Mírame.
No necesitas que te diga quién manda aquí, ya lo has sentido.
No hace falta tocarte para controlarte, basta con mi voz.
Ni siquiera he dado una orden y aun así, ya estás esperando obedecer.
No necesitas que te diga quién manda aquí, ya lo has sentido.
No hace falta tocarte para controlarte, basta con mi voz.
Ni siquiera he dado una orden y aun así, ya estás esperando obedecer.
Mírame.
No necesitas que te diga quién manda aquí, ya lo has sentido.
No hace falta tocarte para controlarte, basta con mi voz.
Ni siquiera he dado una orden y aun así, ya estás esperando obedecer.