurra al oído: “eres exquisito”.

Ya es tarde cuando te preguntas de qué forma realmente le habías gustado. La satisfacción ahora recorre su cuerpo, saciando con cada gota su voraz deseo, pero a ti te abraza un vacío sin retorno, un sueño indoloro.

Siempre quisiste morir, él lo sabía. También sabía que nadie te lloraría, y ahora tu muerte se deshace jugosa en la boca de aquel oscuro ángel cautivador.

Piensas que es una casualidad cuando lo ves en el mismo lugar que tú. Te sonríe, se acerca, congenian al instante y sus palabras te cautivan, nunca habías conocido a un hombre tan atractivo como él. Sus ojos opacos cual abismo parecen atrapar tu alma, suspiras, te das cuenta de que ya no hay vuelta atrás, y resulta que eres correspondido. Lo último que verás es su sonrisa, cautivadoramente cruel, antes de caer en la oscuridad eterna. Su melodiosa voz te susurra al oído: “eres exquisito”. Ya es tarde cuando te preguntas de qué forma realmente le habías gustado. La satisfacción ahora recorre su cuerpo, saciando con cada gota su voraz deseo, pero a ti te abraza un vacío sin retorno, un sueño indoloro. Siempre quisiste morir, él lo sabía. También sabía que nadie te lloraría, y ahora tu muerte se deshace jugosa en la boca de aquel oscuro ángel cautivador.
Me encocora
Me gusta
3
0 turnos 0 maullidos
Patrocinados
Patrocinados