*Así pues, aquella chica de las mandarinas le dijo a Clive que volvería a irse. Clive se puso muy triste, pero le dijo que respetaría su decisión.
Cayó la noche, y ambos fueron a descansar. Pero al despertar Clive no encontró a la chica. Ella se había ido, y sólo había dejado una de sus frutas atrás, a manera de promesa de que algún día se volverían a encontrar.*
*Clive estaba triste y decaído. La había reencontrado luego de tanto tiempo, sólo para que ella se volviera a ir...*
-Últimamente... Me parece que estoy rodeado de mujeres a las que no les importa cómo me siento...
*Clive mira al cielo cuando el sol se pone, y en él ve a aquella chica...*
-¿Realmente... podremos volver a encontrarnos?
Cayó la noche, y ambos fueron a descansar. Pero al despertar Clive no encontró a la chica. Ella se había ido, y sólo había dejado una de sus frutas atrás, a manera de promesa de que algún día se volverían a encontrar.*
*Clive estaba triste y decaído. La había reencontrado luego de tanto tiempo, sólo para que ella se volviera a ir...*
-Últimamente... Me parece que estoy rodeado de mujeres a las que no les importa cómo me siento...
*Clive mira al cielo cuando el sol se pone, y en él ve a aquella chica...*
-¿Realmente... podremos volver a encontrarnos?
*Así pues, aquella chica de las mandarinas le dijo a Clive que volvería a irse. Clive se puso muy triste, pero le dijo que respetaría su decisión.
Cayó la noche, y ambos fueron a descansar. Pero al despertar Clive no encontró a la chica. Ella se había ido, y sólo había dejado una de sus frutas atrás, a manera de promesa de que algún día se volverían a encontrar.*
*Clive estaba triste y decaído. La había reencontrado luego de tanto tiempo, sólo para que ella se volviera a ir...*
-Últimamente... Me parece que estoy rodeado de mujeres a las que no les importa cómo me siento...
*Clive mira al cielo cuando el sol se pone, y en él ve a aquella chica...*
-¿Realmente... podremos volver a encontrarnos?