El sol caía sobre su piel como un abrazo tibio, pero ella no lo sentía...
Narelle permanecía apoyada contra la estructura amarilla, los brazos sueltos a los costados, los ojos entrecerrados. De tanto en tanto, los humanos pasaban junto a ella, riendo, apresurados, viviendo sin darse cuenta de nada. Ese mundo seguía latiendo, aunque el suyo hacía tiempo que había dejado de hacerlo.
Una mueca apenas perceptible tensó sus labios, le dolía. Todo. Siempre... El murmullo de la ciudad le rozaba los oídos, pero dentro de su pecho solo había un eco... Un vacío hondo donde antes había agua, hogar, calor...
-"Ojalá pudiera dejar de sentir." El pensamiento la atravesó con la misma suavidad con la que el viento movió su cabello, una ironía amarga...sentir demasiado fue lo que la había deshecho… y aun así... y aun asi no podía apagarlo.
Vio a una madre tomar la mano de su hijo para cruzar la calle, algo tan simple.... pero que le arrancó un latido doloroso que no pidió.
Narelle desvió la mirada incomoda con lo que se removió dentro de ella
-Amé así… tan fuerte que me rompí...Quise protegerlo todo… hasta que no quedó nada que me protegiera a mí- murmuró a la nada, su mirada se alzó al cielo... y aunque era completamente soleado... sabía que ella estaba ahí, observándola... aún podía sentirla... y quiso gritar, preguntarle el porqué la había enviado ahí... ella no era la culpable de las decisiones de otros.. ella solo quería un hogar, ella había pertenecido a un firmamento... y eso incluso parecia una vida de fantasía para ese maldito momento.
Cerró los ojos un instante. El sol seguía calentándola, pero su cuerpo permanecía frío... helado...Como si hubiera sido hecha para ver, pero no para pertenecer.
Narelle permanecía apoyada contra la estructura amarilla, los brazos sueltos a los costados, los ojos entrecerrados. De tanto en tanto, los humanos pasaban junto a ella, riendo, apresurados, viviendo sin darse cuenta de nada. Ese mundo seguía latiendo, aunque el suyo hacía tiempo que había dejado de hacerlo.
Una mueca apenas perceptible tensó sus labios, le dolía. Todo. Siempre... El murmullo de la ciudad le rozaba los oídos, pero dentro de su pecho solo había un eco... Un vacío hondo donde antes había agua, hogar, calor...
-"Ojalá pudiera dejar de sentir." El pensamiento la atravesó con la misma suavidad con la que el viento movió su cabello, una ironía amarga...sentir demasiado fue lo que la había deshecho… y aun así... y aun asi no podía apagarlo.
Vio a una madre tomar la mano de su hijo para cruzar la calle, algo tan simple.... pero que le arrancó un latido doloroso que no pidió.
Narelle desvió la mirada incomoda con lo que se removió dentro de ella
-Amé así… tan fuerte que me rompí...Quise protegerlo todo… hasta que no quedó nada que me protegiera a mí- murmuró a la nada, su mirada se alzó al cielo... y aunque era completamente soleado... sabía que ella estaba ahí, observándola... aún podía sentirla... y quiso gritar, preguntarle el porqué la había enviado ahí... ella no era la culpable de las decisiones de otros.. ella solo quería un hogar, ella había pertenecido a un firmamento... y eso incluso parecia una vida de fantasía para ese maldito momento.
Cerró los ojos un instante. El sol seguía calentándola, pero su cuerpo permanecía frío... helado...Como si hubiera sido hecha para ver, pero no para pertenecer.
El sol caía sobre su piel como un abrazo tibio, pero ella no lo sentía...
Narelle permanecía apoyada contra la estructura amarilla, los brazos sueltos a los costados, los ojos entrecerrados. De tanto en tanto, los humanos pasaban junto a ella, riendo, apresurados, viviendo sin darse cuenta de nada. Ese mundo seguía latiendo, aunque el suyo hacía tiempo que había dejado de hacerlo.
Una mueca apenas perceptible tensó sus labios, le dolía. Todo. Siempre... El murmullo de la ciudad le rozaba los oídos, pero dentro de su pecho solo había un eco... Un vacío hondo donde antes había agua, hogar, calor...
-"Ojalá pudiera dejar de sentir." El pensamiento la atravesó con la misma suavidad con la que el viento movió su cabello, una ironía amarga...sentir demasiado fue lo que la había deshecho… y aun así... y aun asi no podía apagarlo.
Vio a una madre tomar la mano de su hijo para cruzar la calle, algo tan simple.... pero que le arrancó un latido doloroso que no pidió.
Narelle desvió la mirada incomoda con lo que se removió dentro de ella
-Amé así… tan fuerte que me rompí...Quise protegerlo todo… hasta que no quedó nada que me protegiera a mí- murmuró a la nada, su mirada se alzó al cielo... y aunque era completamente soleado... sabía que ella estaba ahí, observándola... aún podía sentirla... y quiso gritar, preguntarle el porqué la había enviado ahí... ella no era la culpable de las decisiones de otros.. ella solo quería un hogar, ella había pertenecido a un firmamento... y eso incluso parecia una vida de fantasía para ese maldito momento.
Cerró los ojos un instante. El sol seguía calentándola, pero su cuerpo permanecía frío... helado...Como si hubiera sido hecha para ver, pero no para pertenecer.