Las visitas empezaron a llegar, y con ello... ¡regalos! Mas que los regalos, era la convivencia lo que Okiko amaba, la paz y la tranquilidad.
Ver a sus seres queridos, crear nuevas memorias y....prometerse no olvidar los rostros o nombres de las personas.
Las visitas empezaron a llegar, y con ello... ¡regalos! Mas que los regalos, era la convivencia lo que Okiko amaba, la paz y la tranquilidad. Ver a sus seres queridos, crear nuevas memorias y....prometerse no olvidar los rostros o nombres de las personas.
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