|| en verdad me gustaría un rol, aunque no creemos una larga trama, de Hope bebiendo la sangre de alguien. Ains
|| en verdad me gustaría un rol, aunque no creemos una larga trama, de Hope bebiendo la sangre de alguien. Ains
LA ETERNIDAD POR DELANTE
¿Qué hace una tríbrida recién convertida cuando ha apagado su humanidad y ha roto todos los lazos con su pasado? Divertirse.
Tras romperle la columna y dejar agonizando al director de su escuela, el que habia sido casi como un padre para ella, cortando asi los lazos con sus amigos y dejándoles claro también que no queria ser salvada, se habia esforzado por intentar mantener un perfil bajo, claro. Pero Hope Mikaelson era digna hija de su padre y la muerte, el dolor y la sed de sangre la perseguían. Esas razones habían enviado a su tia Rebekah directa hasta ella. No habia sido fácil romper el lazo con su familia, pero habia logrado que su tia captase el mensaje. “Por y para siempre”, el lema que tan orgullosamente habia esgrimido la familia Mikaelson durante diez siglos no era más que una mentira, algo que se decían para calmar sus culpables conciencias mientras ignoraban los ríos de sangre que corrían allá por donde habían pisado.
Sin amigos, sin familia… ahora Hope era libre para hacer lo que le viniera en gana. Y eso estaba haciendo en ese preciso momento. Al caer la noche habia entrado en un bar de carretera, uno de esos lugares donde se reunían camioneros, moteros y sus mujeres. Uno de esos bares donde corría la cerveza y el alcohol barato y la música lo inundaba todo. Y allí Hope habia iniciado una de sus muchas juergas. Primeramente habia bebido y bailado y luego cuando la sed de sangre acució habia decidido saciar sus instintos. Horas después los cadáveres se acumulaban a lo largo de todo el bar y los escasos supervivientes habían sido obligados mediante los poderes vampíricos de Hope a olvidar lo que allí habia pasado y no reaccionar mientras la heredera Mikaelson se daba un banquete con la sangre de quien más le placía.
Bailaba con una chica en mitad del bar, al compás de una conocida canción de Joe Cocker. O eso parecía, pues en realidad la tríbrida tenia sus colmillos hincados en la carne del cuello de la joven muchacha, quien no podía pronunciar palabra pues Hope la habia obligado a callar y guardar silencio. Y solo Hope sabia si la joven llegaría a su casa esa noche o si se uniría al jardín de cadáveres desangrados.
Tras romperle la columna y dejar agonizando al director de su escuela, el que habia sido casi como un padre para ella, cortando asi los lazos con sus amigos y dejándoles claro también que no queria ser salvada, se habia esforzado por intentar mantener un perfil bajo, claro. Pero Hope Mikaelson era digna hija de su padre y la muerte, el dolor y la sed de sangre la perseguían. Esas razones habían enviado a su tia Rebekah directa hasta ella. No habia sido fácil romper el lazo con su familia, pero habia logrado que su tia captase el mensaje. “Por y para siempre”, el lema que tan orgullosamente habia esgrimido la familia Mikaelson durante diez siglos no era más que una mentira, algo que se decían para calmar sus culpables conciencias mientras ignoraban los ríos de sangre que corrían allá por donde habían pisado.
Sin amigos, sin familia… ahora Hope era libre para hacer lo que le viniera en gana. Y eso estaba haciendo en ese preciso momento. Al caer la noche habia entrado en un bar de carretera, uno de esos lugares donde se reunían camioneros, moteros y sus mujeres. Uno de esos bares donde corría la cerveza y el alcohol barato y la música lo inundaba todo. Y allí Hope habia iniciado una de sus muchas juergas. Primeramente habia bebido y bailado y luego cuando la sed de sangre acució habia decidido saciar sus instintos. Horas después los cadáveres se acumulaban a lo largo de todo el bar y los escasos supervivientes habían sido obligados mediante los poderes vampíricos de Hope a olvidar lo que allí habia pasado y no reaccionar mientras la heredera Mikaelson se daba un banquete con la sangre de quien más le placía.
Bailaba con una chica en mitad del bar, al compás de una conocida canción de Joe Cocker. O eso parecía, pues en realidad la tríbrida tenia sus colmillos hincados en la carne del cuello de la joven muchacha, quien no podía pronunciar palabra pues Hope la habia obligado a callar y guardar silencio. Y solo Hope sabia si la joven llegaría a su casa esa noche o si se uniría al jardín de cadáveres desangrados.
Tipo
Individual
Líneas
Estado
Terminado
0
turnos
0
maullidos
555 vistas