Porque cuando estás condicionado a sufrir por tus pecados en tu vida humana, en la inmortalidad jamás encontraras aquello de lo que humanos disfrutan con una simple caricia, ese es el precio de la eternidad. No poder sentir en el pecho bombear la sangre que avisa por lo que muchos sueñan llegar a sentir, para nosotros un simple deseo fugaz.
Porque cuando estás condicionado a sufrir por tus pecados en tu vida humana, en la inmortalidad jamás encontraras aquello de lo que humanos disfrutan con una simple caricia, ese es el precio de la eternidad. No poder sentir en el pecho bombear la sangre que avisa por lo que muchos sueñan llegar a sentir, para nosotros un simple deseo fugaz.
Me gusta
2
0 turnos 0 maullidos
Patrocinados
Patrocinados