Clack. Splash.
Con cuidado, Kahili se quitó las zapatillas y luego los calcetines para entrar en busca de la bola.
El agua, serena, corría entre los dedos de sus toscos pero atractivos pies. Con suerte, la bola no habría sido arrastrada por la corriente.
"Hacía meses que no se me caía una al agua," reiría mientras tiraba hacia abajo de la visera de su gorra.
Se sentía distraída, tal vez debería haberse traído un bañador de cuerpo completo y haber nadado un poco cerca de la cascada.
Con cuidado, Kahili se quitó las zapatillas y luego los calcetines para entrar en busca de la bola.
El agua, serena, corría entre los dedos de sus toscos pero atractivos pies. Con suerte, la bola no habría sido arrastrada por la corriente.
"Hacía meses que no se me caía una al agua," reiría mientras tiraba hacia abajo de la visera de su gorra.
Se sentía distraída, tal vez debería haberse traído un bañador de cuerpo completo y haber nadado un poco cerca de la cascada.
Clack. Splash.
Con cuidado, Kahili se quitó las zapatillas y luego los calcetines para entrar en busca de la bola.
El agua, serena, corría entre los dedos de sus toscos pero atractivos pies. Con suerte, la bola no habría sido arrastrada por la corriente.
"Hacía meses que no se me caía una al agua," reiría mientras tiraba hacia abajo de la visera de su gorra.
Se sentía distraída, tal vez debería haberse traído un bañador de cuerpo completo y haber nadado un poco cerca de la cascada.
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