-Las máquinas no son tan malas ya que te acostumbras. No son tan fascinantes como los hongos por supuesto, pero tienen lo suyo.
¡Y NO ME HACEN ENOJAR COMO LA GENTE!
¡Y NO ME HACEN ENOJAR COMO LA GENTE!
-Las máquinas no son tan malas ya que te acostumbras. No son tan fascinantes como los hongos por supuesto, pero tienen lo suyo.
¡Y NO ME HACEN ENOJAR COMO LA GENTE!