La primera vez real, nada de simulacros controlados, ni límites de un marco teórico, la primera conexión real a la "psicored", siempre inquietantemente dolorosa por el volumen de datos que viajan a través de cada fibra cerebral, algunos candidatos simplemente colapsan por el dolor.
La primera vez real, nada de simulacros controlados, ni límites de un marco teórico, la primera conexión real a la "psicored", siempre inquietantemente dolorosa por el volumen de datos que viajan a través de cada fibra cerebral, algunos candidatos simplemente colapsan por el dolor.