Permanecía de pie, con la mirada perdida y un cigarrillo colgando entre los dedos. El humo se elevaba lento, como si incluso él estuviera demasiado agotado para expulsarlo con más fuerza. La capa le caía sobre los hombros, arrastrándose igual que el día que había tenido.
- Vaya mierda de jornada. - Murmuró antes de darle otra calada, sin prisa, como quien ya está acostumbrado a que todo salga regular.
Sacudió un poco la ceniza, más por inercia que por intención, y dejó escapar un suspiro ahogado entre el humo.
- Y lo peor es que mañana me espera lo mismo. -
Aun así, no se movió. Solo siguió fumando, como si ese instante de calma fuera lo único que todavía podía reclamar como suyo.
- Vaya mierda de jornada. - Murmuró antes de darle otra calada, sin prisa, como quien ya está acostumbrado a que todo salga regular.
Sacudió un poco la ceniza, más por inercia que por intención, y dejó escapar un suspiro ahogado entre el humo.
- Y lo peor es que mañana me espera lo mismo. -
Aun así, no se movió. Solo siguió fumando, como si ese instante de calma fuera lo único que todavía podía reclamar como suyo.
Permanecía de pie, con la mirada perdida y un cigarrillo colgando entre los dedos. El humo se elevaba lento, como si incluso él estuviera demasiado agotado para expulsarlo con más fuerza. La capa le caía sobre los hombros, arrastrándose igual que el día que había tenido.
- Vaya mierda de jornada. - Murmuró antes de darle otra calada, sin prisa, como quien ya está acostumbrado a que todo salga regular.
Sacudió un poco la ceniza, más por inercia que por intención, y dejó escapar un suspiro ahogado entre el humo.
- Y lo peor es que mañana me espera lo mismo. -
Aun así, no se movió. Solo siguió fumando, como si ese instante de calma fuera lo único que todavía podía reclamar como suyo.