— Acababa de terminar su último trabajo en la ciudad, no había sido fácil, debido a que su objetivo era una persona entrenada que se había dado cuenta de sus intenciones en cuanto lo vió acercarse. La lucha fue compleja y a pesar de sus habilidades, lo había tomado por sorpresa y sin la ropa adecuada para defenderse, eso le había ocasionado que él enemigo logrará dejarle diversas heridas.
Aún así había salido de allí con la victoria, ya era tarde y había comenzado a llover, pensó en que no podría llegar a su casa si no detenía el sangrado de su pierna y entró a un callejón para intentar vendar la herida sin llamar demasiado la atención.
Lo que no imaginó es que al terminar el vendaje y levantar la mirada, se encontraría allí con un par de ojos que lo observaban curiosos. —