Clack.
Aquel día, Kahili no llevaba su usual ropa azul cielo de hacer deporte. En su lugar, una camiseta holgada de basket, la cual enseñaba el sujetador deportivo que llevaba debajo, decía "Claro que tengo un Air Fryer".
El sol estaba en lo más alto, era hora de plegar e irse a casa a comer algo. ¿Qué podría meter hoy en el Air Fryer? Tal vez nuggets, o patatas de esas en forma de Pikachu.
"Ojalá pueda tener en casa alguna vez a alguien que coma conmigo," musitó molesta. Se echó el palo a los hombros, por detrás de la cabeza y sujeto por ambas manos, y marchó dirección a casa.
Aquel día, Kahili no llevaba su usual ropa azul cielo de hacer deporte. En su lugar, una camiseta holgada de basket, la cual enseñaba el sujetador deportivo que llevaba debajo, decía "Claro que tengo un Air Fryer".
El sol estaba en lo más alto, era hora de plegar e irse a casa a comer algo. ¿Qué podría meter hoy en el Air Fryer? Tal vez nuggets, o patatas de esas en forma de Pikachu.
"Ojalá pueda tener en casa alguna vez a alguien que coma conmigo," musitó molesta. Se echó el palo a los hombros, por detrás de la cabeza y sujeto por ambas manos, y marchó dirección a casa.
Clack.
Aquel día, Kahili no llevaba su usual ropa azul cielo de hacer deporte. En su lugar, una camiseta holgada de basket, la cual enseñaba el sujetador deportivo que llevaba debajo, decía "Claro que tengo un Air Fryer".
El sol estaba en lo más alto, era hora de plegar e irse a casa a comer algo. ¿Qué podría meter hoy en el Air Fryer? Tal vez nuggets, o patatas de esas en forma de Pikachu.
"Ojalá pueda tener en casa alguna vez a alguien que coma conmigo," musitó molesta. Se echó el palo a los hombros, por detrás de la cabeza y sujeto por ambas manos, y marchó dirección a casa.
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