— Hace ya un tiempo que él jóven venía atormentado, noche tras noche, con el mismo sueño que lo hacía despertar sobresaltado. El cansancio se veía en su rostro, el exceso de trabajo y vaga alimentación que acostumbraba llevar lo hacían aún más notorio, pero él no parecía esforzarse por solucionarlo, aún así seguía viéndose radiante, un ángel con cara de cansado, de hecho parecía que llamaba aún más la atención de otros con esa cara de pocos amigos que llevaba hace un tiempo.

Esa mañana se había pasado por un café, eran raras las veces que tenía un día libre y lo aprovechó para salir a pedir su té helado favorito, podía hacerlo en casa, claro, pero no tenía el mismo sabor si él lo proparaba y eso le molestaba un poco, después de todo era un muchacho bastante caprichoso.
Fue en medio de su tranquilidad que pudo notar que desde hace ratos, unos ojos lo miraban desde la mesa de en frente, unos ojos que se creían disimulados, pero que no lo eran.

Levantó su mirada entonces, para encontrarse con la ajena, deseando que en aquel encuentro de sus ojos, la otra persona se atreviera al fin a dejar de intentar ocultar su claro interés en él y que al menos le dirigiera la palabra si quería decirle algo. —

// Perdón por la ausencia, ya me regreso con todo :')
— Hace ya un tiempo que él jóven venía atormentado, noche tras noche, con el mismo sueño que lo hacía despertar sobresaltado. El cansancio se veía en su rostro, el exceso de trabajo y vaga alimentación que acostumbraba llevar lo hacían aún más notorio, pero él no parecía esforzarse por solucionarlo, aún así seguía viéndose radiante, un ángel con cara de cansado, de hecho parecía que llamaba aún más la atención de otros con esa cara de pocos amigos que llevaba hace un tiempo. Esa mañana se había pasado por un café, eran raras las veces que tenía un día libre y lo aprovechó para salir a pedir su té helado favorito, podía hacerlo en casa, claro, pero no tenía el mismo sabor si él lo proparaba y eso le molestaba un poco, después de todo era un muchacho bastante caprichoso. Fue en medio de su tranquilidad que pudo notar que desde hace ratos, unos ojos lo miraban desde la mesa de en frente, unos ojos que se creían disimulados, pero que no lo eran. Levantó su mirada entonces, para encontrarse con la ajena, deseando que en aquel encuentro de sus ojos, la otra persona se atreviera al fin a dejar de intentar ocultar su claro interés en él y que al menos le dirigiera la palabra si quería decirle algo. — // Perdón por la ausencia, ya me regreso con todo :')
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