-¡SHIOOOOOOORIIIIIIIII!
-El grito surgió desde la puerta de entrada de la biblioteca, Ao avanzó por el pasillo central con los brazos abiertos como un pájaro desquiciado con una sonrisa alegre-
-¿POR QUÉ ES TAN DIFICIL RASTREARTE? -continuo, hablando como si la conociera de toda la vida, y no como si fuera la primera vez que la ve- ¿SABES CUANTO ME COSTO ENCONTRARTE? Tu firma es como buscar una aguja en un pajar de otras agujas muy calladas, ¡MUY CALLADAS SHIORI!
-Se detuvo a un metro de distancia, sin aliento, después de correr y gritar por todo el pasillo-
-Ha estado pasando tanto, tanto, tantísimo últimamente... Demasiados movimientos en el tablero. Demasiada fertilidad en el aire -su nariz se arrugó- ¡BEBÉS! Bebés que podrían destruir el mundo. Eso dijeron los susurros. ¡AL ABISMO LE ENCANTA ESO! A mí no tanto. Sería demasiado definitivo. Dónde no hay apuestas, no hay gracia.
-El grito surgió desde la puerta de entrada de la biblioteca, Ao avanzó por el pasillo central con los brazos abiertos como un pájaro desquiciado con una sonrisa alegre-
-¿POR QUÉ ES TAN DIFICIL RASTREARTE? -continuo, hablando como si la conociera de toda la vida, y no como si fuera la primera vez que la ve- ¿SABES CUANTO ME COSTO ENCONTRARTE? Tu firma es como buscar una aguja en un pajar de otras agujas muy calladas, ¡MUY CALLADAS SHIORI!
-Se detuvo a un metro de distancia, sin aliento, después de correr y gritar por todo el pasillo-
-Ha estado pasando tanto, tanto, tantísimo últimamente... Demasiados movimientos en el tablero. Demasiada fertilidad en el aire -su nariz se arrugó- ¡BEBÉS! Bebés que podrían destruir el mundo. Eso dijeron los susurros. ¡AL ABISMO LE ENCANTA ESO! A mí no tanto. Sería demasiado definitivo. Dónde no hay apuestas, no hay gracia.
-¡SHIOOOOOOORIIIIIIIII!
-El grito surgió desde la puerta de entrada de la biblioteca, Ao avanzó por el pasillo central con los brazos abiertos como un pájaro desquiciado con una sonrisa alegre-
-¿POR QUÉ ES TAN DIFICIL RASTREARTE? -continuo, hablando como si la conociera de toda la vida, y no como si fuera la primera vez que la ve- ¿SABES CUANTO ME COSTO ENCONTRARTE? Tu firma es como buscar una aguja en un pajar de otras agujas muy calladas, ¡MUY CALLADAS SHIORI!
-Se detuvo a un metro de distancia, sin aliento, después de correr y gritar por todo el pasillo-
-Ha estado pasando tanto, tanto, tantísimo últimamente... Demasiados movimientos en el tablero. Demasiada fertilidad en el aire -su nariz se arrugó- ¡BEBÉS! Bebés que podrían destruir el mundo. Eso dijeron los susurros. ¡AL ABISMO LE ENCANTA ESO! A mí no tanto. Sería demasiado definitivo. Dónde no hay apuestas, no hay gracia.