-Buscando un respiro, me dirigí a la quietud de la sala de eventos, donde un modesto piano aguardaba sobre un pequeño escenario. No era solo aliviar el estrés; era un sueño melancólico de evocar algo perdido: el vibrante, cascabeleño espíritu de SINSMAS.
Tomé asiento, dejando que la yema de mis dedos se posara sobre el marfil. Al pulsar las primeras notas, la melodía se derramó en el aire, una dulce añoranza que llenó el vacío. En cada acorde latía la esperanza de que, por un instante fugaz, el lugar y sus huéspedes pudieran sentir la alegría que una vez conocimos. Y así fue: el sonido abrazó el espacio, y vi cómo las almas que me escuchaban compartían, conmigo, ese hermoso y efímero recuerdo.-

https://youtube.com/shorts/gvPnQ88VwpA?si=t7HxPrITkvlBWvLB
-Buscando un respiro, me dirigí a la quietud de la sala de eventos, donde un modesto piano aguardaba sobre un pequeño escenario. No era solo aliviar el estrés; era un sueño melancólico de evocar algo perdido: el vibrante, cascabeleño espíritu de SINSMAS. Tomé asiento, dejando que la yema de mis dedos se posara sobre el marfil. Al pulsar las primeras notas, la melodía se derramó en el aire, una dulce añoranza que llenó el vacío. En cada acorde latía la esperanza de que, por un instante fugaz, el lugar y sus huéspedes pudieran sentir la alegría que una vez conocimos. Y así fue: el sonido abrazó el espacio, y vi cómo las almas que me escuchaban compartían, conmigo, ese hermoso y efímero recuerdo.- https://youtube.com/shorts/gvPnQ88VwpA?si=t7HxPrITkvlBWvLB
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