Había llegado con toda la seguridad del mundo, pues la última vez no pareció terminar muy bien gracias a un estúpido rey que lo dejó como si estuviera haciéndole un desplante a ella.

Claro, toda la seguridad se le fue por los tobillos cuando estuvo frente a frente con ella, sonriendo nervioso, casi como idiota (como uno y más, mejor dicho), tragando saliva y dejando caer el pequeño regalo que le llevaba, teniendo que hacer malabares para evitar que tocara el suelo y recuperarlo, riendo mientras agitaba su cola ansiosamente.

—B-Buenas damas las tenga, hermosa tarde de regalo que le traje una disculpa...

Ni siquiera supo que dijo, pero lo dijo, extendiéndole el pequeño ramo de florecillas, sin estar seguro si a ella le gustarían como a su ex esposa, unos crisantemos que combinarían con su vestido entre lila y rosas.
Había llegado con toda la seguridad del mundo, pues la última vez no pareció terminar muy bien gracias a un estúpido rey que lo dejó como si estuviera haciéndole un desplante a ella. Claro, toda la seguridad se le fue por los tobillos cuando estuvo frente a frente con ella, sonriendo nervioso, casi como idiota (como uno y más, mejor dicho), tragando saliva y dejando caer el pequeño regalo que le llevaba, teniendo que hacer malabares para evitar que tocara el suelo y recuperarlo, riendo mientras agitaba su cola ansiosamente. —B-Buenas damas las tenga, hermosa tarde de regalo que le traje una disculpa... Ni siquiera supo que dijo, pero lo dijo, extendiéndole el pequeño ramo de florecillas, sin estar seguro si a ella le gustarían como a su ex esposa, unos crisantemos que combinarían con su vestido entre lila y rosas.
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