⁺‧₊˚ ཐི⋆ Daniel Bianchi ⋆ཋྀ ˚₊‧⁺
Las miradas lejanas y desconfiadas definieron los primeros encuentros, desconociendo la razón por la cual aquella ráfaga de curiosidad los empujaba hacia el otro, con el creciente impulso de querer traspasar el límite de lo correcto.
Contra todo pronóstico y contra toda regla fueron suavizando su tacto, dejando que la sombra de uno y el celeste del otro se fuesen devorando en un brillo intenso.
Ninguno pudo (o quiso) advertir que aquello los iba llevando a salir de sus cómodas soledades, en donde un beso les dibujó en los labios un nervioso aunque seguro "sí".
Las miradas lejanas y desconfiadas definieron los primeros encuentros, desconociendo la razón por la cual aquella ráfaga de curiosidad los empujaba hacia el otro, con el creciente impulso de querer traspasar el límite de lo correcto.
Contra todo pronóstico y contra toda regla fueron suavizando su tacto, dejando que la sombra de uno y el celeste del otro se fuesen devorando en un brillo intenso.
Ninguno pudo (o quiso) advertir que aquello los iba llevando a salir de sus cómodas soledades, en donde un beso les dibujó en los labios un nervioso aunque seguro "sí".
⁺‧₊˚ ཐི⋆ [ripple_opal_snake_477] ⋆ཋྀ ˚₊‧⁺
Las miradas lejanas y desconfiadas definieron los primeros encuentros, desconociendo la razón por la cual aquella ráfaga de curiosidad los empujaba hacia el otro, con el creciente impulso de querer traspasar el límite de lo correcto.
Contra todo pronóstico y contra toda regla fueron suavizando su tacto, dejando que la sombra de uno y el celeste del otro se fuesen devorando en un brillo intenso.
Ninguno pudo (o quiso) advertir que aquello los iba llevando a salir de sus cómodas soledades, en donde un beso les dibujó en los labios un nervioso aunque seguro "sí".