-Alguien le había enseñado del placer de apostar, de la sensación de riesgo, la adrenalina adictiva que recorría su cuerpo. Era algo que jamás hubiera disfrutado de no haber tomado aquél cuerpo, por lo que ahora se encontraba en un encuentro más, dando todo de sí.-
Vamos, vamos ¡Apuesta! Si ganas, te lo daré todo, incluso haré lo que desees.
Vamos, vamos ¡Apuesta! Si ganas, te lo daré todo, incluso haré lo que desees.
-Alguien le había enseñado del placer de apostar, de la sensación de riesgo, la adrenalina adictiva que recorría su cuerpo. Era algo que jamás hubiera disfrutado de no haber tomado aquél cuerpo, por lo que ahora se encontraba en un encuentro más, dando todo de sí.-
Vamos, vamos ¡Apuesta! Si ganas, te lo daré todo, incluso haré lo que desees.