Adoraba salir a fumar en el balcón de aquella enorme casa que compartía con sus hermanos.
Y sí, también disfrutaba sentir la brisa en su piel desnuda. Ser un dragón ardiente tenía sus contras.
Y sí, también disfrutaba sentir la brisa en su piel desnuda. Ser un dragón ardiente tenía sus contras.
Adoraba salir a fumar en el balcón de aquella enorme casa que compartía con sus hermanos.
Y sí, también disfrutaba sentir la brisa en su piel desnuda. Ser un dragón ardiente tenía sus contras.